Wednesday, September 13, 2006

Lo que yo viví: Temporada 03-04

La mayor decepción de la historia; el gran año de Garnett; Bad is Back, sorpresa en las finales; la batalla entre Lebron y Carmelo

Con los Spurs de nuevo con el campeonato quedaba en el aire el futuro de la pareja Bryant-O'neal, y como afectaría a la liga su ruptura. Lejos de desear esto los Lakers parecían dispuestos a moverse contra viento y marea (¿alguien dijo el efecto mariposa?) para volver a armar un conjunto dominador.

En un verano en que asistí al último campus de federación al que fuí como jugador, la NBA se preparaba para recibir a su dulce paraíso una nueva generación de jugadores que pretendían dominar la liga en un futuro próximo, lo que podría llamarse como el relevo.

Jordan anunció su retirada tras confirmar al mundo que su inmortalidad era limitada y que, tarde o temprano, los gigantes caen. Sólo O'neal y Duncan hasta el momento habían ganado el anillo tras la última conquista de los Chicago Bulls y muchos eran los aspirantes a relevarles en esa gesta. Pero, antes que nada, toca hacer un repaso al mejor Draft (junto el 96) al que he asistido.

Justo saberse que disponían del número 1, los Cavaliers hicieron evidente que su objetivo no era otro que Lebron James, dejando la noche del Draft huérfana de sorpresas. La nota la dieron los Pistons con la elección en el número 2 de Darko Milicic, el europeo hasta el momento elegido en un número más alto y que prometía altas prestaciones. En tercer lugar los Nuggets eligieron al campeón de la NCAA con Syracuse Carmelo Anthony, sin duda mucho más seguro que el jóven gigante serbio-montenegrino. Chris Bosh (4) de Georgia Tech llegó a Toronto, mientras que Dwyane Wade (5) era la elección de Pat Riley para sus Heat, cerrando el mejor Top 5 que he tenido el honor de recordar hasta el momento.

Los diez primeros puestos se completaron con la elección de Chris Kaman (6) por los Clippers, la incorporación de Kirk Hinrich (7) a los Bulls, el cierre del fichaje de TJ Ford (8) por los Bucks, la llegada de Mike Sweetney (9) a los Knicks y el ver a Jarvis Hayes (10) llegar a Washington.

No fueron estas las únicas perlas de un Draft que incluyó otros nombres a destacar a día de hoy, como Luke Ridnour (14) que se unió a los Sonics, David West (18) a los Hornets, Boris Diaw (21)a los Hawks y Josh Howard (29) a Dallas, un robo en mayúsculas aunque más lo fue en mi opinión Maurice Williams (47) que llegó a Utah.

Con estas destacables incorporaciones no acabó aquel verano, pues aún quedaba un duro mercado de traspasos y agentes libres. En el capítulo de incorporaciones destacar los fichajes, sobretodo, de los Lakers, que se hacían con dos veterano de lujo al dar la bienvenida a Gary Payton y un Karl Malone que iba a por el anillo que se le había resistido en Utah. Lo mismo buscaba Olowokandi en Minnesota, mientras Robert Horry iba a la caza de nuevos retos en San Antonio. Lamar Odom y Andre Miller abandonaban los Clippers por Heat y Nuggets al ver como no igualaban su oferta, pero si la de Maggette y Brand que tenían contrato con Utah y Miami, y Gilbert Arenas se decidía por Washington gracias a la suerte de una moneda; no hace falta decir que el azar quiso que no fueran los Clippers los que se hicieran con sus servicios.

Además de todo esto hubo algún traspaso destacado que para no aburrir resumiré de forma rápida y con los jugadores principales y sus destinos. Uno de ellos llevó a Van Horn a los Knicks, Glenn Robinson a los Sixers y Sprewell a Minnesota. El segundo acabó con Jamison en Dallas y Van Exel en Golden State. El tercero llevó a Brad Miller a Sacramento a cambio de Turkoglu y Pollard básicamente y un cuarto acabó con Lafrentz en Boston a cambio de Walker, en una elaborada prueba a la inteligencia que Ainge pasó sin éxito.

Así se llegaba a una temporada de cambios, en la que vimos desaparecer del mapa NBA dos jugadores que, si no voy mal entendido, ninguno de mis visitantes recordaba haber visto llegar a la liga: Stockton y Jordan, el primero de los cuáles fue cubierto por mi gran ídolo del baloncesto español (Raül López).

Los Lakers eran los favoritos antes de empezar la liga, gracias al impacto mediático de sus fichajes y la calidad que ya de por sí rebosaba la plantilla. Añadéle a todo este glamour a Phil Jackson, y alzad el dedito todos aquellos que por un momento dudásteis, antes de empezar la temporada, que se llevarían el anillo.

Aún así había en el oeste rivales a tener en cuenta como eran los vigentes campeónes (San Antonio), los Dallas Mavericks, los Sacramento Kings y, últimos pero no menos importantes, los mejores Timberwolves de la historia. Estos eran los que aspiraban a ganar el anillo en una conferencia en que los Grizzlies podían empezar a sacar pecho y no teme a nadie, pues con la llegada de Posey (aquel que en su día fue considerado jugador franquícia) lograron un buen equilibrio en su plantilla.

Por parte del este destacaban unos Nets que ya no sorprendían a nadie, unos Pistons que cada año subían un escalón, los Pacers de Miller y O'neal...también Philadelphia, Orlando, Toronto y Miami podían ofrecer algo bueno, aunque con ellos se albergaban más dudas al respecto.

Duncan, O'neal, Bryant, Garnett, Webber...incluso Nowitzki podían disputar el MVP, que de no acabar en el oeste iría para Iverson, Jermaine, Kidd, McGrady y también Carter si se ponía manos a la obra.

Empezaba la liga en que la fiebre amarilla, y no los vigentes campeones, eran el rival a batir. Aún la baja de Malone seguían pecando de favoritos cada noche en que saltaban a cancha para disputar su duelo. Y no únicamente la lesión del cartero afectaba la dinámica del equipo, pues la acusación que afectó a Bryant en aquella temporada puso aún en más aprietos al equipo que con gran maestría dirigía Phil Jackson.

Situaciones inversas vivían Jazz y Grizzlies, equipos en los que jugaban Raül y Pau. El primero luchaba, tras muchos años estando, por llegar a unos Play-Offs que prometían ser complicados. El base tenía buenos minutos, y poco a poco se adaptaba al ritmo de la liga. En lo que a los de Memphis se refiere, veían con esperanza la posibilidad de llegar a ellos por primera vez en su historia.

En cuánto a los rookies Lebron y Anthony mantenían un duelo en el olimpo como no se recordaba en muchos años. Los dos querían llegar al All-Star, llegar a los Play-Offs y conseguir el rookie del año. De las tres ansiadas metas una sóla fue saciada por cada uno, la tercera de ellas con polémica en contra del ganador.

Previo al All-Star tuvo lugar un traspaso que echó a perder toda mi cantidad de votos a favor de Marbury. El mejor base de la liga llegaba traspasado a los Knicks a cambio de poco más que McDyess y junto a Penny Hardaway. Si ya tenía en el oeste pocas esperanzas, con menos contaba en el este, pues las posiciones exteriores estaban excelentemente cubiertas por aquel entonces.

Así se llegó a un All-Star, el de Los Angeles, que más bien poco tuvo de glamouroso. Con Lebron, Wade y Anthony jugando la pachanga de los rookies y siendo aniquilados por Stoudemire y amigos, el partido menos serio del año se convirtió en un improvisado concurso de no mucha mayor calidad. En cuánto a triples y mates, no era precisamente mi sueño ver ganar a Voshon Lenard y Fred Jones, que aguaron la fiesta a aquellos que deseabamos el triplete de Stojakovic y Richardson. Y especial ilusión no me hacía el ver debutar a Magloire y Artest en el partido, o la vuelta de Brad Miller por segundo año consecutivo.

Mucha novedad, aunque de mal gusto, tuve que aguantar en aquel partido. Así quedaron fuera en el este gente como James, Odom o Marbury para hacer sitio a los arriba nombrados, Redd y Martin, como novedades, aparte de típicos como Wallace, el otro, Iverson, McGrady, Carter...En el oeste tambien cantaban un poco las selecciones de Kirlenko o Cassell, aunque eran sin duda más de mi gusto.

Así se presentaba un partido en el que beatifiqué a O'neal y le dediqué dos oraciones, pues evitó la mayor de las catástrofes que la NBA pudiera haber presenciado jamás: Magloire como MVP del All-Star, en el que fue el segundo máximo anotador del este. Menos glamour imposible, de las peores experiencias que este glorioso fin de semana me ha llegado nunca ha ofrecer.

Antes de finalizar el período de traspasos, los Hawks enviaron a los Pistons aquel jugador que les había llegado vía Rattliff y Abdur-Rahim: Rasheed Wallace, un hombre que sin saberse por aquel entonces sería el jugador clave de la temporada 2003-04. Así mismo los Knicks enviaban a Van Horn (menudo sangre de orchata) a los Bucks a cambio de Tim Thomas.

La regular season terminó con la lectura fácil de unos Lakers que decepcionaban, unos Pacers a los que Carlisle les habia dado alas y unos Timberwolves que, por fin, parecían ir en serio a por el anillo. Fue además triste ver llegar a los Celtics a la postemporada con un récord pésimo de 36-46, teniendo en cuénta que los Jazz se quedaron fuera en la otra conferencia; su balance era de 42-40. Aunque por decepción la de los Magic, 76ers, Raptors y Blazers, equipos a los que muy pocos veían fuera de los Play-Offs.

En el oeste los Timberwolves (58-24) terminaban por 4-1 su série ante los Nuggets del que había sido, al menos merecería haber compartido, el mejor rookie del año, Carmelo Anthony, pasando por fin de la maldita primera ronda de Play-Off. Por el mismo resultado los Kings echaban a unos Mavericks que desde que llegaron en el 2001, nunca habían durado tan poco en Play-Offs, y los Lakers hacían lo mismo ante los Rockets de Francis y Yao. Se me olvidaba decir, como muchos habreis notado, que los Grizzlies inauguraron su marca negativa ante los Spurs, al caer 4-0 en su primer partido más allá del 20 de abril.

Mientras tanto en el este Pacers (61-21) y los Nets presentaban su candidatura al eliminar a Celtics y Knicks respectivamente. Los Pistons sólo cedieron un asalto ante los Bucks y Miami hizo gala de coraje para eliminar en siete partidos a los Hornets, en la presentación en sociedad de un jugador único: Dwyane Wade.

Llegó la segunda ronda y los Lakers apartaron de su camino a los Spurs (4-2) para poner las cosas en su sitio. Los Kings hacían valer calidad e historia para llevar a los Wolves del MVP a siete partidos, cayendo con el honor que su leyenda a principios de milénio merecía. Los de Minnesota habían logrado salvar el segundo escalón, pero lo más complicado aún estaba por llegar...

Mientras tanto los Pistons se vengaban en siete partidos de la anterior final de conferencia, dejando en la cuneta unos Nets que no podían alargar su dominio en la hermana pobre de la liga. Por su parte, Wade se erigió como el líder del equipo de Jones y Odom para llevar a los Pacers hasta seis partidos que acabaron resolviéndo a su favor los antiguos discípulos de Larry, que se veían más cerca que nunca de traer el anillo a Indianapolis. Una bonita historia la de Flash, que tan sólo tardaría dos años en llevar a los Heat al olimpo.

Llegaron las finales de conferencia en dónde los Pistons sorprendieron a unos Pacers que sólo pensaban en la final, subestimando aquel equipo hecho a base de trabajo y sacrificio y en el qué, por qué no decirlo, sobraba más calidad de la que se creía. Mientras tanto pasado y futuro se la jugaban en Minneapolis, siendo el menos esperado, Derek Fisher, el que apartó a los lobos de la prometida gloria, y llevar a los Lakers a dónde nadie debía haber dudado que llegarían.

Cómo ya conté en una ocasión, después del espejismo que para mi fue el primer partido, me fuí tranquilo a Londres sabiendo que Bryant había impartido justícia, y que el anillo, el número quince, iría para California. Me conecté a Internet un día antes de volver a casa, para ver un sonriente Chauncey Billups con un premio por el que nunca hubiera apostado ni el mismo.

El avión llegó a Barcelona y mi cabeza estaba aún pendiente de confirmar aquello, como si no pudiera creer que había ocurrido. Pero puse el vidéo y allí estaba, el triunfal paseó que se brindaron los Pistons en el quinto partido, del que mi consciencia sólo pudo tragar el cuarto período, pues el resto no quería ni verlo. Un trágico final que demostró la calidad del trabajo de equipo por encima de las individualidades. Una bonita lección que bien les vendría a un equipo nacional en concreto...

Aquello acabaría con el traspaso más grande jamás contado, pero no toca hoy recordarlo. El Dream Team amarillo no llevaría a Jackson a la cima de la historia, ni a los Lakers a acercarse a los verdes, pues Red y los Celtics aún velan para que nadie les alcance.

Kevin Garnett consiguió un MVP que prima una gran trayectoría, a la que sólo le queda un hueco por llenar. Lebron James (Cleveland) se convirtió en el discutido rookie del año en una temporada que contó con tres jugadores novatos que ya ahora indican que van camino del Hall of Fame. Ron Artest (Indiana) fue el mejor defensor rompiendo la dinastía de Ben, Zach Randolph (Portland) fue el jugador más mejorado y Antawn Jamison (Dallas) el mejor sexto hombre. El premio al mejor técnico se largó a Memphis, siendo para mi merecido sin duda por Saunders. Hubie Brown (Memphis) se colgó la medalla al reparto de minutos y la igualdad de unos jugadores que no merecían porqué tener los mismos derechos. La paliza ante San Antonio no fue más que una lección, la primera de las dos que posteriormente recibirían.

Por mi parte destacar que estaba a punto de vivir mi primer verano en New York City, además de una fantástica ruta por Canadá. Me saqué el título de iniciación como entrenador, y tenía como objetivo jugar en categoría preferente, sueño que se esfumó al perder en las fases de la manera más tonta. Tendríamos que esperar dos años para llegar hacia aquel objetivo que perseguíamos con el equipo, aún ver cómo aquel que nos había derrotado quedaba segundo de su grupo. Injusticia o desgracia con el sorteo, sólo nos queda saber que hubieramos podido competir sin problemas.

Felicidades a los que habéis llegado al final del rollo, hoy ha sido de aquellos días en que todo salía rápido y me era placentero el ir escribiendo. Un honor estar un día más con todos vosotros, gracias por hacer de taylorwolves una actividad agradable de realizar día tras día.

10 comments:

rafita said...

la verdad es que el premio de rrokie del año si fue polemico. se lo llevo lebron por ser considerado el elegido, pero se lo debia de haber llevado carmelo. me explico: con unos numeros parecidos, que practicamente eran dos fotocopias, PIENSO YO que se deberia primar la aportacion al juego del equipo, y melo metio a denver en playoffs, algo que james no hizo.

buea leccion de humildad la que metieron los pistons. en cuanto vi que gano lakers el 1º partido, dije, esta hecho. pero no. y me alegre de estar equivocado

Wilt said...

No sé como sabías que estaba por aquí a la una: a qué te referías con lo del mail?

Wilt said...

Honor para nosotros wolf. Lamentable esta temporada para los Lakers. ¿Juegas al basket?, ¿por qué no haces un post contandonos tus batallitas?, jejeje (seguro que eres Sergio Rodríguez y no dice nada el tio).

Que los Cavaliers querían a LeBron se supo ya desde la temporada anterior cuando empezaron a perder partidos intencionadamente. Pero realmemnte fue suerte, porque que tengas las mayores posibilidades en el sorteo no quiere decir que tu papeleta vaya a ser la primera, pero sí lo fue (¿habría algún chanchullo?).

True Wolf said...

Wilt, tengo seleccionada una opción para que se me envié un mail automático cada vez que alguien firma aquí, y lo recibí mientras escribía un comentario en tu blog. Sobre lo de las batallitas, este sábado empezamos la liga, estoy en nivel preferente de sub-21...ya os contaré, saludos!!

True Wolf said...

Ah y Julius de colofón nada, el agradecimiento es hoy pero aún quedan dos capítulos de mis memorias. Si es que cuándo uno se pone tiene que terminarlo jejej

Sobre lo del rookie del año claramente lo merecía Anthony pero había que vender el producto, bien lo sabe Stern.

Juanejo said...

La mayor decepcion yo la vivi en los playoffs del 94, te comprendo, tener el mejor record y no llegar a las finales es una jodienda.

sixers29 said...

bueno en esta temporada yo me kedo con muchas cosas:el rookie del año se lo daria a melo o sino compartido con lebron,melo con un equipo perdedor llego a playoff;ese año creo que el all-star fue el peor que he visto en mi vida,no me gusto nada.Por ultimo destacar lo de detroit y el factor rasheed(atlanta se lo regalo a los pistons)y ademas wallace se centro mucho mas con los pistons que con los blazers.

True ya nos contaras tus aventuras baloncestisticas,eso de jugar en preferente tiene merito,cuentanos mas detalles cuando tengas tiempo

Pierce said...

Que es eso de preferente!!! yo tambien juego pero todavia no estoy en preferente (todo llegara jeje)

Los bad boys se cargaron a los 4 fantasticos y de que manera! El guante ya iba viejo y no te digo del cartero...un palizón.

El rookie del año, como mínimo lo tendrian que haber compartido, pero claro, habia que vender y LeBron no fuma...

Gran draft con bases de los buenos, como a mí me gustan. Dos de mis favoritos, Hinrich y Ridnour.

True Wolf said...

Gracias por los ánimos! De momento el otro día palizón ante un equipo de primera catalana (en contra, evidentemente), aunque anoté 2 triples en los primeros minutos; tuve un buen día...

ahora he estado mirando este All-Star precisamente y no fue tan pésimo en cuánto a juego, pero si en los jugadores. si alguien lo tiene contemplad la actuación de Baron Davis, jugón total!!

Cuanta razón juanejo, redactando su artículo ví lo brutales de los récords Sonics en los noventa y son de miedo, pero como el nuestro en 2004 quedó sin premio al fin y al cabo.

Pacus said...

mmm lo que sucedio esta temporada no nos vino mal del todo...drafteamos a Wade, y traspasamos por O´Neal al terminar la campaña...Ese año fue el que empece a odiar a los Pistons, y el mejor momento de la temporada los ultimos 30 segundos del quinto entre Lakers y Spurs