Thursday, August 31, 2006

Eternos históricos en horas bajas

En la liga desde la temporada 49-50, los Nationals de Syracuse cayeron ante los Lakers en dos de sus cinco finales antes de ganar el ansiado anillo ante los Fort Wayne Pistons en el año 1955. Dolph Schayes era el lider de un vestuario por el que tambien pasaron de forma destacada Payl Seymour, George King, Johnny Kerr o el pionero, Earl Lloyd.

En 1955 llegó el premio, en la última final jugada en la era Syracuse. El traslado a Philadelphia se produjo en el año 1962, y el cambio de nombre, 76ers en honor al año de redacción de la carta magna, tambien fue immediato. Justo un año después llegó Wilt Chamberlain y, después de dos temporadas en la sombra por el dominio Celtic, llegó la hora de los Sixers. La de ganar por 4-1 a los Celtics en la final de conferencia y vencer a los Warriors de San Francisco en la final. A Chamberlain, Cunningham, Greer, Walker y el entrenador Hannum les había llegado la hora.

A tres finales más llegaría aquel equipo, liderado por Julius Erving. Los Trail Blazers y los Lakers por partida doble se las apañarían para alejar al Dr J de su sueño de anillo. Tuvo que llegar Moses de Houston para poner las cosas en su sitio y dar, en el año 1983, el tercer y último anillo a la franquicia. Para honor y gracia de, entre otros, su actual entrenador, Maurice Cheeks.

Un año justo después les llegó un bendecido número 5 del Draft que aprovecharon para traer a Charles Barkley, un bajito ala-pívot de impresionante rendimiento que, sin embargo, no pudo pasar de la final de conferencia con su equipo, y un tiempo después se marchó a Phoenix. Aún así, su 34 cuelga del techo del Wachovia Center.

Unos grises noventa llevaron al gran talento de Georgetown, Allen Iverson, a la principal ciudad del estado de Pennsylvania. Un jugador que ha demostrado su talento a lo largo de los diez años que lleva en la liga, ha creado moda entre los jovenes afro-americanos, ha ganado dos MVP's del partido de las estrellas, un MVP...pero ningún anillo.

Sólo el honor para el recuerdo, de ser el único equipo que derrotó a los invencibles Lakers de Shaq y Kobe en los Play-Offs del año 2001, en un gran primer partido. Su equipo no daba para más que eso, y aún gracias por lo que consiguieron.

Ni con otro jugón a su lado, Chris Webber, los 76ers levantan cabeza. Tendrá de llegar un Moses Malone al lado del jugador más mediático de la liga, para que no deba despedirse de la liga a lo Karl Malone o Charles Barkley.

Wednesday, August 30, 2006

Mucho ruido, pocas nueces

Dos de ocho; así de fácil y rápido podríamos titular un artículo sobre los New York Knickerbockers. Los hay que estan en tres de tres (San Antonio) o seis de seis (Chicago)...vamos a aclarar un poco esto.

Es un equipo que ha perdido seis finales, la mitad de ellas por 4-3 y la otra mitad por 4-1. Por tanto que ha pasado de poder tener cinco anillos a ser el equipo antiguo que sonroja cada vez que sale a luz el tema, viendose superados por Warriors, Sixers, Celtics...

Las tres primeras fueron jugadas a principio de los cincuenta, de forma consecutiva. Los Gallatin, Zaslofsky o Simmons cayeron por un partido ante los Royals en el año 51 y repitieron jugada un año después ante los Lakers de Minneapolis. Volvieron a las andadas un año después y otra vez ante los de Mikan volvieron a tropezar, esta vez por 4-1.

Ni tan solo olieron finales hasta la década de los setenta. Después de una gran temporada regular, la mejor de su historia que igualarían el año 1993, con 60 victorias y 22 derrotas, el equipo que lideraba Willis Reed se plantó en las finales. El pívot, que venía de ser nombrado MVP, no podía permitir que los suyos volvieron a casa, otra vez, con las manos vacías. Se las arregló para jugar cojo en el séptimo y decisivo partido, anular a Chamberlain y dar coraje a sus demás compañeros. Lo necesario para, esta vez sí, lograr un anillo por los Knicks.

Los Lakers se vengarían dos años más tarde, y así la historia podría ver un Chamberlain con dos anillos y a West y Baylor con una mano más digna de llevar. El momento de los Knicks volvería un año más tarde, y no sería otra vez desaprovechado; segundo y último anillo de la franquícia.

Reed, Frazier, Bradley, Barnett, DeBusschere...algunos de los hombres, entenados por el legendario Red Holzman, que forman parte del pasado glorioso Knickerbocker. El único momento dorado que sus fans recuerdan.

Llegaría Patrick Ewing con el número 1 del Draft del 1985, y con él la esperanza de muchos seguidores del equipo del Madison. La ya famosa bola caliente que sacó Stern en el que fue primer sorteo del Draft acabó con el gigante de Georgetown en la ciudad donde más presión y hambre de títulos podía llegar a sufrir.

Los Bulls en primera instancia y luego, a raíz de la retirada de Jordan, los Rockets, fueron los que alejaron al 33 de la gran manzana de su soñado anillo. Starks, Jackson y Oakley; su época pasó y poco a poco los Bulls volvían a recuperar su poder, y los Heat, Magic y Pacers se perfilaban como el nuevo dominio del este. Cansado, acabado...no eran los adjetivos que Ewing quería para su persona. En una temporada caótica para la NBA (lock-out), los Knicks eliminaron a los Heat en primera ronda viniendo del octavo puesto. Ver para creer.

Larry Johnson, Allan Houston, Latrell Sprewell, Marcus Camby y entrenados por Jeff Van Gundy. Estos eran los que ahora rodeaban a Pat. Pero de él no contaran que salió a jugar lesionado, lo mejor que de Ewing se puede contar, es que de haber jugado aquella final Duncan y Robinson no hubieran ganado en 1999 su primer anillo. Pero eso señores es hablar por hablar...

Ahora los Knick son un equipo corrompido, el que más gasta en salarios y menos rendimiento ofrece en cancha. No será Isiah su salvación y pasara mucho tiempo antes de que vuelvan a hacer honor a la ciudad que representan, y se muestren como lo que deben ser: una franquícia historica a la que se debe respetar.

Tuesday, August 29, 2006

¿Volverán los viejos tiempos?

La ilusión vuelve a unos Trail Blazers que llevaban años en las páginas de escandalos de la liga. ¿Es el fin de los Jail Blazers?

No hablaré de lo que no he visto de ellos: su fundación, el anillo y el posterior MVP de Bill Walton, la elección de Sam Bowie en el Draft, los años de Clyde Drexler...No son estos Blazers los que voy a retratar, si no los que han crecido conmigo, y como les he visto actuar en esta liga.

Con PJ Carlesimo como entrenador, cayeron ante los Lakers en la temporada de mi debut, la 96-97. Sabonis-Wallace-Robinson-Rider-Anderson, un gran quinteto que no pudo nada con una fiebre amarilla que en un futuro dominaría la liga. Se fichó a Mike Dunleavy para cambiar el rumbo, se marchó el omnipresente Clifford Robinson, pero volvieron a tropezar en primera ronda, y volvió a ser ante los Lakers.

Siendo una franquícia de eterna llegada a Play-Off, pocos eran los que se conformaban con llegar a primera ronda y caer a las primeras de cambio. Dunleavy se ganó el crédito en la temporada del lock-out, llegando a la final de conferencia ante los que ganarían su primer campeonato: los San Antonio Spurs.

Si alguien mira la plantilla del año 2000, en que cayeron otra vez en la final del oeste (ante los Lakers), y no la ha visto antes, echará a temblar. Arvydas Sabonis, Rasheed Wallace, Scottie Pippen, Steve Smith, Damon Stoudamire, Bonzi Wells, Detlef Schrempf, Brian Grant, Greg Anthony, Gary Grant, Jermaine O'neal, Stacey Augmon...digna de la más grande de las dinastías.

Los egos, problemas con las drogas y, conflictos en general, provocó el fatal desenlace que ha llevado en seis años la mejor plantilla de la historia a ser la menos respetada de todas.

Ilusionantes llegadas las de los rookies LaMarcus Aldridge, Brandon Roy y nuestro Sergio. No hace falta hablar más de Portland, con lo del 2000 y lo de ahora nos damos fácilmente cuenta de la idea.

Me marcho a ver la Lituania de Sabonis y la España de Fernando Martín y Sergio. Cuando lo dejé 47-30, dominando el partido.


Monday, August 28, 2006

El sueño de Cuban

Los primeros Play-Off de la tercera franquícia tejana que llegó a la liga, los Dallas Mavericks, llegaron en el año 84. Mark Aguirre lograba más de 29 puntos de media aquella temporada, muy bien secundado por Rolando Blackman y los Mavericks avanzaban hasta segunda ronda para caer ante unos Lakers que aquel año cedieron en la final ante Boston.

Un buen comienzo en Play-Off, para un equipo fundado en el año 1980, que se convirtió en la franquícia numero 23 de la liga. La segunda ronda volvió en el año 86, el fatídico número que se asocia con el último anillo celtico, otra vez con derrota ante los angelinos. Bien cogida les tenía la medida el equipo californiano, que volvió a derrotarlos en el año 88, en una final de conferencia resuelta a siete partidos. Los valedores de aquella gran gesta en Dallas eran los dos ya citados años atrás más los Perkins, Tarpley, Derek Harper y Schrempf.

Un año después, inexplicablemente, no se llegó a Play-Off, para volver en el 1990, por primera y última vez en aquella década, cayendo ante los Portland Trail Blazers. Ahora, y por respeto a sus aficionados, omitiremos estos diez años de su historia y que, por ejemplo, se consiguieron tan sólo 24 victorias entre las temporadas 93 y 94...juntas.

Cuban compra a los Mavericks un 20 de enero del 2000; gran día en una de las ciudades más importantes del estado de Texas. Su primer movimiento es traerse el gran contrato de Juwan Howard a cambio de Laettner, para compartir espacio con jugadores consagrados como el dos veces all-star Michael Finley, y los que vendrían luego (Nowitzki y Nash). Aquel año se logró una plaza por Play-Off y el equipo consiguió echar en primera ronda a los Jazz de Stockton y Malone. Se apuntaba alto, muy alto, aún caer en las semifinales del oeste ante los Spurs.

Van Exel y Lafrentz para jugar de pívot a cambio de Howard era lo que Cuban pretendía para que el equipo siguiera creciendo. La fórmula le valío para eliminar (sniff) a nuestros queridos Timberwolves en primera ronda, pero no para acabar con unos Kings que olían a anillo (y que, sniff, no fue conseguido).

Llegamos a 2003, en el cual el fundador de Broadcast optó por no hacer muchos cambios. Se llegó a la final del oeste, la fita más importante que hasta este año había conseguido la franquícia, pero de allí no se pasó por culpa, otra vez, de los Spurs. En 2004 llegaron Walker, Jamison y el horrible uniforme plateado y, aunque se apuntaba más alto que nunca, Cuban provó por primera vez el amargo sabor de caer en primera ronda. El verdugo fue, otra vez, Sacramento.

Jamison a Washington a cambio de Stackhouse y algo más, Walker a Atlanta y Nash a los Suns como agente libre. La gran revolución tenía como objetivo poner todo en manos del alemán Nowitzki y volver a soñar con el anillo. Se eliminó el sombrio gris y se optó por un pálido verde como color terciario, sin duda mucho más escayente. Se remontó un 2-0 en contra ante los Rockets de McGrady y Yao en primera ronda y se topó con los mejores Suns de la historia en segunda y con su ex-pupilo, alias el MVP Nash.

Y así estaba la cosa hasta este año, en el que se llegó a la final de la NBA, la primera. Grizzlies (sin duda lo más cómodo que puede tocarte en primera ronda), Spurs y Suns fueron las víctimas de Cuban hasta la consecución de la corona del oeste. En la final se tiró una ventaja en el tercer partido y se pasó del 2-0 al 2-4; y la culpa de otro: David Hasselhoff.

Sunday, August 27, 2006

Un caluroso verano

Campeones de la NBA en la temporada 2005-06, los Heat pueden presumir de ser el equipo más joven de la liga con un campeonato, pues nacieron en el mismo año que este lobito: 1988.

En aquella primera temporada de 15 victorias Kevin Edwards y Rony Seikaly eran los que apuntalaban una franquícia que por entonces poco prometía. Algo grande se estaba cociendo, un año después con la llegada de Glen Rice, que serviría años más tarde para traer a Alonzo Mourning.

Los primeros Play-Off llegarían en el año 1994 con Rice, Steve Smith y Seikaly a un gran nivel, y la correcta aportación de Baby Jordan (Harold Miner). Algo no fue bien un año después y tuvo que llegar Pat Riley y revolucionar al equipo con Mourning y Hardaway como lideres del proyecto. Los Magic estaban arriba, pero los otros de Florida tenían más de una carta escondida.

Un año después llega la primera final de conferencia, y la primera batalla ante los Knicks; la única que ganó Miami. Majerle, Lenard y un hombre que me trae grandes recuerdos, el jugador con mejor progresión del año 1997, Isaac Austin, y el titular que ilustraba su artículo en el número 2 de American Basket (Sangre Sudor y Lágrimas).

En el siguiente la segunda pelea entre los titanes de ambos equipos, y ex-compañeros (Mourning y Johnson), trajo consigo una temprana eliminación en Play-Off, para un equipo que quería plantarles cara a los Bulls. Un año después, con el Lock-Out, volverían a las andadas con un Heat-Knicks, pero en muy distinta situación: los de Miami como primeros del este, y los Knickerbockers como los octavos de conferencia. Otra pelea y la eliminación de un favorito al título, y con el jugador que quedó segundo en la votación para el MVP: el infatigable Mourning.

En el 2000 más de lo mismo. La enfermedad que contrajo Mourning y la decadencia en su juego de Hardaway fueron minvando la competividad de la franquicia, que entró en una profunda depresión. La salida, con extraordinario resultado, traerse un chaval de Marquette con el número 5 del Draft, para acompañar a Lamar Odom y Eddie Jones: Dwyane Wade.

El eléctrico escolta dio un giro de 360º a un equipo que pintaba a depresión, y clasificó a la franquícia de los Heat para los Play-Off. Una vez allí tomó las riendas del juego y logró eliminar a los New Orleans Hornets en su último año en el este y llegar a segunda ronda contra los Pacers, el equipo con mejor récord de la conferencia. Había nacido una estrella, pero pocos sospechaban que tambien una leyenda.

En el verano del 2004 los Heat son los elegidos de entre los 29 equipos para recibir en traspaso al pívot más dominante de la historia (no se me ofendas por el comentario Wilt, los dos sabemos que está por debajo del otro): Shaquille O'neal. Las lesiones hicieron estragos en la final de conferencia y aún forzar el séptimo partido ante los vigentes y sanos campeones, se quedaron a las puertas de la final; Stan Van Gundy había fracasado, o esto se debió pensar en los despachos.

Dulce es la venganza, volvieron a llegar y esta vez doblaron a un equipo que no se mostró ni más ni menos como el mejor de la temporada regular. Pat Riley había vuelto al equipo en medio de la temporada, y pretendía ser el segundo entrenador en ganar un anillo sin haber estado con el equipo desde el principio. El primero tambien había sido él.

El equipo generaba muchas dudas, desde buen principio y hasta el sexto partido de la final. Aún habiendo ganado tres partidos seguidos, pocos eran los que creían que los Heat se alzarían con el título. Pero aquella frontera que separa los hombres de los dioses se abrió para devolver a Dirk a donde le corresponde, y situar a Dwyane Wade en el olimpo. Y el 33 de los Heat, despues de muchos años de fidelidad, tenía su recompensa, que se verá reflejada pronto en el techo del American Airlines.

¿Primero de muchos? Esto se tratará más adelante, en el previo de la temporada.

Friday, August 25, 2006

Carmelo, cinco años más en tus manos

Desde el estado de Colorado, previo paso por la ABA, uno de los mejores equipos de los ochenta, la cienicienta a finales de los noventa, y un proyecto esperanzador en el nuevo milenio: los Denver Nuggets.

Su andadura NBA comenzó con el gran David Thompson liderando un genial proyecto en el que le acompañaban Dan Issell y Bobby Jones. Ya desde buen principio llegaban a Play-Off y se adaptaban con soltura a la mejor liga del mundo.

Llegarían a su última final de conferencia en el año 1985, con un English en estado pletórico y un Calvin Natt que hizo aquel año los mejores números de su carrera, que le valieron para llegar al All-Star. Un pedazo de equipo que anotaba 107 por partido, aún lejos de su mejor marca, subiendo el listón un poco año tras año.

Después de un pequeño bache volvieron los Play-Offs, y de que manera! Los Nuggets ante los Sonics, octavos contra primeros; los Sonics ganan los dos primeros al mejor de cinco y ponen un pie y medio en la final. Pero los hombres que lidera un Mutombo aún joven no se dan por vencidos facilmente, y consiguen una remontada histórica como pocas veces se ha visto en la liga. Abdul-Rauf y Laphonso Ellis tambien estaban por ahí.

El siguiente año volvieron a conseguir las ansiadas 40 victorias, aunque por aquel entonces ya no contaban con el factor sorpresa para tumbar al primer clasificado del oeste: los Spurs de David Robinson. El equipo tejano pasó por encima los Nuggets, un mes antes que Hakeem Olajuwon se bailara al MVP; pero esto es otra historia.

Después del año 95 llegó una racha de postemporadas vistas por la ESPN solo superada por los Warriors. El mesías se llamaba Lebron James, aunque el sorteo se alió con los Cavaliers y a los Nuggets les tocaba el número 3 del Draft: una buena elección con Carmelo Anthony, el que para muchos fuera el mejor jugador en el 2004, el tercer mejor del mejor Draft de la historia y, sobretodo, un hombre que cada año lleva los de Colorado en Play-Off.

Marcus Camby, Kenyon Martin, JR Smith, Andre Miller...son algunos de los hombres que deben dar un paso adelante, y lograr que los Nuggets dejen de ser un equipo de buen recordar, para convertirle en un equipo a respetar en los próximos años.

Algo más que un asterísco

Así se veía a los Spurs en 1999, un equipo con un anillo logrado en una fría temporada de lock-out. Un sophomore que luchó por el MVP, Tim Duncan, fue el responsable del primer campeonato de la franquícia tejana, otra que venía de jugar en la ABA.

En respuesta a todos sus críticos, entre los cuales destacaba Phil Jackson los Spurs solo podían hacer una cosa: volver a ganar el anillo, y entrar en la historia como una franquicia a respetar.

Leyendas como George Gervin ya no estaban, y la carrera de David Robinson tocaba a su fin. El gurú Jackson y sus Lakers les echaron a la cuneta en más de una ocasión, demostrando lo que ellos y la liga seguían pensando: que su anillo no era merecido, válido por dirlo de alguna forma.

El tercer three-peat en su carrera llegó con un Tim Duncan que en 2002 ya se había proclamado MVP, en una discutida votación en la que algunos optaron por Jason Kidd. Pero aún le faltaba algo, un anillo ganado tras 82 partidos más Play-Off. La luz de David se apagaba, y aquella parecía como una última oportunidad.

Una gran temporada regular de Tim, aunque otra vez su MVP decían que debía ir para Garnett, y los suyos valió para llegar un peldaño más arriba que lo que habían llegado en tiempos de los Lakers: la final de la NBA.

Allí se encontraron unos experimentados Nets que lucharon a brazo partido para llevarse su primer título de campeones. Pero, otra vez, la superioridad del oeste se puso de manifiesto y los de San Antonio lograron el primer anillo que ni Phil Jackson les podía discutir.

En su recerca de la dinastía cayeron en semifinales de conferencia ante los Timberwolves de Garnett, un equipo lanzadísimo hacia el anillo y en cuyo camino se topó Derek Fisher; y es que Horry ya calentaba muñeca en San Antonio, buscando lo que solo John Salley había logrado.

Hasta un año después no se le necesitó en todo su esplendor, ante los Detroit Pistons. Quinto partido; 2-2. Horry obra el milagro con canastas imposibles, un tremendo derroche de calidad y un triple convertido en la más sabrosa cereza del pastel...el que hornó en Auburn Hills.

Se llegó al séptimo y allí se vio uno de los mejores Duncans de la final. Aún hay quien dice que el MVP debería haber sido el argentino, pero para mí es el líder quien a la hora de la verdad cogió las riendas, y es quien más merece el premio.

Thursday, August 24, 2006

La historia de Reggie the Killer

Ya llegará un momento para hablar de los Pacers de la ABA, incluso de los Pacers cuando llegaron a la liga; hoy hablaremos de Reggie Miller.

En el Draft del 87 los Indiana Pacers, equipo cuya andadura por la liga transcurría sin pena ni gloria, elegían con el número 11 al enclenque anotador de UCLA. Poco imaginaban que descansaban en sus hombros los 25.279 puntos que en su carrera NBA han pasado por el aro.

El jugador hizo estragos en su carrera, sobretodo en los Play-Off...o eso opina el director y fan de los Knicks Spike Lee.

Una final NBA, ningún anillo. Finales del este ante Knicks, Magic, Bulls y otra vez Knicks antes de por fin llegar al borde del olimpo, y caer ante el mejor equipo del milenio. Llegarían a otra, ante los Pistons en 2004, pero a Reggie aún le quedaba una cima que conseguir. Conquerir a los Celtics, terceros del este, y casi obrar el milagro ante los Pistons.

Sólo el 31 de su periplo NBA merece los respetos del lobo, y por eso hablo solo de él. Y quien mejor que los Pacers para ser el equipo que tenga el más corto de los artículos sobre equipos. Mañana veremos quien me inspira y ahora, muy cansado, voy a hivernar.

Friday, August 18, 2006

Despido temporal

No quería irme esta vez sin despedirme de todos vosotros. Volveré el jueves 24, dos días después de siemprebasket y Peter Mihm.

El motivo: voy ha hacer de monitor en un campus de baloncesto. Siento dejaros sin el artículo de mañana, pero tendría que hacerlo con prisas ahora o muy temprano y prefiero esto, y terminar la serie cuando vuelva, a partir del jueves que viene.

Se echará de menos el blog, realmente esto es adictivo. Hasta la próxima!

Bobs Third Road

Sin ser muy habitual en mí, ya que normalmente publico uno por día y de momento solo un artículo de cada equipo, la maravilla Bobcat creo que merece pasar a la historia en medio de tan escrito franquiciero. No dejeis de leer y opinar en el de hoy, dedicado a los New Jersey Nets.

Sin más, aquí presento el nuevo look Bobcat, el tercer uniforme, que no se a vosotros pero a mí se me cae la baba.

Me encanta el nuevo look, parecido a los Knicks...gran acierto en Charlotte.

NO dejeis de leer el artículo de los Nets!!!

Un tricolor se va a Brooklyn

Después de reinar en la ABA gracias al dunker más famoso de los setenta, Julius Erving, los Nets de New York llegaron, junto a cuatro compañeros, a la NBA. No fue muy lucida la primera temporada, en la que Nate Archibald llegó al equipo en medio de la misma, y firmaron un balance de 22-60 final.

Con Williamson y la novedad de Bernard King se lograron los primeros Play-Off en 1979. Aún así, la segunda ronda no llegaría hasta 1984, con la entrada en vigor del sistema en que ocho equipos por conferencia disputaban el Play-Off. Pasaron por encima de los Sixers defensores del título, con un equipo en que destacan nombres como Darryl Hawkins, Buck Williams o Michael Ray Richardson.

Con cuentagotas llegaban las victorias y las presencias en Play-Off. A principios de los 90, llegaron al equipo dos figuras universitarias que prometían llevar al equipo muy arriba: Derrick Coleman de Syracuse y Kenny Anderson de Georgia Tech. Con la inclusion de Petrovic, aquel equipo parecía no conocer un techo a largo plazo. Pero las caídas en primera ronda, la muerte de Drazen, y el más bajo de lo esperado rendimiento de Coleman y Anderson, que iban para estrellas, lastró un proyecto ilusionante, devolviendo a los Nets a la tierra de donde venían. La zona mediocre de la liga.

Les ví en Play-Off por primera vez en el año 1998 y como octavos se enfrentaron a los Bulls. El rookie Van Horn, Cassell y un pívot all-star aquel año como Jayson Williams eran las piezas fundamentales del engranaje. Del primero basta con decir que su primer año fue el segundo mejor de su carrera, del segundo que se fue a Milwaukee en el traspaso a tres bandos que trajo a Marbury y del tercero que se retiró temprano y que tuvo algun problemillo con la justícia.

Tuvo que llegar el espavilado que endosó a Marbury a los Suns a cambio de Kidd para que los Nets volvieran a la postemporada; y de que manera. Ante los Lakers y con la valentía de vestir de gris en el Staples ante el amarillo Laker pero...les barrieron. Volver el año siguiente y caer con honor y con dos victorias ante unos Spurs que ya eran algo más que unos campeones con asterísco.

Los escuderos de Kidd en los Nets eran ni más ni menos que unos jovenes y descarados Kenyon Martin y Richard Jefferson. Aún juntos lograron las semifinales de conferencia al año siguiente y cayeron ante los Pistons...es decir, los campeones, por tercer año consecutivo.

Rompieron su racha el año pasado ante los Heat, ya con Vince Carter ejerciendo de maestro de ceremonias y siendo el principal receptor del arte de Kidd. Es decir, cayeron ante los que, de no haberse lesionado sus estrellas, podían haber ganado el anillo.

Como este año, mismo rival pero en semifinales. Y volvieron a las andadas, cayendo ante los campeones...

Se me hace difícil imaginar el vigente proyecto de los Nets en título. Más que nada, porqué puede que se haya agotado su ciclo, y porqué hay rivales que a lo mejor no tendrán un tridente más poderoso, pero sin lugar a dudas tienen mucho mejor banquillo.

Esta es la historia de los Nets, un equipo que tuvo que esperar hasta el nuevo milenio para hacerse respetar en la mejor liga del mundo. Esperemos que pronto podamos ver a los Nets de Brooklyn alzar el trofeo de campeones de la NBA, y unirlo a sus dos trofeos de la ABA.

Thursday, August 17, 2006

El honor capitalino

Para mí escribir sobre los Wizards es un duro ejercicio de paciencia y sacrificio. No me gusta la franquicia, no me gusta su uniforme, no me gusta su historia...Aún así convertire el sentimiento de odio en pasión e intentaré que me salga un escrito digno de los otros que he hecho.

Precisamente con la mala leche de dos días sin poder conectarme a internet voy a sacarme de encima un equipo que, francamente, me importa más bien poco. La franquícia que a las puertas del milenio se dio cuenta de que Bullets no era un nombre apropiado por un equipo de baloncesto, aunque no soy partidario del cambio de nombre sin cambiar de ciudad, y optó por un nombre que coincide en la letra inicial con la ciudad y un logo que, hay que reconocerlo, es bastante bonito.

Campeones en el 1978, después de una decada en que fueron uno de los equipos más fuertes de la competición, este equipo procedente de Baltimore entró en un pequeño bache del que no salieron hasta 23 años después: lograr una segunda ronda de Play-Off.

Antes habían pasado por el equipo un Moses Malone cuesta abajo, la curiosa pareja Manute/Muggsy, los ex-Michigan Webber y Howard...y el Jordan más lleno de hamburguesas que la NBA ha conocido. Y nada dio resultado.

Tuvo que llegar el mayor robo del Draft del 2001, Gilbert Arenas, y solucionarlo a su manera. Tirando del carro, y nunca mejor dicho, liderando junto a Antawn Jamison y Larry Hughes a los de la capital a su meta más ansiada en dos décadas. En el segundo intento, el tatuado complemento se había pasado al lado de King James, y juntos impidieron a los Wizards volver a alcanzar el tan ansiado objetivo.

Para mí como si tardan 23 años más en lograrlo, pero que no cometan el error de cambiar el logo.

Monday, August 14, 2006

La recompensa de ser malo

En la liga desde la temporada 48-49, los Fort Wayne Zollner Pistons no tardaron en hacer las delicias de su propietario, fabricante de componentes de automóbil, al llegar a dos finales consecutivas de la liga. No se consiguió el soñado título, y Fort Wayne vio un relevo en Detroit, la ciudad de Michigan a la que le iba como anillo al dedo el nombre de la franquícia.

Muchísimo tiempo después, y con el paso de leyendas como Yardley, DeBuschere, Bing o Lanier, el sueño se materializó. En el año 1988, el del nacimiento de este pequeño lobo, dieron el primer aviso al llegar a la final de la NBA, en la que cayeron ante los últimos Lakers campeones del Showtime. Volvieron un año después y, aún un mermado Isiah Thomas, se alzaron con el título. Los Bad Boys, cuyos componentes más conocidos son el nombrado base, Dumars, Aguirre, Vinnie el microondas, Dennis Rodman, Rick Mahorn, John Salley y el más malo de todos ellos, el gran Bill Laimbeer.

Este estado de gracia, el dominio de los chicos malos en la liga, se alargó otro año, al vencer a los Portland Trail Blazers en la final del 1990. Un año después, la historia dio un giro, y aquellos Pistons se convirtieron en la primera de las víctimas del gran Air. Michael Jordan, barría a los de Michigan de la final de conferencia, terminando una de las dinastías más famosas y singulares de la historia de la liga.

Pasó mucho tiempo antes de volver a ver aquel equipo en las finales. Aún con Grant Hill o Jerry Stackhouse, Detroit no ganaba más que para llegar y caer en primera ronda de Play-Off. Un sorprendente equipo de marginales logró en 2003 meter a los Pistons en la final de conferencia. Un año más tarde, y con incorporaciones de la talla de Rasheed Wallace, y el sorprendente joven, Tayshaun Prince, lograron el pase a la final contra los favoritos en el este, los Indiana Pacers. BAD IS BACK.

Una vez allí, el quinteto más famoso de la NBA hasta este verano (Wallace-Wallace-Prince-Hamilton-Billups), se conformó en ir de víctima, como quien ya no puede dar más de sí. Una gran mentira, este grupo de jugadores logró el tercer anillo para el viejo Fred y barrió a los segundos mejores Lakers de la historia (al menos sobre el papel).

Y de no haber sido por Robert Horry, a saber si ahora mismo estaríamos hablando de otra dinastía. Otra de dos años, puesto que parece que Dwyane Wade, como en su tiempo hizo Michael Jordan, se ha encargado de que lo más cerca que les queden las finales, sea la de conferencia.

Ahí se queda, tres anillos de campeón de la NBA. Ahora viene la pregunta: ¿Han acabado las opciones de triunfo para el equipo de Detroit, con la marcha de Ben Wallace y después de esta gran temporada?

Sunday, August 13, 2006

Volando bajo

Esta es la situación de los Hawks que he conocido. Un deprimente equipo que no acierta en los Draft, traspasa mal y, en general, no da signos de recuperación.

No será por potencial, pues esto no le ha faltado a las plantillas del equipo de Georgia que he ido conociendo. Buenos jugadores para dejar en buen sitio el equipo de leyendas como Bob Pettit, que les dio en St Louis su único anillo y Dominique Wilkins.

Mirando atrás, el primer equipo que concocí de las aves rojas fue aquel en el que había grandes jugadores como Laettner, Steve Smith o Mookie Blaylock y entrenados por Lenny Wilkens...¿Equipo de Play-Off? Me olvidava, estaba Mutombo, el mejor defensor de aquella temporada 96-97. Pasaron de primera ronda ante los Pistons de Grant Hill y cayeron contra unos Bulls lanzados hacia su quinto anillo.

Resumiendo, los Hawks eran uno de aquellos equipos respetables, que uno pensaba que nunca caerían al pozo. Una temporada después eran eliminados en primera ronda por Charlotte y el siguiente en semifinales ante aquellos octavos Knicks. Tres años consecutivos, y nunca más los he vuelto a ver en Play-Off.

Isiah Rider, Jim Jackson, Jason Terry, Toni Kukoc, Lorenzen Wright, Shareef Abdur-Rahim, Theo Ratliff, Glen Robinson, Antoine Walker, Al Harrington, Joe Johnson...Argumentos han dado, pero la caída ha sido progresivamente, y ni el más dominicano aficionado Hawk no tiene muchas esperanzas de variar la trayectoria.

Varios temas pendientes; por un lado, el futuro de Al Harrington, la progresión de Joe Johnson y la explosión de Marvin Williams. En el plano negativo está la discutible elección de Shelden Williams, la abundancia de aleros puros en el equipo y el hecho que no llegue ningún agente libre de alto calibre...

En mi opinión, será difícil ver a los Hawks salir del pozo. Evidentemente lo harán antes que los Warriors, pero no será esta la temporada. Antes veremos a los Bobcats en Play-Off.

Ahí os lo dejo, segundo retorno en una semana. El artículo de hoy es un poco precipitado, poco premeditado y escrito con nueve horas de sueño acumulado en tres días de fiesta. Perdonadme en caso de no ser uno de los mejores.

Wednesday, August 09, 2006

La fiebre amarilla

A lo mejor no habrá lagos en California pero, ¿a quien le importa? Alguien prefiere Palm Trees a Lakers? Alguno de ustedes cambiaría el púrpura y el amarillo por cualquier otro color?

Si ahora la ciudad de los lagos es la más grande de California es gracias al equipo que comenzó su andadura con el primer gigante que el mundo del baloncesto profesional conoció: George Mikan. Con el 99 en su espalda, lideró a la laureada franquicia a cinco anillos en seis años en la década de los cincuenta. El equipo, por entonces en Minneapolis, se convirtió ya de buen principio en la más respetada de las franquicias en la liga profesional.

Con el cambio a la ciudad de los ángeles se omitió el amarillo por poco tiempo, pero el ansia de triunfo no cambió en absoluto. Hombres como Jerry West o Elgin Baylor lucharon contra corriente para lograr el sexto para la ya californiana franquicia. Un muro infranqueable en forma de trébol alargó la espera hasta el año 72, en el que un veterano Wilt Chamberlain acudió en su ayuda para poner las cosas en su sitio.

Más bien no fueron brillantes los setenta, y se llegó al año 1979 con un numero 1 del Draft que con gran acierto aprovecharon para traer a Earvin Johnson, de la universidad de Michigan State. El joven base de más de dos metros lideró en un épico sexto partido ante los 76ers al séptimo anillo, sin Kareem Abdul-Jabbar a su lado. Era tan sólo un rookie, pero logró que su actuación no fuera olvidada en el transcurso del tiempo.

Pat Riley y el Showtime dieron a los Lakers otros cuatro anillos. Podrían ser más, pero los mejores Celtics, Pistons y Bulls de la historia se encargaron de evitar el dominio más grande desde los años sesenta por parte de un solo equipo.

Catorce anillos en veintiocho finales. Los tres últimos logrados con el Three-Peat de O’neal, Bryant y Jackson. Blazers, Kings, Spurs, Pacers, 76ers, Nets...o lo que es lo mismo: Webber, Miller, Iverson, Kidd...jugadores que les deben a ellos tener las manos libres de anillo.

Allí iban veintisiete. En 2003 las peleas, lesiones y causas ajenas a la historia no lograron el cuarto del milenio, y décimo de Jackson. Llegamos al 2004: Payton y Malone como refuerzos de lujo, una plantilla incomparable a otra. Sobran las palabras, era la mejor de la historia...

Pasaron los Play-Offs. Después de ver caer a los Wolves me fui a Londres de viaje de fin de curso. Olvidada la pesadilla del primer partido, el triple de Bryant en el segundo puso las cosas en su sitio.

Había sido un espejismo, nada de aquello podía ocurrir de verdad. Última noche en Londres, tranquilo en mis presentimientos me conecto a internet. Aquello no había pasado; como en 2001, perder el primero y acabar 4-1. Este era el resultado, pero a favor de los Pistons. No veía a Kobe en la foto con el trofeo de MVP de las finales. Vestía de blanco y era Chauncey Billups,..

Muy decepcionado llegué a mi casa para ver el quinto grabado. Fue vergonzosó, y durante una época llegué a odiar a mi primer ídolo, Kobe Bryant y, sobretodo, a O’neal. Mis sentimientos en cuanto el primero han ido cambiando pero a Shaq sigo sin soportarlo.

Con mi ilusión nunca se había jugado, nunca un Chauncey había sido el mejor en una final y nunca un equipo de infravalorados había podido con los que, con toda la razón, se creían mejores que ellos. Nunca una final ganada desde el julio del 2003 se había regalado de tal forma.

El gigante ha ganado su cuarto anillo y el MVP 2006 ha entrado en la historia con sus 81 puntos y otros épicos logros. Pero la mediocridad de la plantilla no da para más que llegar a la postemporada y, una vez allí, ponerlo todo en las manos de Kobe.

Tuesday, August 08, 2006

La dura travesía hacia el anillo

Para muchos los Suns eran, antes, un equipo que vestía bien con constante presencia en los All-Stars, las postemporadas, la carrera para el MVP...Un equipo atractivo, que no debía darse por muerto y que en incontables ocasiones ha aspirado al anillo.

Nos encontramos ante una de estas ocasiones, un momento cumbre que no debe desaprovecharse. Nash, Stoudemire y Marion no pueden dejar pasar el tren que antaño perdieron Alvan Adams, Paul Westhpal, Charles Barkley o Kevin Johnson. Ellos tienen la gran responsabilidad de dar a los Phoenix Suns su primer anillo e, incluso, llevarlos a una dinastía.

No siempre un juego atractivo, grandes estrellas y un dos veces MVP son garantía de anillo. Que se lo digan a los Kings, los Mavericks o los Jazz de Malone y Stockton. Para mi el problema para los de Arizona pueden ser los Cavs y los Heat. En resumen, que los veo en las dos o tres próximas finales de la NBA.

El púrpura y el naranja nunca estuvieron tan de moda. El desenfado del base canadiense, el acierto de los hombres exteriores y una gran dirección desde los despachos dieron este año más fruto de lo esperado. Remontada ante los Lakers, baño a los Clippers en el partido decisivo y mucha, mucha guerra, a unos muy superiores Mavs que llegaron con la batería mucho más cargada.

Añádele a esto un aspirante a MVP para los próximos años como es Amaré Stoudemire y el resultado solo puede ser uno: anillo.

Y como he dicho antes solo veo dos posibles obstáculos en su glorioso camino: Flash Wade y King James. Para mí solo estas dos futuras leyendas de la liga pueden alejar a los Suns de un back-to-back NBA Titles. Y ya lo dije una vez pero lo repito: los tres próximos anillos irán para Miami, Phoenix o Cleveland. A lo mejor el tiempo no me da la razón pero no veo ahora mismo equipo que les pueda hacer sombra. O mejor dicho, jugadores que puedan superar a los James, Wade y Stoudemire, el futuro de la liga.
Y de los tres, Amaré es el que tiene, ahora mismo, mejor compañía. Y con su nuevo número 1 en la espalda intentará dar el primero de sus anillos a la franquicia que hizo que mi padre dejara de ser un Celtic para pasarse al amor al espectáculo que prodigan los de Arizona.

PD: True Wolf vuelve, aunque seguramente solo por 3 días para marcharse de fin de semana.