Thursday, February 28, 2008

Osos hivernando en abril

Tras un parentesis algo largo después del artículo de los Lakers el lobo se pone de nuevo el mono de trabajo y da forma a un nuevo análisis. Llega el turno de los Grizzlies, el equipo de baloncesto con mayor número de retransmisiones televisivas en la historia de nuestro país y que a día de hoy se dedica a repartir amor en forma de victorias a todo rival que se les pone delante.

Equipo de muchos, pero cada vez de menos. Casualidades de la vida, los verdes de noviembre mudaron a amarillos en febrero (la mitad más o menos), y aquellos que llevaban años disfrazados de oso reniegan ahora de su omnívoro pasado y se bañan desnudos en un lago dorado. Lo sé, metáforas malas donde las haya, espero que los que se pasan a menudo me disculpen y los menos habituales caigan en la cuenta que no acostumbro a hacer este tipo de cosas... Sin más dilación, ¡qué empiece el artículo!

Plantilla actual: De no ser por la irrupción a última hora de los Sonics en el mercado, sus traspasos habrían sido los más descaradamente dirigidos a conseguir expirings de cara a posibles fichajes veraniegos. Finalmente le entró miedo a Wallace, que dejó el traje a medias con Mike Miller aún en Tennessee, privando así la confirmación de Rudy Gay como el líder de esta franquícia en plena reconstrucción.

En su correspondiente apartado en mi célebre artículo "Draft League", me daba cuenta de la histórica fijación que tenían los Grizzlies con los bases, algo que confirma las tres opciones más que decentes (pero ninguna sobresaliente) que tiene para este puesto (Lowry, Crittenton y Conley). Completan la rotación exterior Mike Miller, Juan Carlos Navarro y Casey Jacobsen, teniendo en cuenta que en el "esquema Iavaroni" Gay o Warrick deberían ser más bien considerados como cuatro.Y es que la maldición Brian Reeves sigue asolando a la franquícia, por mucho que dejaran British Columbia y su primera elección en el Draft ya muy atrás. La máxima de la era Gasol sigue cumpliendose, y el juego interior de Memphis sigue siendo el peor de la liga. Bastan tres apellidos y sus correspondientes nombres para darnos cuenta de la magnitud de la tragedia: Kwame Brown, Darko Milicic y Jason Collins.

A grandes rasgos esta es la plantilla de los Grizzlies, teniendo en cuenta que del roster oficial dudo que valga la pena comentar los casos de Andre Brown, Brian Cardinal y Aaron McKie. Sobre el papel "Run&Gun" y rotaciones cortas, dirigidos por un gran base y con capacidad para correr. Resumiendo, un copiar pegar de la "exitosa" formula de D'Antoni pero que no cuenta con las mismas armas.

Si impera la lógica deberiá haber muchos cambios en un futuro. Como parece el objetivo es construir a partir de Gay y Conley, y en esta línea sobra uno de los dos bases restantes y Mike Miller. Warrick también parece destinado a quedarse, mientras que del juego interior probablemente Milicic siga con toda seguridad. Pero esto es otro cantar y se comentará en otra sección...

Cuerpo técnico: Ya era sospechoso que alguien por el que habia auténticas bofetadas acabara en Memphis. Recuerdo que me extrañó muchísimo vistas las numerosas ofertas que se le presuponían, ya que yo en su mismo caso no me hubiera arriesgado a ir a una franquícia en una ciudad poco importante, que venía de ser la peor de la liga y que, por si lo anterior fuera poco, jugaba en el oeste. Visto en perspectiva mi pregunta es: ¿realmente media liga se peleó por Iavaroni? Yo no me lo creo, más que nada porqué si no seguro que a día de hoy no estaría en Memphis.

Dejemos esto aparte y centrémonos en su temporada. Muchas de las decisiones que antes se veían como discutibles encuentran hoy su lógica visto el traspaso que terminó con Gasol cambiando de aires. En una situación normal la franquícia buscaría surtir de balones al líder para que subiera su precio de mercado, pero si el plan era sacárselo de encima a cambio de un expiring (por malo que fuera) esto ya pasaba a un plano secundario.

Si Iavaroni era conocedor de las intenciones de la franquícia el jugar con pequeños (en vistas al juego interior que sabía que le acabaría quedando) y entregar a Gay los galones de líder también tiene su lógica. Lo mismo que apartar a Stoudamire, no dar oportunidades a Swift a pesar que Milicic decepcionaba o disminuir el peso de Mike Miller en el ataque. Tiene su lógica, solo digo eso, y no es lo mismo que estar de acuerdo.

A pesar de entender algunas decisiones de Iavaroni, para mí sigue sembrando muchas dudas... Algo que, por otra parte, no puede decirse del GM, que en solo medio año al cargo ya alcanza a Isiah Thomas en el índice de patanería en lo que a dirección de franquícias NBA se refiere. Pocos traspasos han levantado tantas voces en contra y han transformado a un equipo, de la noche a la mañana, en uno de los máximos favoritos. El Gasol por Brown y Crittenton es un intercambio tan claramente desfavorable a Memphis que de haberlo firmado Jerry West estaríamos hablando de ventajismo.

Wallace hizo su lectura, y con su argumento en mano está claro que esta era la mejor opción. Kwame es un expiring algo que liberará salario en verano para fichar un agente libre. De acuerdo hasta este punto, pero entonces me pregunto por qué dejó el trabajo a medias. Si lo que quería era reconstruir de cero con Gay de líder no entiendo porqué al final se quedó con Mike Miller. Quizás la dirección era Cleveland, y la aparición de Seattle y Chicago en escena cerró definitivamente esta puerta sin tiempo de buscar otra...

Imagen: Como toda franquícia de expansión que se precie empezó su andadura en la liga haciéndose notar. Mientras sus compatriotas orientales se decantaban por el otro color de moda (púrpura), ellos optaban por el "teal blue" que tantas críticas estaba levantando en Detroit, y que también estaba presente en las imágenes corporativas de Hornets, Spurs y Jazz (y por poco Clippers).

Visto la horrendez de su imagen en general (marrón con rojo y verde azulado, tótems, garras...) optaron por algo más modesto en sus últimos años en Vancouver y en su primer trienio en Memphis. Con la elección del negro como color secundario se aparcaba un poco el despropósito, a la espera que la adaptación al nuevo estado diera con una imagen mucho más agradable...
La similitud con FedEx imposibilitó un cambio de nombre por Memphis Express, con lo cual no quedó más remedio que cambiar el escudo manteniendo un nombre nada adecuado a la ciudad de acogida. El resultado fue un elegante oso de líneas egipcias y, como Hawks, Bulls, Bucks, Wolves, mirada al frente. Tonos azulados y fuentes dobles muy originales y estilizadas, algo fresco lejos de la "Toon Obsesion" de los noventa.

El escudo sigue siendo para mí uno de los mejores de la liga, al igual que los colores. El primer uniforme saca mucho jugo a la gama de colores mientras que el segundo es algo frío, pero ambos son muy bonitos. Hace tiempo que espero un alternativo al estilo de los Jazz, pero los de Salt Lake se avanzaron y al tener la misma gama de colores parecerá que se lo copian cuando ambos diseños fueron presentados paralelamente.

Escudo, uniformes, colores y diseño en general están llamados a perdurar muchos años, si bien solo un anillo (que no llegará) haría que se eternizara en la historia de la franquícia. Los colores son atemporales, con amarillo o azul celeste como alternativa según los tiempos que corran y el azul marino como el valor seguro que se reproduce en la mitad de equipos de la liga a día de hoy.

Potencial futuro: Si nos referimos al de la plantilla actual es pésimo, vistos los tiempos que corren en el actual oeste. Con Gay como líder las posibilidades de revivir una situación como la de los Magic en 2004 es más que segura, y no se vislumbra un gigante chino en el horizonte que pueda acompañarle. En este sentido se antoja imprescindible destinar el espacio salarial disponible a un agente libre que valga la pena.

La ilusionante era que se abría paso en 2001 tras el fiasco de nombres como Reeves, Dickerson, Rahim o Bibby se cierra con el adiós de Pau Gasol. Con él, Battier, Williams, Posey o Miller se llegó a tres postemporadas consecutivas, aunque en todas ellas salieran barridos. Ahora empieza una nueva reconstrucción, y Gay, Warrick y Conley son los tres pilares de esta estructura a la que le queda mucho para llegar a ser competitiva.

Comercialmente hablando el 22 de los Grizzlies lo tiene todo (salvo el apellido). Mates espectaculares, físico imponente, fisonomía agradable, pasado en los Huskies... Su destino es liderar al equipo de Memphis hacia sus cotas más altas, pero hasta el momento no ha demostrado tener ni cabeza ni compañeros (ni siquiera entrenador) capacidados para ello.

El mercado de agentes libres de este próximo verano (además del Draft) marcará un antes y un después en las opciones de este equipo cara a campañas venideras. Lo más urgente es reforzar el juego interior, y todo apunta a que nadie es imprescindible en este nuevo lavado de cara excepto Rudy Gay y Mike Conley.

Lo que yo haría: Si fuera GM lo último que haría sería embarcarme en esta aventura. Memphis es un mercado muy pequeño (y un nuevo traslado se avecina en el horizonte próximo), la plantilla es mediocre y el oeste está intratable, y huele a que va a estarlo por muchísimos años. Aún así, si finalmente aceptara el cargo, los cambios seguirían el siguiente orden: traspasos, Drafts y agentes libres.

Miller, Navarro, Milicic, Lowry (o Crittenton)... Todos ellos son prescindibles y pueden salir en un traspaso, ya sea después de un sign&trade a cambio de un interior o por simples rondas altas en el Draft. Esta es la prioridad, construir a partir de elecciones de lotería y, sobretodo, reforzar el juego interior que es lo históricamente maldito en el equipo de los osos.

Lo que se comentó en su día: Me sorprendo a mi mismo contradiciendo los argumentos dados en la sección "Imagen". Suscribo lo que dije en este artículo en el sentido que los prefería en Vancouver, pero los colores eran horribles y esto es innegable. Por otra parte lamentaba que mi único lazo con el equipo de Memphis ya no estuviera allí: Shane Battier.
Wilt llegaba el primero y criticaba el nombre del equipo como, por ejemplo, pasa también con el de Jazz en Utah. Eso sí, como buen Laker y buen conocedor de la historia de la liga se negaba a cualquier posible cambio y crítica del nombre "del equipo de Los Angeles". También criticaría los osos de Memphis McMillan, citando el ejemplo de Utah.

Otro tema espinoso era el del traspaso de Battier por un viejo conocido como Swift y el rookie Rudy Gay. Rafita deseaba que el tema saliera bien, mientras que McMillan tenía ciertas dudas respecto a perder un hombre de vestuario como Shane para traerse un rookie con fama de conflictivo y recuperar un Swift del que ya sabían que no podían esperar mucho...

http://taylorwolves.blogspot.com/2006/07/mis-lazos-con-los-osos.html

Conclusión: Si con Gasol el equipo ya no creaba ilusión, imaginen ahora. De hecho, si no fuera por Navarro, ninguna retransmisión baloncestística de este equipo sería justificable tras los años de sufrimiento que hemos vivido últimamente. Pero no parece que vaya a haber tregua, pues los Grizzlies pueden ejercer una "player option" sobre el escolta de Sant Feliu y poseen además los derechos del hermanísimo. Con este panorama el menú para los próximos años no variará mucho: "Grizzlies incluso en la sopa, como hasta ahora".

Teniendo en cuenta el panorama habrá que esperar que se hagan con un agente libre de relumbrón y que Gay siga siendo tan espectacular como siempre y, si no es mucho pedir, ejercer de jugador franquícia y ser un poco generoso. Y con todo esto hará falta un milagro (o un número uno del Draft) para que una franquícia con tan poco nombre aspire a mucho más que llegar a Play-Offs y alargar su racha de contar por derrotas los partidos jugados en postemporada...

Friday, February 22, 2008

Hablemos de ASPIRANTES

Toca poner a cada uno en su sitio y, en mayúsculas, hablar de quién es quién a estas alturas y desarrollar que los convierte en aspirantes, cuales son sus puntos a favor y cuales sus flaquezas. Elevaré hasta nuevo el número de equipos que para mí merecen tal consideración, podríamos citar a más pero pienso que en el lado atlántico Raptors y Magic generan demasiadas dudas, mientras que en la otra punta del mapa no creo que equipos que se disputarán quién se queda fuera de los tres como son Nuggets, Rockets y Warriors merezcan tal consideración.

Nueve son mis elegidos, aunque entre estos citaría a cinco por encima del resto. A día de hoy Celtics y Cavaliers son los candidatos a tener en cuenta en el este, con los Pistons aguantando el tipo pero con el recuerdo de sus últimos fracasos en la final de conferencia. En el oeste pienso en Spurs, Suns y Lakers como los más serios, sin desmerecer los racheados Jazz, los no tan sorprendentes Hornets y los dudosos Mavs.

BOSTON CELTICS: Con la máxima exigencia desde el primer día y la misión histórica de acabar con la maldición céltica, Pierce sigue siendo el líder simbólico en un equipo de perdedores que quiere acabar con su oscuro legado de una vez bajo el mismo paraguas. Arropados bajo los colores más laureados de la liga, el Big Three del siglo XXI es, desde principios de la temporada 2007-08, el aspirante por excelencia.

Ya sea por trascendencia histórica, por la calidad de sus adquisiciones o por la necesidad de buscar algo fresco tras una temporada decepcionante, el envejecimiento de los Pistons y los nulos refuerzos en Cleveland convirtieron a este equipo en la esperanza del este. Con el tiempo no han hecho más que dar la razón a sus valedores, aunque con ello hayan provocado un refuerzo en masa que, a la hora de la verdad, quizás se gire en su contra...

A favor: La calidad y ambición de sus estrellas, la historia que hay detrás de la franquícia, Auerbach moviendo los hilos desde el cielo, el bajo nivel en el este, el mejor récord de la liga, un tirador fiable en momentos clutch...

En contra: Las urgencias históricas, un banquillo corto, un trío que nunca ha ganado nada, un entrenador que genera dudas, dos titulares que están muy verdes, un proyecto a corto plazo, la maldición céltica, la portada de Sports Illustrated...

CLEVELAND CAVALIERS: Como dijo Lebron con la humildad que le caracteriza "seremos aspirantes mientras yo esté sano hasta el final". Por banidoso que suene dicho de uno mismo, en este caso "The Choosen One" tiene más razón que el santo que quizás acabe siendo cuando su carrera finalice. Él es la clave, la mediocre plantilla que había al empezar la temporada aspiraba a todo mientras el líder estuviera en plenitud de facultades.

Y uso una forma pasada del verbo haber porqué así es desde el trade deadline. El 23 estrenará complementos nuevos de trinca gracias al primer movimiento decente de la era Ferry, que le ha traído un base que a poco que haga arrinconará a Eric Snow, un tirador fiable y que además es uno de mis jugones favoritos (Szczerbiak) y un número uno del Draft al que los Wolves le firmaron un contrato ilegal y que estaba haciendo una gran campaña en Chicago (Joe Smith). Ah, sí, también a un cuatro veces All-Star y mejor defensor y campeón de la NBA llamado Benjamin Wallace, quizás os suene...

A favor: El elegido, compañeros que saben quién manda, un entrenador simpático, una gran defensa, experiencia en las finales, juego interior poderoso, buenos tiradores, un uniforme precioso, banquillo...

En contra: El barrido frente a los Spurs, las ansias de venganza de los Pistons, la ambición de Garnett y sus secuaces, la sombra de Jordan, lo poco que transmite Mike Brown, la chulería de James...

DALLAS MAVERICKS: De haber establecido a ocho el número máximo de equipos sobre los que escribiría los de Cuban no hubieran pasado el corte. Dos fracasos como los que han sufrido hacen mucho daño a un proyecto, basta recordar los Jazz post-Jordan o los Lakers de Baylor para darnos cuenta de ello. Nowitzki está apagado y Kidd, por mucho que se empeñe, no dará el salto de calidad que si da Gasol a los Lakers u O'neal, para bien o para mal, puede dar a los Suns.

Nadie confía en ellos, pero a diferencia de los Pistons o los Spurs no se sienten bien siendo el tapado, aunque se ha demostrado lo mismo cuando su condición es la de favoritos. No les veo pasando de primera ronda, pero una plantilla con apellidos de la talla de Kidd, Nowitzki, Howard o Terry merece, como mínimo, el beneficio de la duda, por mucho que no te atrevas a dar un mísero céntimo por ellos...

A favor: Mucho más a ganar que a perder, facilidad para mejorar la imagen de antaño, un base con dos finales jugadas, la predicción del mentor de Nowitzki, el crecimiento de Josh Howard, un muy buen banco...

En contra: Juego interior de mal en peor, confianza posterior a dos fracasos sonados, el crecimiento de nuevos aspirantes, dudas del entrenador según el rival, ninguna continuidad a lo largo de la Regular Season en cuanto a juego y resultados...

DETROIT PISTONS: Cinco finales del este disputadas de forma consecutiva les avala, más teniendo en cuenta que los únicos precedentes históricos de un logro de tales características se resume en el este con los Celtics en los sesenta, setenta y setenta y los Bulls del 89 al 93. Todos ellos acabaron con multitud de anillos, mientras que la sexta presencia seguida de los Pistons supondría de caer eliminados un triste 16% en lo que a consecución del título se refiere.

Por otro lado, desde el 2004 nunca habían ido más de tapados. Todo el munda les sitúa un escalón por debajo de los Celtics y los Cavs, por más que aguanten el ritmo de los primeros y estén por encima de los segundos. Más allá de la segunda ronda todos tenemos en mente que es un logro, visto lo demostrado por Flip Saunders en Michigan, fracasando en dos finales consecutivas a pesar de tener el mejor récord de la liga en la primera...

A favor: Cuatro que juegan de memoria y que no se cansan de ganar, un pabellón caliente en el mes de mayo, más experiencia que los otros dos aspirantes, un banquillo que también aporta, la poca presión a la que se ven expuestos...

En contra: El cansancio que se ha demostrado en los últimos años, la incapacidad para frenar el Big Three de lleno o a Lebron en solitario, el paso de los años, la poca vida que por lógica le debería quedar al proyecto, la poca confianza en piezas aprovechables desde el banco...

LOS ANGELES LAKERS: Con el traspaso de Gasol amplían a nueve el número de aspirantes, aunque supongo que también hubieran sido tenidos en cuenta por el progreso de Bynum, el espectacular despliegue del triángulo ofensivo y, por encima de todo, por la presencia en la plantilla del mejor jugador de la liga (al que tarde o temprano se premiará con su merecido trofeo al MVP y al de mejor defensor, otro que no dudo que ganará).

Verles jugar es una delicia, dos de sus estrellas saben lo que es ganar (campeonatos NBA, ACB y mundiales) y el técnico no necesita presentación. Desde el 1991 tan solo cinco técnicos han ganado el anillo, y el club no se amplía a más de seis si nos remontamos al año 1987 (Riley, Daly, Jackson, Tomjanovich, Popovich y Brown). Teniendo en cuenta que de cuantos están en activo uno no estará en la postemporada y el otro nunca ha logrado un back-to-back, hagan sus cálculos...

A favor: Concepto claro del juego en ataque, jugadores muy inteligentes en ambos lados de la pista, el maestro Zen en el banco, el mejor jugador de la liga, mezcla entre juventud y experiencia, rotación amplia y de calidad...

En contra: Equipos más veteranos y curtidos en rondas posteriores a la primera, la presión de ser "los aspirantes", el dedo de Kobe, la recuperación de Bynum, los refuerzos de Suns, Spurs y Mavericks...

NEW ORLEANS HORNETS: A principios de temporada hubiera jurado que después de la L venía la M, y que aquí se hablaría también de un equipo fundado el 1988, pero no de ellos. Un hurra por el mejor base de la temporada 2007-08 y una plantilla que, como pronostiqué, prometía mucho vistas sus anteriores temporadas a pesar del exilio a Oklahoma y los problemas con las lesiones.

No me colgaré medallas que no merezco, yo aposté por ellos en Play-Offs pero ni mucho menos imaginaba esto. Contando con Heat, Rockets (y estos relativamente, visto su récord) y ellos como los grandes puntos flacos de mi apuesta, ahora toca alabar todo lo logrado y desgranar su condición de aspirantes. ¿Pagarán la novatada, como hicieron anteriormente los Suns del 2005 o, remontándonos más atrás, los Bulls de finales de los ochenta?

A favor: Un entrenador que guste más o menos ha llegado a dos finales como técnico, el mejor base desde el Draft del 96, dos tiradores consumados en las alas, pívots que se han reivindicado, más madera en el banquillo tras el reciente trade con los Rockets...

En contra: La juventud y la inexperiencia, un banquillo excesivamente corto, competencia más dura tras "el rearmamento", el hecho que todo gire en torno a Paul, la novatada ejemplificada con los Raptors del año pasado...

PHOENIX SUNS: Cuando todos nos sabíamos de memoria la corta rotación de D'Antoni llega Kerr y nos la desmonta. Tras haber asumido que asistiría al primer All-Star y los primeros Play-Offs sin Shaq, Sarver me lo desmorona. Después de un robo que sabía a muerte definitiva de un proyecto, Amaré renace, el dos veces MVP juega a un nivel más alto que nunca y el que sobraba de los tres se va a cambio del mejor pívot en veinte años, que llega dispuesto a romper el empate a cuatro con Tim Duncan.

Para bien o para mal, la llegada de Shaq puede ser decisiva para Phoenix. Si está bien puede ser el factor diferencial para acercarlos al anillo, vista la necesidad a día de hoy de un pívot solvente y algo de intimidación en defensa para hacerse con un campeonato. ¿Qué pasa si sale mal? Recordad a los Kings de principios de milenio y seguid mirando al techo del US Arways a pesar de no haber ningún banderín. Cielo o infierno, más que nunca la fecha de caducidad hace acto de presencia y el sueño dorado no durará más de dos años...

A favor: Las ganas que yo tendría de silvar a Stern en el US Arways, la ambición de O'neal por demostrar que no está acabado, el anillo que se le debe (como a tantos otros) a Nash, el mejor Amaré que se recuerda, el alegrón que nos llevaríamos todos por Grant Hill...

En contra: Las cortas rotaciones de D'Antoni, el estado físico demostrado por Shaq hasta ahora, la espalda de Nash, el sabor a "now or never", la reforzada competencia, la sombra de los Kings, Stu Jackson...

SAN ANTONIO SPURS: Estrellados históricamente a la hora de repetir campeonato, conviene recordar que aún el mejor momento de algunos rivales siguen siendo los máximos aspirantes. Duncan no necesita presentación, Ginobili está en un momento espléndido y Parker demostró el año pasado su estatus de estrella de la liga. A todo eso cabe añadir el factor Bowen, el respeto arbitral, el octavo de Horry, o el anti-Shaq que han conseguido en Kurt Thomas.

Les gusta ir de tapados, así que desde aquí y desde todos los lados del globo espero que se les considere favoritos, más que nada porqué así tienen más presión y no sabe tan mal verles ganar a la postre. En el oeste se vislumbra una emocionante "batalla en el pacífico", pero antes de llegar a esta ilusionante final habrá que recordar lo que ocurrió con la soñada Suns-Warriors del año pasado o Heat-Suns en 2005...

A favor: Cuatro anillos de campeón, experiencia en momentos decisivos, un entrenador que domina como pocos, calidad y diversidad tanto en cancha como en el banquillo, capacidad de adaptarse a cualquier estilo de juego...

En contra: Tres intentos fallidos de lograr un back-to-back, rivales reforzados y en mejor situación en temporada regular, derrotas inesperadas, complementos envejecidos, falta de ambición (más bien necesidad) en comparación con otros...

UTAH JAZZ: Junto a los Rockets y los Heat eran, para mí, la gran decepción de la temporada hasta el momento. El traspaso por Kyle Korver les vuelve a situar en el mapa de aspirantes, siendo de su división los que menos dudas ofrecen a pesar de contar con menor experiencia respecto a los Nuggets de Anthony e Iverson. El banquillo y el hambre de sus estrellas prevale por encima del egoísmo, al menos en este caso.

A la sombra de Chris Paul Deron Williams se confirma como el futuro, mientras Boozer se confirma como uno de los grandes en la pintura a pesar de no estar, ni muchísimo menos, en un momento tan dulce como la pasada campaña. Okur y Kirilenko a lo suyo, Brewer progresando y Korver afinando la muñeca, por fin, en un equipo aspirante, pues conviene recordar que el año pasado llegó ni más ni menos a la final de conferencia...

A favor: Ambición demostrada, experiencia en duelos a vida o muerte, la dificultad de ganar en Salt Lake City, el carácter que imprime Jerry Sloan, un base que nada debe envidiar a los de otros aspirantes...

En contra: Una conferencia muy reforzada, juego interior débil en comparación con el de los rivales, el sobresfuerzo actual derivado de un mal inicio, la relativa juventud del proyecto, un techo a igualar o superar demasiado elevado...

Aquí lo dejo, no sin antes justificar algunas ausencias. Por mal que me sepa no doy un duro por los Nuggets, es más, ojo a que no se queden fuera vista la recién racha de los Rockets y la relativa madurez que han demostrado los Warriors. No se han movido finalmente, y aunque en el NBA Live su condición sea la de máximos favoritos en la vida real, como le pasa también al dúo estelar del equipo tejano, nadie o muy pocos se jugarían una uña por ellos.

Aclarado este punto voy a dejar mi apuesta definitiva sobre como creo que terminará la temporada en abril y, una vez allí, mi quiniela para los Play-Offs del 2008, que desde la perspectiva actual se perfilan como los más emocionantes en mucho tiempo. Y como soy algo gafe, no apostaré ni por Lakers ni por Celtics, ni siquiera en la final, aunque es mi escenario definitivo deseado como todos supondréis...

CLASSIFICACIÓN ESTE: 1- Boston Celtics, 2- Detroit Pistons, 3- Cleveland Cavaliers, 4- Orlando Magic, 5- Toronto Raptors, 6- Atlanta Hawks, 7- Chicago Bulls y 8- Washington Wizards.

CLASSIFICACIÓN OESTE: 1- Los Angeles Lakers, 2- Phoenix Suns, 3- San Antonio Spurs, 4- Utah Jazz, 5- New Orleans Hornets, 6- Dallas Mavericks, 7- Houston Rockets y 8- Denver Nuggets.

MVP: Kobe Bryant (Los Angeles Lakers)
ROY: Kevin Durant (Seattle SuperSonics)
DEFENDER: Marcus Camby (Denver Nuggets)
MIP: Chris Kaman (Los Angeles Clippers)
6TH MAN: Manu Ginobili (San Antonio Spurs)
COACH: Byron Scott (New Orleans Hornets)

1st Team: Howard (ORL), Garnett (BOS), James (CLE), Bryant (LAL), Nash (PHO)
2nd Team: Stoudemire (PHO), Duncan (SA), Nowitzki (DAL), Pierce (BOS), Paul (NOH)
3rd Team: Ming (HOU), Bosh (TOR), Anthony (DEN), Iverson (DEN), Billups (DET)

EAST FINALS: Cleveland Cavaliers - Boston Celtics 4-3
WEST FINALS: Los Angeles Lakers - Phoenix Suns 4-2
NBA CHAMPION: Los Angeles Lakers (4-3)

Wednesday, February 20, 2008

La colonización de Europa

No se si reirme o echarme a llorar... ¿Qué broma es esta de la NBA en Europa? ¿Nos hemos vuelto locos?

Por soliradidad con Juanejo y los Sonics me supieron mal las palabras de alejamiento entre la histórica franquícia de Seattle y su ciudad, pero ni por asomo como otro de los temas a los que se refirió el comisionado, que ya demostró en el pasado ser completo desconocedor del término "National" al impulsar el nacimiento de franquícias canadienses.

Francamente, no puedo acoger con optimismo el acercamiento de mi liga favorita, por mucho que esto pueda darme en el futuro oportunidades de seguirla de muy cerca. La historia de la NBA está en América, y si nos ponemos puristas también son prescindibles las últimas franquícias que han aparecido, puesto que no es lo mismo ver a los Knicks ganar un anillo (cincuenta años a sus espaldas) que a los Bobcats.

Treinta franquícias, la mayoría de las cuales con una rica historia detrás suyo y momentos míticos. Desde los dieciséis anillos de los Celtics al rookie del año que tuvieron los Bobcats, todos y cada uno de estos momentos se resumen en un territorio que abarca dos océanos, mil lagos y solo dos excepciones (Vancouver y Toronto).

No quiero ver manchada la historia que admiro con nombres como Madrid, París, Berlín, Londres, Atenas, Barcelona... No quiero NBA a 100 km o a un AVE de distancia, quiero mi liga favorita en el sitio que le toca y sin mucha movilidad de equipos en los próximos tiempos si no es mucho pedir...

Podría justificar mi ira apuntando a la inviabilidad del experimento con ejemplos más que evidentes, como serían las cansinas giras por el viejo continente o la más que segura negación de algunos jugadores a venir a jugar aquí. Esto es lo primero que me viene en mente, y con pocos agentes libres dispuestos a emigrar (solo los de aquí) las grandes urbes europeas se verán condenadas a la mediocridad a la que nos han habituado franquícias como Grizzlies o Clippers.

Lo de arriba es más que evidente, como también lo es la diferencia entre culturas y la manera de entender el deporte. Salta a la vista que el Basket FIBA difiere en muchos aspectos del que se juega en América, así que no veo margen para nada positivo de esta mezcla que el señor Stern se propone.

Tuesday, February 12, 2008

¡Felicitats Campions!

Once años han pasado desde el último gran logro a nivel nacional. Extracomunitarios de calidad, alguna que otra promesa, horas bajas, muchas dudas, el resurgimiento... Ricky tenía seis años cuando Villacampa levantó la séptima copa, Rudy once; hoy ambos son los baluartes del primer título importante del siglo XXI, más allá de ULEB's y ligas catalanas a dóquier aunque, eso si, poca cosa puede compararse al placer de arrebatarle este título al Barça...

Más que nunca esta copa es un premio al trabajo bien hecho, al esfuerzo desde lo más bajo y a una entidad que lucha contracorriente para estar al nivel de las más potentes economicamente. Trofeo a la gestión de Villacampa y, por encima de todo, al discutido técnico por quién apostó cuando nadie confiaba en él.

El nombre de Aíto García Reneses está más de moda que nunca, habiendo callado finalmente las bocas de los más escépticos. Entre ellas la mía, aunque ya hace bastante tiempo que me ha convencido... Lo reconozco, no le veía como un buen fichaje en su día pero no tardó mucho en hacerme entrar en razón.

Y es que hay que ser un genio para logar algo así con un juego interior como el que tiene la Penya. Que Popovic tenga que ser tu revulsivo desde el poste no dice mucho a favor de los otros. Lo mismo podría aplicarse a las apuestas por Sonseca y Jagla, jugadores por los que nadie daba nada y que se han consagrado como piezas válidas siempre y cuando estén dispuestos a trabajar.

Nuestro juego interior da pena, no hay más que ver los agujeros en defensa y las carencias en el rebote. Si a esto le añades que Barton lleva un tiempo sin estar fino, puedes perfectamente llegar a la conclusión que Rudy ha ganado esta competición mucho más solo de lo que sería deseable, y que basta con reparar piezas y tener a todo el mundo a tope para hacer el asalto a la liga ACB.

Ante el Madrid y el TAU hemos ganado mucho más que una copa, incluso para el Pamesa vale la siguiente conclusión. Hemos vencido nuestros miedos, equipos y canchas malditas que por fin han caído y que ya no podrán considerarse como malditas en una próxima ronda de Play-Offs. La copa es la consagración, pero quizás no sea la coronación de un proyecto...
Rudy se confirma como el mejor jugador de la liga, a años luz del resto, sean americanos o hermanos de jugadores de la NBA. Es un ganador nato, y quiere que su leyenda crezca aún más para que cuando alguien mire el techo del olímpico de Badalona, al fijar su vista en el legendario dorsal del mítico Jofresa, piense también en él. Solo así se irá tranquilo a Portland, a demostrarle a McMillan el porqué muchos ya le consideran un escalón por encima de Navarro y con solo Gasol y Calderón en un estadio superior.

Su marcha minvará nuestras opciones pero, como siempre en Badalona, hay espasas afiladas preparadas para la batalla... Sin hablar de un Ricky Rubio que a sus diecisiete años ya es una realidad, hay otros nombres como los de Ribas, Tomàs o Franch preparados para despuntar, y seguro que algún otro escondido en el bolsillo de Aíto, aún modelándose y poniéndose a punto para dar el gran salto.

El problema, como siempre, estará en el juego interior. Sabiendo de antemano que lo planteado es imposible, vayamos a plantear una hipótesis... ¿Y si la Penya, pongamos, pierde solo a Sonseca y Popovic? ¿Y si al final Rudy se queda? ¿Y si, como tuvimos años atrás, sacamos jugones de debajo de las piedras y juntamos un juego interior como aquel que, en una época no muy lejana, formaban Baston y Beard?

Estos dos y Jagla y Moiso dentro, Barton y Laviña en las alas, Rudy, Tomás y Ribas en el puesto de escolta y Ricky y el recuperado Huertas en el puesto de base (el primo de O'neal, con los pívots extranjeros del perfil descrito antes, no tendria sitio) y con el equipo jugando la Euroliga... No pinta mal el tema, aunque solo sea un sueño, ¿quién sabe?

Thursday, February 07, 2008

Nuevo brote de fiebre amarilla

El traspaso de Pau Gasol ya ha propiciado cambios: España juega de amarillo (y además gana), gente que no diferencia entre un balón de baloncesto y rugby es de los Lakers y estos, de la noche a la mañana, se han convertido en el séptimo aspirante (por detrás, cronológicamente de Spurs, Pistons, Mavericks, Suns, Cavs y Celtics).

Por suerte para mí el traspaso no ha llegado antes aunque, por otro lado, me complica el análisis puesto que tengo que hacer más suposiciones de las habituales, no tengo tantos datos ni referencias a mi disposición. Se hará lo que se pueda, con mucha ilusión pues voy a hablaros del equipo de mi jugador favorito y, por lo tanto, uno de mis favoritos...

Plantilla actual: Como cambian las cosas en una semana y, en buena parte, gracias a un GM toxicómano que ejerce en el estado de Tennessee. De repente tu estrella ya no quiere cambiar de aires, gracias al fichaje de un pívot con gran visión de juego y que, por fin, tiene la pareja interior que siempre ha soñado.

Da miedo pensar las opciones que va a tener un Gasol abierto jugando con Bynum y, además, sin recibir toda la atención de las defensas rivales. Todo un lujo de postes para un quinteto en el que, aparte de Bryant, están gente con un alto nivel de altruísmo y gran visión de juego como son Lamar Odom y Derek Fisher.

La rotación tampoco es mala para nada, con hombres que hacen equipo, se esfuerzan al máximo y aparecen cuando más falta hace. Walton, Ariza y Radmanovic pueden aportar en dos o tres posiciones, dando mucho juego a las rotaciones y alternando según el equipo rival. Lo darán todo en defensa y no les importará sacrificar estadística en ataque por el bien del equipo, aunque los tres pueden sumar con facilidad en muchos apartados.

Con los tres citados pudiendo ocupar, en caso que hiciera falta, el puesto de cuatro, más los dos titulares, no hace falta mucho más interior en el banco. Ronny Turiaf es la intensidad, el microondas, el agitatoallas... El francés es todo corazón, y se ha hecho un hueco en la liga a base de un esfuerzo que, en su caso, ni siquiera un gran contrato le haría abandonar; este tiene el don.

Llegamos finalmente al puesto de guard, con un Vujacic que puede alternar las dos posiciones y un Farmar afianzado como una de las piezas claves en la rotación de Jackson. Ambos no dejan de ocupar roles complementarios, aunque la marcha de Crittenton convierte a Farmar en una pieza mucho más básica que hasta ahora.

Cuerpo técnico: ¿Quién duda de alguien que tiene nueve anillos? Yo no lo haría, Gasol no lo hace y Bryant, después de un año sin tenerlo, tuvo claro que él tampoco. Si estos dos años han sido un fracaso o solo un proceso de aprendizaje para Kobe solo Zen lo sabe, pero está claro que no puede culparse de caer en primera ronda a un equipo que tiene a Smush Parker como base titular...

Poco a poco el equipo ha visto que el conjunto lleva al éxito, y Kobe ha hecho de ello su bandera. La progresión de Bynum es el premio a un buen trabajo, y la temporada que estaba haciendo el equipo hasta la llegada de Gasol una prueba que, a veces, "menos es más" si todo el mundo se implica.
No solo los anillos hablan a favor de Phil, que ha salido con éxito de lidiar con grandes egos como el de Jordan, Pippen, Rodman, O'neal, Bryant... Su único fracaso fue evitar la ruptura de un matrimonio que, de haberse llevado bien, hubiera significado un dominio tan aplastante como el de los mejores Celtics de Russell, algo que creo que todo el mundo tiene claro.

Phil en el banco y Mitch en los despachos. La sombra de Jerry West siempre ha planado sobre la cabeza de Kupchack, que hasta hace una semana había fracasado en todos sus intentos de rodear a Kobe con algo bueno. Caron Butler está rompiendo un hacha a su favor desde hace un tiempo, aunque algo tarde quizás, y todo el mundo tiene claro lo importante que es Odom en este equipo.

Pocos le ven como un buen GM, si no como alguien con suerte que se ha encontrado con una franquícia haciendo méritos para mudarse a la NBDL en un futuro próximo. De todos modos, algo de mérito tiene aguantar la presión que él ha aguantado y no caer en las trampas de traspasar a Bynum; mejor esperar a que un primo trague con Kwame...

Imagen: Históricos y con colorido único e inconfundible; ¡aquí no se toca nada! Evidentemente ni el logo ni el uniforme están sujetos a cambios significativos, aunque en el caso del escudo yo incrementaría el grosor de las líneas. Sobre el uniforme, creo que el de ahora no está mal pero estéticamente prefiero el que ahora lucen como "Hardwood Classic".

Las bandas más gruesas y más protagonismo del tercer color en el uniforme. Me molaría ver que tal queda el diseño antiguo aplicado al uniforme blanco, experimento interesante que espero que alguien, tarde o temprano, se atreva a hacer. Sobre el blanco la verdad es que me mola, y ya forma parte de la historia gracias al clásico de Bryant un 22 de enero de 2006.

Poco o nada cambiará en Los Angeles, que han convertido una combinación de colores peculiar y un logo sencillo en una marca gráfica a la altura de la más mítica (que en mi opinión es la de los Yankees). Nada cambiará en LA, aunque algo debería: los Clippers y, más en concreto, su logo casi idéntico al de los Lakers y su nula personalidad.

Para concluir el tema, basta con resumirlo diciendo que, si hay cambios, ni siquiera se van a notar. Celtics, Bulls, Pistons, Lakers y Spurs forman parte de una categoría de uniformes intocables a la que los históricos deberían unirse o, como mínimo, respetar su identidad y no hacer cambios tan drásticos como lo que hemos visto en Warriors, 76ers...

Potencial futuro: Con Bryant, Odom y Gasol por debajo de los treinta, Farmar y Ariza al alza, Bynum siguiendo la estela de Howard y Stoudemire y el reparto de roles que el tiempo ha ido definiendo esto va para largo, para muy largo, y solo la falta de anillos puede hacer que se rompa todo y renazca un nuevo proyecto.

En ningún lugar como Los Angeles para no sufrir de lentas reconstrucciones y travesías por el desierto. ¿Quién iba a decir que por Vlade Divac se sacaría tanto, nada menos que el mejor jugador del mundo? ¿Quién iba a decir que del último niño salido del instituto nacería este pequeño y prometedor monstruo de la zona? ¿Quién iba a decir que por Kwame Brown te darían alguna pieza que te convirtiera en aspirante?

Si los éxitos llegan, los Lakers sobrevivirán a la muerte de los actuales Spurs, Mavericks, Suns y Celtics como equipos aspirantes. No puede hablarse de décadas, pero lo actual da para cinco años estando arriba y logrando anillos en este período. Un base, otro interior y poco más debería cambiar en todo este tiempo, por lo general Kupchack puede sentarse a observar como evoluciona el tema...

Kobe Bryant ya tiene lo que quería, y le llega en plena madurez personal y baloncestística. A la edad en que la carrera de muchos está aún por hacer, él ha superado sobradamente el que será su ecuador de puntos, tiene tres anillos y es considerado, sin discusión, como el mejor jugador de baloncesto del mundo. Ahora es la historia quién le espera, que en un futuro hablará de la era de Kobe, como la que llegó superadas la de Jordan, O'neal y Duncan...

Lo que yo haría: Hace una semana no me hubiera atrevido a proponer "traspasar a Brown y Crittenton por Gasol". Es más, ni siquiera me lo hubiera planteado en el caso de Stromile Swift... Lo que ha pasado era inconcebible, digno de la más increíble broma de santos inocentes vista nunca, pero ha ocurrido y es tiempo de celebrarlo y no moverse más.

Yo no iría a por Kidd, lo dejaría tal y como está y, aunque se fracase, me empeñaría a intentarlo con lo que hay ahora. Un base y un poste interior para sustituir al malogrado Mihm (o que este se recuperara) son las únicas piezas que faltan en este magnífico puzzle, aunque con lo que hay actualmente sobre y baste.

Lo que se comentó en su día: Hora de sacar a la luz los trapos sucios de los más veteranos. De mis frases me quedo con perlas como "nunca una final ganada desde el julio del 2003 se había regalado de tal forma." o "No veía a Kobe en la foto con el trofeo de MVP de las finales. Vestía de blanco y era Chauncey Billups...". Realmente increíble, dos testimonios que resumen a la perfección lo que fue la temporada 2003-04...
Rafita fue, como siempre, el primero en acudir y comentar. Tras él llegaría McMillan, afirmando lo que la mayoría pensaba de aquel equipo, y es que dejaba muy frío ver nombres como Vladimir (the pearl sería otro que criticaría a Radmanovic), Smush o Kwame al lado de Kobe, Lamar y Phil. Seguiría el hilo para terminar hablando de Bynum y sus expectativas para convertirse en el nuevo Shaq.

Y, como no, también llegaría Wilt para comentar sobre su equipo preferido, tocado también por lo ocurrido en la 2003-04 y por la forma como se marchó Shaq (por la puerta de atrás, algo que no ocurrió con Mikan, Chamberlain y Jabbar). Me quedo con esta frase, tan cierta como premonitoria: "Es precioso ser de los Lakers, estoy deseando ver lo que ocurre los proximos años".

http://taylorwolves.blogspot.com/2006/08/la-fiebre-amarilla.html

Conclusión: Los Lakers han pasado de ser un "proyecto con futuro", "un equipo a seguir" y "la sorpresa del año junto a los Hornets" para convertirse en aspirantes, e incluso poder permitirse el lujo de mirar con prepotencia rivales de la talla de Spurs, Suns y Mavericks. Está clarísimo, el fichaje de Pau les catapulta a la élite e incluso les convierte en uno de los máximos favoritos.

En la postemporada que se presenta como la más apasionante de los últimos tiempos, hay algunas combinaciones que darían aún más emoción al camino dorado y púrpura hacia el anillo. Vencer a quién sea en primera ronda, machacar el campeón en segunda y, en la finalísima del oeste, nada menos que un O'neal versus Kobe... Si esto ocurre así y, además, la final es Celtics-Lakers, creo que la 2007-08 será lo mejor que la historia pueda recordar...

Tuesday, February 05, 2008

Justificando mi amarillamiento

A raíz de los comentarios voy a aclarar mi situación. Al abrir mi blog me declaraba fan de Bulls, Lakers, Heat y Wolves. ¿Por qué? Los motivos son claros, y son los mismos que me empujan a ser un poco de Celtics, Hornets y Suns. Allí juegan o han jugado mis ídolos, aunque en el caso de Minnesota hay más aún.

Tengo família en Estados Unidos, concretamente en Nueva York, Chicago, Minneapolis y Los Angeles. A mi me gustaban los Bulls con ocho años, luego me pasé a los Lakers de mi ídolo Kobe y a los Wolves de Garnett. Lo que decantó la balanza fue la visita de mis parientes americanos, con merchandising de los Wolves.

Los Lakers me molan, pero ni el uniforme es de mis favoritos ni Kareem, West o Shaq son personajes históricos que me molen. Así pues, me hice de los Wolves porqué es un equipo joven (de mi generación), los colores molan, tengo família allí que simpatizan con ellos y además... Bueno, poco más.

Siempre he ido con equipos de mis ídolos, pero con el que no dejaré de ir es con los Wolves. Miami sin Wade o Lakers sin Kobe dudo que sigan tirándome tanto, lo mismo que me pasa con los actuales Bulls o me ocurrirá con los Celtics, Hornets y Suns ya sin Garnett, Paul y Nash. En cambio los Wolves me siguen gustando, aunque que vayan cambiando ya el uniforme noventero porqué damos pena...

Así pues, chaqueterismo nada, los Lakers siempre han sido "mi" equipo, aunque no el primero, porqué Kobe siempre ha estado allí. No me gustaba O'neal, no me gustaban Malone y Payton y no me gusta Gasol. Odom si me mola, Bynum no me dice nada (como la mayoría de pívots) y en el banquillo hay personajes como Radmanovic que me caen peor que un grano en el... Pero está Kobe, y mientras no fichen Eric Snow, Kevin Ollie o Earl Watson no dejaré de simpatizar con la "fiebre amarilla".

¿Dejarán de serlo cuando no esté Kobe? Posiblemente, históricamente me molan mucho más los Bulls de los noventa que las varias dinastías lakerianas (Mikan, el anillo de Chamberlain, Showtime y Shaq & Kobe) y el dominio céltico. Supongo que es porqué vi jugar a Jordan, y por proximidad lo normal es que esta sea mi favorita.

Se que aquí nadie me acusaba de nada, la mayoría sabéis que desde siempre mi gran ídolo ha sido Kobe. Es más, también la mayoría sabéis que Gasol no es santo de mi devoción y que no sería motivo para subirse al carro Laker. Aún así escribo esto porqué un comment creo que es muy poco y, además, me sirve para relajarme un poco entre exámenes (¡ya solo quedan dos!).

Tampoco pasa nada porqué ahora los anti-Lakers se suban al carro. Yo no era anti, pero nunca me han gustado demasiado los Celtics (mi padre es de los Celtics y los Suns y, en esta rivalidad histórica, mi tío y yo de los Lakers). Supongo que porqué he vivido una época dura, tristemente mi imagen de los Celtics no era mucho mejor que la de los Clippers...

Nada, lo dejo aquí porqué si pierdo más tiempo me sabrá mal. No sé si estudiaré o miraré un partido (el que no me perderé es el de esta madrugada), pero al menos que no queden en internet pruebas escritas de como pierde el tiempo uno :P

Friday, February 01, 2008

El lobo se viste de amarillo

En verano del 2004 Kobe Bean Bryant empezaba de cero. A punto de cumplir 26 años, un escolta al que llevaban tiempo comparando con Jordan llegaba a los Lakers para liderar la era post-Shaq en la franquícia angelina. Ni el gigante ni el entrenador que tantos éxitos habían logrado estaban; Kobe estaba solo.

En su primera temporada en el equipo se erigió como el líder, echándoselo a la espalda sin demasiado éxito. Mientras Phil Jackson disfruta de un retiro dorado y Shaq trabaja en Florida para cumplir su promesa, Kobe prueba el amargo sabor de no llegar a las 40 victorias, superando solo en tres el récord logrado en la campaña del lock-out.

Bryant estaba solo entonces, y todo lo que el General Manager podía traerle era el único entrenador con quién, a pesar de las diferencias, había saboreado la miel del triunfo. Como el Jordan primerizo, la evolución de Kobe le lleva a ir hacia el anillo y el MVP de la temporada de la forma más fácil que su talento conoce: jugando solo.

Así el 8 de los Lakers iniciaría un fructifero matrimonio con la canasta que le llevaría a convertirse en máximo anotador de la temporada y firme candidato a mejor jugador de la misma. A la 2005-06 se la recordará especialmente por el brillante 62-61 de los Lakers ante Dallas en el tercer cuarto (o, mejor dicho, de Kobe ante todos los Mavericks) y también por los irrepetibles 81 ante los Raptors. Además de todo esto, también quedará grabada en nuestras retinas la eliminatoria ante los Suns, donde los Lakers se pusieron con 3-1 y cerca de sorprender.

Kobe seguía en estado de gracia, demostrando que era el jugador más imparable del milenio y, en mi opinión, de toda la historia. Pero a él no le importaba. Su sueño era el anillo, y se enojaba sabiendo que su mánager general no podía darle un equipo competente para ello. Y ya sabemos que puede pasar si Kobe está enfadado, los 60-50-65-50 de forma consecutiva son una buena muestra.

En abril se demostró que el estelar 24 de los Lakers (tras haber cambiado el número en su año 3.0) no podía hacer nada sin estar acompañado. Se pasó el verano cerrado en banda, centrado en conseguir con la selección los éxitos que no llegaban en su equipo. Reflexionó sobre lo que veía, y temiendo que nada iba a cambiar hizo lo que, a buen seguro, no deseaba hacer: pidió el traspaso.

Sonaban mercados potentes como New York, Chicago, Phoenix o Dallas, pero Kupchack no se movía. La 2007-08 dio comienzo con el mejor jugador del mundo vistiendo aún de amarillo, aunque las expectativas indicaban que por no mucho tiempo. Odom como segunda espada nunca había estado a la altura, Bynum estaba verde, Fisher parecía que solo venía a complementar...

Y como quién no quiere la cosa los Lakers resurgen y se convierten en uno de los equipos más atractivos del año y el heredero de O'neal demuestra su potencial. Fisher es algo más que un complemento, Lamar se encuentra más cómodo y secundarios con los que nadie contaba se demuestran válidos para el proyecto. Lo que hay funciona a la perfección; ¿es suficiente?

Si es que no lo era, ahora ya lo es. A cuatro meses de las finales las expectativas son infinitamente mejores de lo que podía pensarse hace un año. A los equipos que venían contando en los últimos años se les han añadido dos clásicos que, más que añadirse, se han convertido en los máximos favoritos.

Stern sonríe ante la nueva era que el traspaso de Pau a Los Angeles plantea. El sueño de una final Lakers-Celtics, y todo lo que conlleva, está mucho más cerca. Y al mismo tiempo que Kobe se ve levantando un anillo y quizás un MVP, los últimos galardonados (Garnett, Nash y Nowitzki) ven alejarse su sueño de hacerse con un campeonato.

Vuelve la fiebre amarilla, y nace en España como quizás nunca lo había hecho. En toda casa donde gusta el baloncesto (o en la mayoría) gusta Pau, y si además gusta Kobe pues la decisión de dejarse contagiar es la mar de sencilla. Ahora bien, todos sabemos que hay mucho odio hacia Bryant pero, aún así, el amor hacia Pau es tan grande que la rabia producida por Bryant se ve compensada. Como los que iban con McLaren aún estar Hamilton, por entendernos...

En mi caso es al revés. Me gustan los Lakers, me gusta Bryant, me gusta el baloncesto y (emulando la mítica letra que se cantaba en las radios de Memphis) no me gusta Pau. Aún así, bienvenido compatriota a la causa lakeriana, todo sea porqué mi gran ídolo llene una mano y más de anillos y, ya de paso, logre también el premio que todo mejor jugador del mundo debe tener en cantidades industriales; el MVP de la temporada, que con el equipazo que queda ahora no tardará en ir a parar a las laureadas manos de Kobe.

Escribo esto en uno de los días más importantes de la historia del baloncesto en este país y, quizás, uno de los más importantes en la historia del baloncesto. Esta fecha puede marcar un antes y un después en la carrera de Bryant. Hoy, uno de febrero del 2008, empieza la era de Kobe Bean Bryant, jugador con el que no se ha hecho justicia y que demostrará a toda la liga hasta donde puede llegar.

PD: Espero que Gasol se cambie el número, no me molará ver un pívot con el 17 y un alapívot con el 16 :S

Lemmeis IV

Defendiendo el anillo

Olvidado el calvario con las lesiones del pasado verano, Marcus Lemmeis dedicó el del año 2029 a engrandecer aún más su leyenda. Con el dorsal 9 que leyendas como Jordan o Barson habían elevado a los cielos, el jugador estrella de los Lakers se echó el equipo norteamericano a la espalda para mantenerlo imbatible en un Campeonato Panamericano que dominó Estados Unidos, al ritmo de su buque insignia, de principio a fin.

Con mucho baloncesto por mostrar y sin haber saciado su sed de triunfo, lograría otro MVP (quinto en lo que iba de año tras el del All-Star, temporada regular, finales y campeonato panamericano) en la victoria de su equipo ante el CSKA de Moscú en la final del Campeonato Mundial. Los Lakers volvían a dominar el mundo de la canasta y nadie, ni siquiera Wilton o Barson, podían discutir la hegemonía de aquel joven de 22 años.

Conscientes de ello, los Wizards se reforzaron sin importar el rebasar el límite salarial. El jugador que había logrado el MVP con los Mavericks, Terry Norman, llegaba a la capital, harto de intentos fallidos en Indianápolis primero y en la ciudad tejana más tarde. Junto a Wilton formarían la pareja interior más demoledora, quizás, de la historia del baloncesto.

Lemmeis sabía que lo más probable era la repetición de una final ante los Wizards, pero también era consciente que no había que descartar equipos como Sonics, Spurs, Rockets, Grizzlies o Condors en su misma conferencia. Así mismo, Knicks o Celtics estaban también capacitados para dar la sorpresa en el este y vencer a los Wizards.
La temporada 2029-30 se presentaba apasionante y, como venía siendo habitual en los últimos tiempos, Wilton versus Lemmeis se presentaba como el duelo más interesante a seguir. La capital contra California, el gigante contra el talento de 2'05, el heredero de Wilt contra el que muchos ya comparaban con Jordan... La liga, Reebok y Adidas explotaban al máximo un filón comercial inagotable en los días previos a que el campeonato diera comienzo.

Brian Shaw se encontraba con una plantilla calcada a la que había ganado el campeonato, con la única incorporación del rookie Jared Soul. El quinteto lo seguirían formando Bass, Hoobson, Donaldson, Lemmeis y Reid, con Crapotka, Deberick, Sweet y McCain como hombres más importantes de la rotación.

Los Lakers empezarían fuerte, aunque enseguida se darían cuente (ellos y toda la liga) que los Wizards estaban a otro nivel. Su quinteto titular estaba rayando un nivel soberbio, convirtiéndolos a todos en candidatos a llegar al All-Star. Wilton seguía dominando en los tableros y, por si él no fuese suficiente, Norman ayudaba a un nivel soberbio gracias a su hambre de anillo.

En Los Angeles todo iba bien hasta que Reid cayó lesionado. Era una baja importantísima, pues era uno de los mejores bases de la liga y había empezado muy bien la temporada. Ni McCain ni Jones estaban a la altura de lo esperado, con lo que Shaw tuvo que experimentar con Lemmeis de base. Aquella solución de emergencia funcionó a medias. El equipo no jugaba mal pero aquello encuadraba a Marcus en una posición que nunca había ocupado y donde no se sentía cómodo.

Aún con Spurs y Sonics pisándoles los talones los Lakers lograban mantenerse arriba. Lemmeis estaba en lo más alto de la lista de anotadores (como era de esperar), pero asistía mucho más que años atrás y ya no era tan habitual verle irse por encima de los 50 con la facilidad que había mostrado con anterioridad.
A nadie le sorprendió que fuera el más votado para el All-Star de Indiana, como tampoco nadie discutiría los cuatro jugadores de Washington que, con todo merecimiento, llegarían al partido de las estrellas. Como dos años atrás habría morbo en los banquillos, con Hinrich y Shaw repitiendo el duelo que habían vivido en la última final de la NBA.

Bass y Lemmeis serían los dos integrantes angelinos en el partido, ambos saliendo desde el quinteto titular junto a Arison (Houston), Sanders (San Antonio) y Acklie (Seattle). Santos (Las Vegas), Gardner (Utah), Parker (Denver), Djeric (Phoenix), Van Fyde (Oklahoma City), Pirtsmouth (Vancouver) y Gullitt (San Antonio) restarían en el banquillo a la espera de minutos.

Por su parte el este empezaría con Wilton (Washington), Norman (Washington), Haykes (Springfield), Barson (Boston) y Fox (Miami) como hombres de inicio, mientras que en el banco se sentarían Bullock (New York), Stewart (Philadelphia), Callaghan (Orlando), Merton (Charlotte), Fortson (Milwaukee), Layne (Washington) y Lyndon (Washington).

Lemmeis fue el único jugador del oeste que se tomó en serio el choque y estuvo mínimamente inspirado (38 puntos). Aún su esfuerzo el este se paseó con y logró un sonrojante 157-125 a su favor. El recién traspasado David Haykes sería designado MVP del partido tras lograr 36 puntos y destacar por encima de unos grises Wilton y Barson, que prefirieron ceder protagonismo a la generación integrada por Bullock, Haykes y Fox.

Tras el descafeinado choque los Lakers, con Lemmeis a la cabeza, volverían al trabajo. En un traspaso sin mucha importancia Jones abandonaría el equipo a cambio del veterano Joby Maxwell, integrante de aquellos Grizzlies campeones de Gerald Daniels. "Joy Max" ya no era el que había sido antes, pero podía aportar experiencia a un vestuario que ya sabía lo que era ganar un anillo pero no lograrlo de forma consecutiva.
Terminaría la temporada regular y, a pesar de una acarnizada lucha con los Spurs, los Lakers lograrían mantener su privilegiado puesto delantero. Con Reid de vuelta y poniéndose en forma afrontaban la postemporada con el objetivo en mente de volver a las finales y, una vez allí, acabar con los supuestamente invencibles Washington Wizards.

Harto de ocupar primeras páginas por su ruptura con la actriz Shanny Haywood, Lemmeis se dedicó a ir a lo suyo y jugar como sabía. 48 puntos en el primero y 37 en el segundo encarrilaron la eliminatoria ante los Nuggets, que pese a estas dos derrotas no se dieron por vencidos. Marcus fallaría un triple decisivo que supondría la primera derrota de los suyos, pero el vestuario se conjuró para no permitir ninguna sorpresa más y pasar a segunda ronda.

Para Lemmeis la designación de Wilton como MVP no supuso ninguna sorpresa, y hizo subir un grado más el incontrolable deseo de volverle a vencer. Antes tendrían qué acabar con los Sonics, con Acklie y Krown como líderes y Voshell disputando su última campaña en la liga. Eran un rival complicado, pero los Lakers eran un conjunto sólido y no pensaban permitir la sorpresa.

Aún ganar con muchas dificultades en las visitas a Seattle, el equipo de Shaw logró superar la eliminatoria sin perder ningún partido. Lemmeis estaba orgulloso y ansioso por volver a las finales, aunque se sentía mal al saber que Wilton se había lesionado de gravedad y no podría volver a jugar aquella temporada. Aquello dejaba muy mermados a los Wizards, que tenían ante sí una eliminatoria complicada ante los Knicks de Bullock; terminarían perdiéndola.

En la final de conferencia esperaban unos Spurs que no tenían intención de ponerselo fácil, pero poco pudieron hace ante el nivel mostrado por Lemmeis. Creciéndose a pasos agigantados, lograría 56 puntos cuando más le necesitaba su equipo en el primer partido y jugó para sus compañeros en los siguientes, consciente del sobremarcaje al que era sometido. Barrieron por segunda eliminatoria consecutiva a su rival y se plantaron en la gran final. Un Celtics-Lakers como los de los viejos tiempos aguardaba a los más fieles aficionados a la liga. Barson había dado una lección de veteranía al joven Bullock en la final del este, plantándose en la final que podía suponer el cuarto anillo de su legado como líder de la legendaria franquícia de Boston.

Aquella final era la guinda a una de las mejores temporadas de la historia, según los expertos. Por desgracia para quienes creían que iba a ser de las más recordadas de la historia, Lemmeis estaba allí para demostrarles lo mucho que se equivocaban. Barson estuvo a un nivel altísimo, pero insignificante para poder hacer sombra al ya legendario Marcus Lemmeis.

El escolta angelino firmó unos números de escándalo y, a la vez, fue lo suficientemente prudente como para involucrar a sus compañeros y no llegar a finales demasiado igualados aunque, en caso que se dieran, él estaría allí para resolverlos a favor de la fiebre amarilla. Los Angeles celebraba el primer back-to-back desde los inicios del milenio, y el optimismo se instalaba alrededor de aquella precoz figura de 23 años que aún debía dar muchas tardes de gloria baloncestística...