Tuesday, April 22, 2008

Dime como vistes y te diré quién eres

Aún con el post de los Wizards pendiente de cerrar la serie de artículos de cada equipo, hoy mi inspiración no da para más que para echar una ojeada a los cambios uniformiles que nos llegan el año que viene y, ya que estamos, repasar los que no deberían tardar en llegar. Colgaré ya de paso algunos bocetos, propuestas y diseños que he ido encontrando por internet, poco importa si se acercan a la realidad o no, ayudarán a la hora de explicar donde vamos.

Suena con fuerza que hasta cinco equipos van a cambiar lo que lucen ahora (Nuggets, Wolves, Hornets, Magic y Kings), y que Milwaukee Bucks se les sumarían al presentar un uniforme alternativo que llevo tiempo anunciando. En otro lado leía que por fin los Raptors presentarían su esperado alternativo negro, algo que quizás venga acompañado de la recolorización del que es el logo oficial de la franquícia, a pesar de lo mucho que lo esconden...

Por partes: lo del uniforme alternativo de los Bucks lo daría como 100% seguro, pues han pasado ya dos años desde que presentaron el cambio de estilo, y contando además con la tirada que tendrá su rojo en china está claro que ha llegado el momento de sacarlo a la luz. Sería bonito que incluyera el nombre de la ciudad en vez del del equipo, pues solo el uniforme alternativo que al final no lucieron entre los años 2003 y 2006 contemplaba la opción de homenajear la ciudad que acoge al equipo.

Luego está el alternativo de los Raptors, que por su parecido a la gama de Chicago, Philadelphia y Houston (que también tienen uno diseñado, y sería injusto que permitieran el uno y en cambio el otro no) no me creeré que sale por fin a luz hasta que lo vea. No hay que olvidar la manía que la NBA ha cogido con los uniformes negros, a los que solo quiere como principales de la franquícia y no como alternativos (a excepción de casos clásicos como Bulls).
¿Podrían llegar más uniformes alternativos el año que viene? Yo no he oído nada al respecto. Los Hawks aún tienen que esperar un año, los Rockets no quieren sacar un gris, los Grizzlies no se deciden (algo que no entiendo, hace ya años que podrían tener uno), los Knicks no ven claro sacar un naranja, los Spurs no se atreven a hacer de una vez uno gris... Lo veo difícil, de salir los de Bucks y Raptors quedarán sin tener ninguno estos cinco equipos. A Knicks y Spurs no les veo muy por la labor, mientras que los Rockets quizás recoloreen el gris del logo por amarillo y saquen uno en este color, no veo muchas más opciones. Hawks sacarán uno, y los Grizzlies son para mi el ejemplo más raro de la liga, pues tienen una gama atractiva y un azul claro les pegaría la mar de bien.

En fin, vayamos ya a los cambios drásticos que se avecinan. El de los Nuggets sorprende un poco porqué apenas hace cinco años que presentaron el diseño nuevo (coincidió con la llegada de Melo). Supongo que quieren aprovechar el tirón comercial de su pareja de oro, y no creo que el cambio sea drástico. Pienso que adaptarán el diseño del local y visitante al estilo del alternativo, es decir, cogerán el patrón del alternativo y recolorearán los otros dos. Me extrañaría un cambio total, creo que este uniforme tiene aún vida por delante así que mi apuesta es que acabarán decantándose por esto.
El caso de los Hornets merece mucho más tiempo y análisis, y es algo que lleva rumoreándose desde la introducción del logo de la fleur de bee. Siempre he criticado de su gama el hecho de tener dos tonos claros, error que los Nuggets no cometieron en su día al decantarse por el azul marino en vez del amarillo. Hay otro punto a criticar, y es que como leí el otro día en algún sitio el suyo parece un uniforme de NBDL más que de NBA, por colores, diseño...
Veo dos opciones. La primera es que hagan como media liga y se decanten por un azul oscuro, el mismo que vemos en el logo que presentaron el verano pasado. Aparte de su ya famoso teal (azul verdoso), del que yo no me desprendería, el color principal es un azul que dista mucho del púrpura clásico de la franquícia. Creo que este será el color principal elegido, y que esperaremos hasta la campaña 2010-2011 para volver a verles vestir de un tono claro con su azul verdoso clásico.

La versión oficial dice que el uniforme es de color Mardi Grass Blue, algo que confunde un poco siendo el verde, el púrpura y el amarillo los colores de este festival típico de New Orleans (motivo por el cual los Jazz vestían con estos colores en sus inicios). Yo apuesto a que el cambio es en dirección a lo que digo arriba, pero si por gustos fuera los Hornets deberían vestir los colores de Mardi Grass, huérfanos de equipo que los luzca desde que los Bucks volvieron al rojo.

Por cierto, he oído (no sé porqué digo oído si siempre es leído) en dirección a que el uniforme de los Hornets recuperará las barras que vimos en los de Charlotte y Orlando en los noventa. Será algo sutil supongo, habrá que estar atentos a este cambio revolucionario al que quizás se una el equipo que he citado y del que os voy a hablar a continuación...

Llegamos ya a los Magic, equipo que cambia de uniforme otra vez, como hace en cada aniversario. El que lucen actualmente es muy soso para una franquícia teóricamente mágica y fantástica, y además no pueden presentar un alternativo por el baneo hacia el color negro. Así pues, como en el aniversario diez y quince, los Magic nos presentarán algo nuevo.
Quizás se decanten también por franjas verticales como los Hornets, volviendo a los inicios de la franquícia. Otra opción que gana peso es que el negro vuelva a ser el color elegido para el uniforme visitante, con lo que el azul clásico llegaría también en la campaña 2010-11. Me extrañaría mucho que cambiaran de colores, la verdad es que sería un error que lo hicieran.

Ojalá se decanten para algo parecido a lo que os presento en la imagen, un precioso diseño que un forero de Sports Logos hizo en su día y del que me enamoré desde el primer momento. Reúne todas las cualidades para ser un gran uniforme de aniversario (que por supuesto durará mucho más que el año de celebración del vigésimo), además de no cambiar en exceso los elementos definitorios de la franquícia a lo largo de todo su recorrido en la liga.

Soy consciente de haberme saltado los Timberwolves, pero les recuperaré más adelante. Toca el turno de los Kings, un equipo sobre el que no me atrevo a pronunciarme, puesto que pueden hacer cualquier cosa. No hay que olvidar que el púrpura es color de la franquícia desde el año 1994, y que a pesar de lo bien que les fue en la era Adelman los colores clásicos son el azul celeste u oscuro y el rojo.

Posiblemente recoloreen el logo y presenten uniformes nuevos aprovechando la inscripción que presentaron por el dorado y que es preciosa. No creo que sigan con el púrpura, el negro y el dorado como colores principales, me decanto más por un cambio drástico en su caso, volviendo a unos colores demasiado vistos ya en la liga, con lo cuál sería preferible un azul claro que uno oscuro.

Y llego finalmente a mis Timberwolves, que también celebrarán su vigésimo aniversario la próxima campaña (dios quiera que lo hagamos con Rose o Beasley en la plantilla, aunque me temo que a nosotros nos toca Mayo). Tras muchos años siendo los peor vestidos de la liga llega el ansiado cambio, que aunque debería posiblemente no arrastre consigo un cambio de logo. Será al estilo Hawks (aunque sin recolorear espero), presentando un logo secundario más definitorio que el principal y que espero que no sea tan de dibujos animados como el de los georgianos.
El negro quedará atrás y el azul seguirá siendo protagonista, pero con el verde como gran aliado para salir a luz la temporada 2010-11. Azul y verde, gama de colores que no debería cambiarse y que puede dar mucho juego en unos uniformes que supongo que saldrán a luz la noche del Draft. Quienes ya los han visto han observado el parecido con el de los Mavs (espero que no sea por el juego de azules).

En fin, esto es lo que nos espera próximamente. Como siempre no desaprovecharé la oportunidad de hablar de los próximos cambios que se avecinan. El alternativo de los Hawks y el de los Grizz espero que estén a la vuelta de la esquina, para la campaña 2009-10 concretamente. Por aquel entonces los Bobcats ya podrán hacer sus ansiados cambios (buscad Bobcats Nascar, aquel estilo de letras es el futuro). O bien adaptarán el local y visitante al azul actual o renovarán diseño con un azul nuevo y el naranja pasando a plano secundario.

Quizás los Cavaliers se apunten al carro Nugget y adapten sus dos principales al secundario, pero yo no les veo cambiando mucho. Los Mavs cumplirán bastantes años de su actual diseño, y como este año no han lucido el verde esto apunta a dos opciones: cambio drástico o nuevo alternativo, un azul celeste que en mi opinión es el que por jerarquía en la gama lo merecería.

Los Warriors también cambiarán por fin, con un azul neutro combinado con amarillo o azul oscuro con naranja como opciones. Me decantaría por la primera, al más puro estilo The City. De los Rockets ya he hablado un poco, igual que de los Grizzlies. En medio me quedan los Clippers, pero si aún no se han dado cuenta hasta ahora que necesitan un cambio no malgastaré yo teclado para hacérselo saber.
Los Nets no cambiarán hasta su traslado a Brooklyn, y según las normas los 76ers no pueden hasta la 2009-10 o 2010-11, pues no recuerdo si son tres años desde la introducción de nuevos uniformes en caso de haberlos adaptado al estilo del secundario (el rojo en el caso de los de Phila). Portland cambiará seguro en los próximos tiempos, y el diseño de arriba, por mucho concept que sea, es una opción que no deberíamos descartar. Me olvidaba de los Suns, que en una camiseta que sacaron hace poco dejaban intuir un nuevo estilo de fuente para próximos diseños, y el naranja como principal (relegando el púrpura a un segundo plano).

Me quedan solo los Wizards, que a pesar de los deseos de muchos para que vuelvan a los colores capitalinos quizás sigan con el dorado y el negro al más puro estilo New Orleans Saints. Lo que está claro es que deben elegir, lo que tienen a día de hoy es un cóctel de colorido demasiado amplio y tienen que decidirse por el camino que prefieran (y como los Sixers quizás se vean obligados a esperar demasiado).

Solo me quedan los Sonics, equipo que espero que no cambie, pues querrá decir que se quedan en Seattle. En caso de traslado (y cambio de nombre) estoy seguro en que también cambiarían los colores, una decisión que sería muy estúpida teniendo en cuenta que la de verde y dorado es una combinación única en la liga y además muy bonita. En fin, aquí dejo mi repaso, un saludo a todos y a disfrutar de la postemporada, que a buen seguro nos regalara más momentos históricos a unirse al triplazo de Duncan.

PD: No he encontrado todas las fotos deseadas, espero poder tenerlo tarde o temprano y editar el post.

Friday, April 18, 2008

There can only be one

La hora de la verdad ha llegado. El cielo está más cerca para uno, pero los quince restantes descansarán en el infierno. Gana o muere, pasa a la historia u olvidate de estar en ella. El del triunfo no es un tren que pase más de una vez, debes subirte cuando te pasa por delante o quizás nunca vuelvas a tener la oportunidad. Equipos como Suns, Celtics, Mavericks bien harían en aprovechar la que se presume como una de sus últimas opciones...

Lo decimos cada año, pero los Play-Offs del 2008 se presentan como los más interesantes de la historia. Soltado el tópico, en un análisis más profundo veremos que hay razones para pensar esto. Y es que ya en primera ronda hay duelos que se presentan como una final anticipada, algo insólito y que no hace sino confirmar la buena salud del baloncesto de hoy en día, por mucho que algun purista suelte el topicazo de "nada como los ochenta".

Quizás no haya un Bird, un Johnson, un Jordan, un Wilkins, un Olajuwon, un Barkley, un Thomas, un Drexler... En fin, mi opinión es que nada tienen que envidiarles apellidos de la talla de Garnett, Howard, James, Bryant, Paul, Duncan, Nash, Nowitzki o Iverson, por no repetir más de un jugador de cada equipo y no buscar más ejemplos donde no tendría problema en encontrarlos. Son otros tiempos, otra era, ni mejor ni peor, la que se vive ahora y que no tengo dudas que disfrutaremos en todo su esplendor a lo largo de estos dos meses de infarto.

El debate está servido, y quizás otro día en que esté inspirado le dedique un artículo. Hoy lo que toca es repasar el cuadro de Play-Offs, pero antes quisiera echar la vista atrás y repasar lo que ha dado de sí esta temporada regular y cuáles son, para mí, los jugadores que merecen ser premiados en cada categoría.

MVP: Kevin Garnett empezó en lo más alto de una hipotética carrera hacia el premio, pero las estadísticas personales dieron ventaja a un Lebron James que se acercaba a su trofeo más preciado después del Larry O'brien. Al final lo que acabará pesando será el récord del equipo, unido por supuesto a unos grandes números personales, con lo cuál The Choosen One posiblemente deba conformarse con la cuarta plaza y esperar su turno en otra ocasión.

Con este criterio en cuenta Kobe Bryant, Chris Paul y Kevin Garnett se presentan a la postre como los favoritos al premio. El primero sigue teniendo unos grandes números, aunque ha sacrificado los que llevaba firmando las dos últimas campañas a cambio de convertir a los Lakers en un equipo competitivo. El segundo ha dado el campanazo con un equipo del que nadie esperaba tanto, además de mostrar un dominio solo inferior al que Lebron y Kobe muestran cada noche. Por su parte, Kevin Garnett ha llevado a los Celtics hasta las 66 victorias, aunque algunas se lograran sin él y ciertos sectores opinen que la clave sigue siendo Paul Pierce.

En mi opinión y, por lo que parece ser, la carrera estaba entre Kobe Bryant y Chris Paul. En la encuesta lo habéis dejado claro: el MVP debe ser por el 24. Opino lo mismo, si bien algunos recordaréis que en mi último análisis decía que mi premiado era Paul. De todos modos, los que lo leyeran con más atención también debisteis fijaros en este punto:

"A dia de hoy yo votaría, y creo que lo va a ganar, Chris Paul. Si de aquí al final se cumplen mis previsiones y los Lakers están en 56-26 y los Hornets en 58-24 yo votaría por Bryant, teniendo en cuenta que aún no tiene ninguno y que ha tirado del equipo cuando este ha estado plagado de bajas importantes. Será clave el partido en el Staples para decidir, pero ya digo, unos Lakers por debajo de las 55 victorias no merecen el MVP si los Hornets están igual o por encima de las 58. Con dos o tres partidos de diferencia entre ambos equipos me decantaría por Kobe, con más Paul es mi hombre".

Está claro. Se han cumplido los requísitos que decía, y con creces además. Yo ya hubiera optado por Kobe Bryant MVP con los Lakers dos o tres partidos por debajo de los Hornets, pero es que además les han superado. Mi opinión, y la que creo que acabará pesando en todo el que vote, es que Kobe se ha sobrepuesto a las bajas y ha liderado a su equipo a lo más alto. Por fin, y sin discusión, Kobe Bryant debe ganar el MVP, convirtiéndose junto a Karl Malone en el jugador que más años ha tenido que esperar hasta ganar su primer trofeo Maurice Podoloff.

Mi elección: Kobe Bryant (Los Angeles Lakers)

Rookie: Aquí no hay discusión posible, aunque durante algunas semanas una candidatura amenazaba a la favorita desde principios de campaña. Kevin Durant ha sido a lo largo del año el único motivo para sonreir en la ciudad de la lluvia. El 35 se ha echado (con 19 años) el equipo a sus espaldas, liderándolo en anotación e incluso, según deduzco del conflicto que tuvo Carlesimo con Thomas y Szczerbiak por hablar en exceso en el vestuario, fuera de la cancha.

Sus números son buenísimos, a pesar de la irregularidad y los bajones típicos de un recién llegado a la liga. Obviamente su adaptación dentro de no mucho tiempo será total, sabrá cuando tiene que jugársela y cuando debe involucrar a sus compañeros y, en definitiva, sus porcentajes de tiro y números en otras facetas del juego se verán superados.

Estamos ante un fenómeno, por mucho que en eficiencia Al Horford esté por encima. A ver, todos sabemos que para un pívot sumar es mucho más fácil que por un exterior, así que para mí esta estadística debería ser mucho más anécdotica que el impacto que, globalmente, han tenido uno y otro en los resultados de su equipo. Durant ha pasado de la cuarentena e incluso se ha jugado balones de partido para su equipo, algo de lo que Horford, por tener a Johnson y Smith al lado, no ha tenido que hacer.

Los números del dominicano son incontestables, y le hacen merecedor sin duda de un puesto de honor en el podio que debe presidir Durant. Solo ellos dos deben ver su año premiado en forma de votos al mejor rookie, pues Scola se ha limitado a cumplir, con creces, pero nada más que cumplir. Luego hay otros nombres que han demostrado suficiente como para que les sigamos más en un futuro, gente como Thornton, Young, Stuckey, Sessions... Ojo a esta promoción, que aún no ha dicho su última palabra ni mucho menos.

Mi elección: Kevin Durant (Seattle SuperSonics)

Defensor: Para mí el mejor defensor debería estar entre Josh Smith y Marcus Camby, pero me da que se lo llevará otro. Y es que desde hace unos días hay un par de campañas para influenciar el voto que huelen a compensasión, y en el caso del mejor defensor parece que nos encontramos ante una de ellas. La corriente apoya a Kevin Garnett como el mejor defensor, algo que más allá de la estadística (inferior a otros en líneas generales) puede que merezca, pues es el eje atrás del equipo que mejor viene defendiendo a lo largo del año.

Digo que es un premio de compensasión porqué está claro que si gana este no gana el MVP, como cuando Clooney recogió el premio a mejor actor secundario y ya se olía que el de mejor director era para otro. La influencia que tienen las quinielas de Óscar que hacen en ESPN no dudo que deben ser muy grandes, y si ellos se decantan por Bryant MVP y Garnett mejor defensor será por algo...

Mi elección: Josh Smith (Atlanta Hawks)

Entrenador: Seguramente por el mismo algo que ve en la figura de Byron Scott la del mejor técnico del año. No negaré que si lo gana, igual que si Garnett gana el de mejor defensor, creeré que son premios justos, pero a la vez es evidente que tienen la intención clara de compensar Hornets y Celtics por no contar con el MVP en sus filas. Aún así, campañas al margen, yo sí votaría por Byron Scott, por los mismos motivos que me hubieran empujado el año pasado a decantarme por Jerry Sloan.

Los Hornets han sido la gran sorpresa del año. También los Lakers, pero en menor medida y ayudados por un traspaso. De acuerdo que no es tanta la diferencia entre el segundo y el noveno, con lo cuál ni siquiera sería injusto premiar a Don Nelson. Pero no nos engañemos, este premio debería ir hacia Louisiana, y en caso de no ir solo se me ocurren Rick Adelman o Doc Rivers como otros candidatos posibles.

Mi elección: Byron Scott (New Orleans Hornets)

Sexto hombre: Me limitaré a párrafo por premio a partir de ahora, pues este es evidente y el próximo tan subjetivo que prefiero dejarlo en breve. Este premio es evidente que se lo va a llevar Manu Ginobili, por mucho que sea un titular saliendo desde el banquillo. Ya sabemos que hay diversas opiniones al respecto, pero desde el momento que se considera sexto hombre a todo jugador que sale del banquillo ninguno en toda la liga merece este premio tanto como el argentino, que seguro que estará en el Top 15 de votados para el MVP además...

Mi elección: Manu Ginobili (San Antonio Spurs)

Progresión: Otro premio con sabor extranjero desde el punto de vista americano, más bien europeo desde nuestra perspectiva. Hedo Turkoglu y José Manuel Calderón, ambos injustamente excluídos del All-Star según algunos sectores (comparto lo del turco) son los mejor colocados para tomar el relevo de Monta Ellis. Chris Kaman era mi hombre hasta hace poco, pero la temporada y actitud de los Clippers no merece un premio. Los dos que cito, y sophomores como LaMarcus Aldridge, Rudy Gay y Rajon Rondo parten como los mejos posicionados para ganar el galardón.

Mi elección: Hedo Turkoglu (Orlando Magic)

Y aquí acabo mi resumen de una temporada que pasará a la historia por el batacazo de Heat y Bulls, la racha de 22 partidos de los Rockets, los traspasos en el mercado del All-Star, las 66 victorias de los Celtics... Por mi parte, la recordaré sobretodo por el nacimiento de nuevas superestrellas (Howard y Paul) pero, sobretodo, por el nivelón del oeste, en que un equipo llamado Golden State Warriors ha quedado fuera de los Play-Offs a pesar de ganar 48 partidos, más que el cuarto clasificado en el este.

NBA PLAY-OFFS 2008

Tras el rollo anterior, aquí viene mi análisis de unos Play-Offs que están a la vuelta de la esquina. Serie por serie, clave por clave, analizaré lo que creo que merece ser destacado y me lanzaré al adictivo mundo de la apuesta para poder echaroslo en cara si es que acierto. Antes de continuar, recordar que un menda apostó a principios de campaña por Celtics-Bulls en la final del este y Rockets-Suns en la del oeste, terminando por una final ganada por los Celtics ante los Rockets con Kevin Garnett MVP de las finales. Aquí os dejo el link, ya véis lo bueno que soy haciendo predicciones aunque repetiré el que en su día era mi campeón.

Antes de continuar y hacer mi previsión, quiero también dejar constancia que en su día soñé que la final era Pistons-Jazz, y temo muy sinceramente que la pesadilla se convierta en realidad. Yo lo digo ahora porqué si se da el caso nadie se creería que lo había soñado, así que dejo aquí constancia de este sueño que rezo (y creo que todos lo haremos a partir de ahora) para que no se haga realidad.

PRIMERA RONDA - CONFERENCIA ESTE

(1) Boston Celtics vs (8) Atlanta Hawks: Los Celtics no deben temer el fanasma del We Believe, pues en esta serie con sabor ochentero las treinta victorias de diferencia entre ambos equipos deberían ser aval suficiente para no alargar la eliminatoria más allá de cinco partidos, pues incluso Mike Woodson puede tener la suerte de cara y ganar un partido de Play-Offs.

Será tiempo para que los secundarios cojan confianza de cara a rondas posteriores, pues el sálvase quién pueda de los Hawks no tiene nada que hacer ante el arsenal verde. Deben guardar fuerzas, ya que en la segunda ronda tienen un duelo mucho más difícil que el que se encontrarán sus posibles rivales en la final de conferencia. Cavs o Wizards, un hueso duro que será mucho más fácil que digerir con el Big Three en plenitud mental y física...

(4) Cleveland Cavaliers vs (5) Washington Wizards: En mi opinión, más allá de los que venden la igualdad del Raptors-Magic, es el duelo en mayúsculas de esta primera ronda en la conferencia pobre de la liga. No debemos cometer el error de fijarnos en la eliminatoria de antaño, pues Caron Butler no estaba y tampoco Gilbert Arenas. El espejo son los partidos a cara o cruz del 2006, el primer set de un partido en el que los Wizards aún no han dicho su última palabra.

Me acechan las dudas, pues veo en los Cavs de este año algo que me recuerda a los Heat o Mavs del año pasado. Vienen de ser finalistas, pero el equipo anda escaso de recursos ofensivos y el pésimo récord en temporada regular podría ser un aviso. Lebron solo puede ganarte un partido, pero si la serie se alarga los Wizards no tienen nada que perder y el elegido y, sobretodo, su equipo, sí.

(3) Orlando Magic vs (6) Toronto Raptors: Que no nos engañe el corazón patrio; los Raps están sentenciados. Llevan toda la campaña lidiando con el conflicto en el puesto de base, un entrenador sin mucho poder de decisión y un Chris Bosh demasiado solo. Me estoy hartando de oír hablar de que la clave está en que los Raptors alejen a Howard del aro en defensa mientras nadie habla de como Dwight campará a sus anchas en la inocente zona de los de Toronto.

Personalmente creo que lo mejor que puede pasarles a los Raptors es una eliminación rápida, que aunque no será tan decepcionante como el caer el año pasado servirá al menos para darse cuenta de los muchos errores que se han cometido, empezando por Bargnani, siguiendo con Ford y acabando con Mitchell. En mi opinión, y en este caso estoy bastante seguro de mi mismo, los de Stan Van Gundy no alargarán las esperanzas de los Raptors más de cinco o seis partidos.

(2) Detroit Pistons vs (7) Philadelphia 76ers: Los de Maurice Cheeks llegan a estos Play-Offs en estado de gracia y sin nada que perder, algo que sin duda es una ventaja respecto a cuando esta misma eliminatoria la disputaban con Iverson o Webber en la plantilla. Sin embargo, y a pesar que la presión es para los Pistons, pienso que el rodillo de Michigan no debería tener problemas en resolver el tema por la vía rápida.

En los últimos años hemos visto a unos Pistons dominando en primeras rondas y cayendo estrepitosamente en la final del este. Su única opción de hacerse con el anillo es llegar frescos al gran escenario, y para ello no deben desgastarse en primeras rondas porqué ante Cavs o Celtics sí sufrirán de lo lindo. Para mí el camino a seguir es acabar rápido con los de Philadelphia, ellos lo saben y tienen experiencia suficiente como para no sufrir en exceso.

PRIMERA RONDA - CONFERENCIA OESTE

(1) Los Angeles Lakers vs (8) Denver Nuggets: Muchos sectores creen que los Nuggets pueden armarla en California, incluso varios de mis amigos apuntan hacia esta posibilidad. Iverson estará más motivado que nunca. Para mi la clave no es Kobe, ni Iverson, ni siquiera Melo cuando llegue. La clave está en como Marcus Camby pueda minimizar el factor Gasol y como Pau se enfrente a uno de los mejores defensores interiores y reboteadores de la liga.

Sin Bynum la clave puede estar en el juego interior. Los Nuggets correrán como gacelas, y los Lakers están sobradamente preparados para ello. En finales apretados Bryant será clave, y sus compañeros deben encargarse de no hacerle sentir demasiado solo. Colorado y su equipo son una trampa mortal para los Lakers, pero si de veras quieren ser considerados como candidatos a todo deben superarlo y dejando sensaciones positivas a su paso.

(4) Utah Jazz vs (5) Houston Rockets: Por mucha racha que hayan tenido los Rockets de Adelman, no apostaría por ellos ni con Yao Ming. Pienso que los Jazz resolverán en cinco partidos, pues les veo mucho más sólidos que antaño cuando les derrotaron en siete. McGrady salvará el honor en el tercero o cuarto, que se juega en Houston, y las sensaciones no serán tan negativas después de todo puesto que el chino está de baja y se ha firmado una racha para la esperanza en vistas a temporadas venideras.

Son varios los analistas que apuestan por los Jazz en la final, y mal que me pese comparto su opinión, aunque en mi caso se convierta en miedo. La pareja Boozer-Williams es muy sólida, tienen piezas capaces de hacer, en global, de todo en una cancha de baloncesto, y además tienen la experiencia del año pasado. Miedo me dan los de Utah, y risa me viene cuando oigo que los Lakers están en la parte fácil del cuadro...

(3) San Antonio Spurs vs (6) Phoenix Suns: El año pasado todo el mundo apostaba por ambos en la final de conferencia, y también lo hacían la mayoría este año. Con sabor a final anticipada, esta es sin duda la más atractiva de las primeras rondas, y aunque sería para ambos un fracaso caer quién más tiene que perder son los de Phoenix.

El fichaje de O'neal hipoteca a dos años vista sus esperanzas de anillo, y no sería nada positivo para seguir vendiendo humo caer este año a primeros de mayo. Por su parte nadie en San Antonio discutiría que otro back-to-back no llegara, pues este proyecto ha cumplido con creces y tampoco debería sorprender que se hiciera con el anillo otra vez. Así pues, serie envenenada para los Suns, que se encuentran ante su penúltima opción de coger el tren del anillo...

(2) New Orleans Hornets vs (7) Dallas Mavericks: Mucha gente apuesta por los Mavs, e incluso hay quién dice que no tienen nada que perder. ¿Nada que perder? Venga ya, estos también han hipotecado la temporada con el fichaje de Jason Kidd. Otra cosa es decir que no vendría de aquí, que después de todo ya lo han perdido todo en poco menos de dos años, pero atreverse a afirmar que no tienen nada de perder.

Antes lo diría de New Orleans, aunque vista la ambición demostrada a lo largo del año sería muy injusto decirlo de ellos. Creen en sí mismos, y yo también creo en ellos. No solo me atrevo a considerarles favoritos, sino que además pienso que será una de las series más cortas, y no tengo ninguna duda en que será la más corta en toda la conferencia oeste.

APUESTA

Boston Celtics - Atlanta Hawks 4-0
Cleveland Cavaliers - Washington Wizards 4-3
Orlando Magic - Toronto Raptors 4-1
Detroit Pistons - Philadelphia 76ers 4-1

Los Angeles Lakers - Denver Nuggets 4-2
Utah Jazz - Houston Rockets 4-1
San Antonio Spurs - Phoenix Suns 2-4
New Orleans Hornets - Dallas Mavericks 4-1

Boston Celtics - Cleveland Cavaliers 4-2
Detroit Pistons - Orlando Magic 4-2

Los Angeles Lakers - Utah Jazz 4-3
New Orleans Hornets - Phoenix Suns 3-4

Boston Celtics - Detroit Pistons 4-1

Los Angeles Lakers - Phoenix Suns 4-2

Boston Celtics - Los Angeles Lakers 4-2

FINALS MVP: Kevin Garnett

No creo mucho en ella de todos modos, pienso que los Lakers sufrirán ante los Nuggets y no les veo con opciones ante los Jazz. Es más, mucho me temo que los de Utah serán el campeón del oeste, aunque por supuesto espero equivocarme. En cuanto al campeón del este, veo muy sólida la candidatura de los Boston Celtics, y pienso que salvo Lebron James no deberían tener rival.

Por cierto, como dato curioso recuerdo que desde el año 2003 ningún, y repito, ningún equipo líder de su conferencia ha llegado a la final. De ser así en 2004 habríamos disfrutado de un Pacers-Wolves, en 2005 de un Heat-Suns, en 2006 de un Pistons-Spurs y en 2007 de un Pistons-Mavericks. Este año toca Celtics-Lakers, pero según estos últimos ejemplos ninguno de los dos va a llegar a la final... En fin, where amazing happens, toca sentarse en el sofá y disfrutar de algo muy especial.

Wednesday, April 16, 2008

Los herederos de Romeo y Julieta

El título es algo cursi, pero cuando ya es el vigésimo noveno que escribes en pocos meses la inspiración a veces no da para más. Obviamente me refiero a John Stockton y Karl Malone, en la forma que fueron bautizados el ordenador de la liga y el cartero por el gran Andrés Montes. En cuanto a los herederos es evidente que me refiero, por encima de todos, a Carlos Boozer y Deron Williams.

Los Jazz, equipo que nació en New Orleans y que se trasladó a la ciudad hecha secta sin haber llegado nunca a los Play-Offs. Salt Lake City fue su destino, un lugar bastante raro que tiene el honor de albergar un equipo NBA y haber sido visitado por mi persona. Lo mejor que puedo decir es que es tranquilo, pues aparte de los alrededores el sitio no vale mucho la pena, aparte de la obligada visita al ya rebautizado Delta Center para un friki de la NBA como yo.

Plantilla actual: Retirado John Stockton, y con Karl Malone intentando ganar un anillo en LA, Andrei Kirilenko y Raül López quedaban como lo más parecido a la extraña pareja para encarrilar el futuro rumbo de la franquícia. Enseguida quedó en entredicho la capacidad de ambos para liderar un proyecto ganador, con lo que el mercado y el Draft se convirtieron en el camino a seguir si no querían vivir una reconstrucción larga y lenta.

Un fiero luchador como Carlos Boozer y un pívot tirador como Mehmet Okur fueron los elegidos para el juego interior, completando junto al ruso Kirilenko un trío alto, versatil y con mucha calidad. Sim embargo aún faltaba algo, pues Carlos Arroyo, Raül López o Maurice Williams no fueron del gusto de Jerry Sloan para convertirse en los directores de juego del proyecto, los herederos del doce...

Entonces los Jazz intercambiaron con Portland sus derechos sobre el número seis del Draft (que acabaría siendo Martell Webster) a cambio del número tres: Deron Williams. Tras un primer año duro a la sombra de Chris Paul el de Illinois explotó en el segundo, catapultando desde el puesto de base el mejor inicio de la historia de la franquícia y siendo injustamente olvidado de la convocatoria para el All-Star de Las Vegas.

Parecida, aunque no al mismo nivel, ha sido la evolución de Ronnie Brewer, el actual escolta titular de la liga. Un primer año sin contar mucho y siendo blanco de las críticas de Sloan para pasar al primer plano en el segundo. Él completa un quinteto que complementan desde el banquillo hombres como Kyle Korver, Matt Harpring, Paul Millsap, CJ Miles, Ronnie Price... Y ojo a Morris Almond, pues como Williams y Brewer este año paga la novatada pero irá a más en temporadas venideras.

Nos encontramos pues ante una plantilla profunda, a la que solo le faltaría un pívot más dominante que Okur para convertir al equipo en el máximo aspirante. El equipo es jóven, ambicioso y tiene ya un año de experiencia. Se podría decir que en cada serie les basta con ganar uno de los partidos de fuera, ya que el factor Salt Lake City juega a su favor. No gustan y muchos no cuentan con ellos, pero tras una reconstrucción rápida vuelven a ser favoritos, y tienen muchos años por delante para sorprender con el anillo que Stockton y Malone no lograron arrebatarle al más grande...

Cuerpo técnico: A pesar de los años, el fin del proyecto que más le acercó al anillo y la muerte de su esposa Jerry Sloan sigue al frente del banquillo, y van ya dos décadas de forma consecutiva. A lo largo de su estancia ha visto de todo, y a pesar de no haber ganado aún un anillo son raras las veces en que no ha caído con honor o ni siquiera ha llegado a Play-Offs.

Nos encontramos delante de un ganador, uno de aquellos casos poco reconocidos ya sea por la falta de premios, por la mala prensa, por estar al cargo de un banquillo en Utah... Todo cuenta un poco, pero es más que evidente que Sloan ha hecho en todos estos años suficientes méritos para hacerse con el premio al entrenador del año y ser reconocido como uno de los más grandes de la liga.
Su dura defensa y la etiqueta de practicar un juego poco atractivo son sus grandes lagunas de cara a llevarse el reconocimiento de todos. Salt Lake City es por tradición un escenario hóstil, y la sensación es que Sloan no solo no colabora a hacerlo más acogedor si no que es incluso culpable de ello. En cuanto a juego, solo su manía al tiro de tres es criticable por mi parte, más teniendo en cuenta la gran cantidad de manos hábiles en este aspecto que tiene en nómina.

Para bien o para mal, Jerry Sloan es un grande del juego, y una gran influencia en la labor del General Manager, Kevin O'Connor. Con ocho temporadas a sus espaldas como gerente de los despachos de los Jazz, él es el responsable de las llegadas de Carlos Boozer y Mehmet Okur en verano del 2004 y la elección de Deron Williams con el número tres del Draft tras adquirir sus derechos a cambio del 6 y el 27.

Estos tres hombres se suman al polivalente Andrei Kirilenko y forman un cóctel que devuelve a la élite un equipo que sobrevive con instinto animal a las dificultades de un mercado pequeño como el del estado de Utah. Se le critican el recuperar a Ostertag y algunas elecciones del Draft que no dieron el resultado esperado, aunque quizás en este punto la culpa sea de la poca paciencia que tiene Sloan con los rookies que no superan su mili particular...

Imagen: En sus primeros años y tras su traslado a Utah el púrpura, el verde y el amarillo (los colores de Mardi Grass) son los principales de la franquícia. En los noventa darían paso al montañoso diseño que lucieron Stockton y Malone en las finales en dos ocasiones consecutivas, incorporando a la gama colores tan dispares como el verde azulado, el azul celeste, el rojo, el negro... Años más tarde aparecería un elegante uniforme negro, que por bonito que fuese no aportaba nada ni tenía relación alguna con las otras dos camisetas.

Con la llegada del nuevo milenio y tras dejar atrás la era de Stockton y Malone se decantan por una combinación de colores muy buena, teniendo en cuenta la frialdad que transmite el equipo y la ciudad donde se ubica. Así el púrpura dejaría paso a un azul oscuro, que tendría en el celeste su contrapunte y tono más cálido, a pesar de no serlo.

Los colores de New Orleans quedaban tras más de dos décadas de sinsentido por fin atrás, con el único problema de adoptar un estilo muy cercano al que Nuggets el año anterior y Grizzlies el mismo año habían decidido para ellos. La renovación es total, dando lugar a unos uniformes que si bien no son feos tampoco merecen destacar por encima de algún otro.

El año pasado añadirían un bonito azul celeste que recordaba a la fuente utilizada en el logo y los uniformes de la era de Stockton y Malone. Completaban así una renovación necesaria que en mi opinión han dejado a medio camino. La culpa quizás sea del diseño, de los colores, de la falta de identidad, de lo triste que es la ciudad... Un logo correcto y unas equipaciones decentes, posiblemente no disgusten a nadie pero poca gente pondría ambos elementos de identidad entre sus favoritos de toda la liga...

Potencial futuro: Que Matt Harpring, Jason Hart y Jarron Collins sean los más veteranos de la plantilla, y que ninguno llegue a los 32 años, dice mucho a favor del porvenir de este equipo. Y es que los Jazz son un equipo que tiene un montón de factores a su favor para terminar proclamándose campeón de la NBA: jugadores jóvenes, un estadio que es un fortín, experiencia en Play-Offs, un técnico veterano...

Ni en el más húmedo de sus sueños podían los aficionados de los Jazz imaginarse que apenas media década después tendrían otra vez lo más parecido a Karl Malone y John Stockton que puede encontrarse. Y es que Deron Williams y Carlos Boozer han demostrado tener calidad y carácter suficientes como para no salir perdiendo de calle en esta odiosa comparación.

Ellos son la columna vertebral que complementan secundarios de lujo como Andrei Kirilenko y Mehmet Okur, hombres experimentados como también lo son Matt Harpring, Kyle Korver... El contrapunte son Ronnie Brewer, Paul Millsap, CJ Miles o Morris Almond, yogurines que Jerry Sloan moldea a su gusto día tras día para que colaboren en la gran misión que sus estrellas intentan llevar a cabo.

Son muchos los factores que convierten a los Jazz en un aspirante desde ya y a medio plazo. Y es que incluso los contratos juegan a su favor, siendo uno de los equipos con salarios más bajos de la liga y que aún tardará en tener que renovar a Deron Williams, jugador al que destinarán el dinero que un Matt Harpring ya veterano dejará de percibir. Todo en orden y controlado para llevar a Salt Lake City el anillo que se resistió durante los mejores años en la historia de la franquícia...

Lo que yo haría: Deron Williams, Carlos Boozer, Ronnie Brewer, Paul Millsap y Morris Almond serían mis intocables, aunque no estaría abierto a muchos cambios con el resto. Es un equipo ya hecho, que debe empezar a dar resultados y que no debe sorprender ni siquiera que gane el anillo. Soy de la opinión que es algo pronto, pero la posibilidad está allí.

Deben seguir confiando en los mismos mimbres, y de ser necesario un cambio mis transferibles serían Mehmet Okur y Andrei Kirilenko por este orden. No sé si se sacaría mucho para el pívot turco, pero Kirilenko aún es muy joven, y es lo suficientemente polivalente como para tener que dar algo bueno a cambio.

Lo que se comentó en su día: Repasaba la historia de los Jazz desde sus orígenes en New Orleans, ciudad en la que no cabe duda que el nombre era mucho más adecuado que en Salt Lake City. Destacaba entre otras figuras, por encima de todo, Pete Maravich, Larry Nance y Mark Eaton, las más destacables previas a la llegada de los dos únicos que merecen estatua delante del pabellón: John Stockton y Karl Malone.
Lo que vino después lo conocemos todos, una bonita historia para quienes amen este equipo a pesar de no dar sus frutos en forma de anillo. Como Barkley, Ewing o Miller chocaron con el más grande, pero este pequeño punto negro no ensombrece las carreras del segundo máximo anotador de la historia y el mejor cartero (a pesar de no ser este su sobrenombre) y pasador. Querría por último destacar una frase del gran Daimiel sobre John Stockton: "El que fuera base de los Jazz hubiera sido lo mismo sin Malone. Hubiera encontrado otro cartero al que entregarle la correspondencia. Malone sin Stockton ocuparía mucho menos espacio en el NBA Register".

Éxito rotundo el de este post en su día, que fue comentado a un nivel parejo a la gente que les sigue. Rafita sería el único visitante fiel en aquella ocasión, destacando también la fase de Daimiel y respaldando mi moción sobre un futuro cambio de nombre. ¿Utah Rockies? ¿Utah Mormons? ¿Utah Hornets? Dicho esto, la verdad es que después de tantos años pienso que el mal ya está hecho, y no sé hasta que punto estaría a favor de un cambio a estas alturas...

http://taylorwolves.blogspot.com/2006/07/jazz-en-la-ciudad-del-lago-salado.html

Conclusión: Los Jazz son un equipo que en general cae mal. Muchos ni siquiera podremos justificar tal animadversión, pero el caso es que es un equipo feo, gris, uno de los villanos oficiales de la liga. Ni siquiera mi idolatrado Raül logró que le cogiera cariño a un equipo que poco ha tardado en volver a hacerme sufrir partiendo como aspirante.

Cuando haga el análisis previo a los Play-Offs este fin de semana lo repetiré, pero pienso que no es mal sitio para citar al gran Martin Luther King y su brillante "ayer tuve un sueño...". La verdad es que no lo tuve ayer, ni siquiera hace una semana, pero lo tuve hace unos días. Nada menos que una final Pistons-Jazz, una pesadilla real y que al despertar me dio aún más miedo, pues se quiera o no es posible...

Monday, April 14, 2008

El equipo del país

Leía en un foro americano no hace mucho un tema divertido titulado "jugadores que se parecen a la mascota de su equipo". Pensando en ello se me ocurrieron algunos ejemplos en la NBA, siendo los Toronto Raptors y sus dos mejores jugadores, Chris Bosh y José Manuel Calderón, algunos de los más destacables. Serán manías mías, pero en mi opinión tienen una fisonomía algo jurásica...

En fin, rarezas mías aparte ya he completado la mitad de la antepenúltima introducción de esta serie. Y es que amigos, toda odisea bíblica tiene un final, y la mía está a punto de terminar. Al empezarlo jamás había creído que la terminaría, pero se acerca la conclusión, y en el plazo previsto además. Utah Jazz y Washington Wizards cerrarán la epopeya, y antes del inicio de los Play-Offs tendréis un curradísimo análisis de la postemporada además de mis apuestas en los premios y esas cosas. ¿Y después? El tiempo dirá, Lemmeis y alguna otra cosa que se me ocurra y que sea digna del índice. Por cierto, publico dos en menos de 24 horas, así que si queréis leer el de los Sonics mirad algo más abajo...

Plantilla actual: A pesar de lo que algunos quieren haceros creer, Chris Bosh no nació en Valladolid y los Raptores no son un filial de nuestros queridos Spanish Golden Boys. Están Calderón y Garbajosa, sí, y dentro de no mucho un representante de cada país de la UE, sí, pero más allá de esto también hay vida.

Reconduciré el tema que hoy estoy excesivamente irónico. Chris Bosh sigue como líder de este equipo, eje básico en el poste en una plantilla en que el segundo que más destaca es nuestro Calderón. O al menos así lo había sido buena parte de la temporada, pues parece haber renunciado a su rol a cambio del buen ambiente en el vestuario y, se supone, algo a cambio del favor en verano.

En este caso el enemigo está en casa, y se llama TJ Ford. El eléctrico base ha demostrado estar muy lejos del Steve Nash que buscaban en su figura, y a pesar de su enorme talento el tiempo le ha retratado como una opción en cancha mucho menos segura que el de Villanueva de la Serena. A día de hoy es titular porqué así figura en su contrato, para saciar su egocéntrico apetito y, si hubiera alguna lógica final detrás de toda esta polémica, para mantener su valor en el mercado de cara a un posible traspaso en verano.

Deberán buscar opciones interiores en el mercado, pues pocos logros puedes conseguir con Nesterovic y Brezec como pívots. Si el italiano no fuera más alero que poste Bargnani sería una opción, pero su elección en el Draft empieza a generar demasiadas dudas vistas las carencias de la pareja interior que forman junto a Bosh. También está Kris Humphries, un secundario que a mi me gusta pero al que no se le puede pedir más.

En cuanto al juego exterior destaca especialmente Anthony Parker, excelso tirador que llegó a Canadá junto a la immigración europea del 2006. Jason Kapono es otro de los nombres a destacar, aunque en Ontario echa en falta los sobremarcajes a los que se veía sometidos Wade y O'neal. El fichaje que sí ha salido rentable es el de Jamario Moon, jugador forjado en el circo de Harlem y en ligas menores que ha sorprendido muy gratamente. Joey Graham se ve relegado al más puro estilo Mo Pete, Jorge Garbajosa podría tener los días contados en la liga y de Darrick Martin mejor hablo en el apartado que viene a continuación... Por cierto, se me olvidaba mencionar el temporadón de Carlos Delfino, un gran acierto sin lugar a dudas.

Cuerpo técnico: Vestido implecablemente en el lateral de la cancha, Sam Mitchell ve como se acerca el fin de su reinado como mejor técnico de la liga. Lo hace con unos registros peores que antaño pero, sobretodo, dando la sensación de estar al frente de un proyecto estancado o que no da para más, algo muy triste teniendo en cuenta que apenas acaba de empezar.

A pesar de su galardón, sigue dando la impresión de ser un mandado, de dejar que otros tomen ls decisiones importantes. Se comió a Bargnani y relegó a un rol muy secundario jugadores de otra era como son Morris Petterson o Joey Graham. Se aprovechó de la debilidad de la Atlantic para colgar el primer banderín del Air Canada Center e inaugurar su sala de trofeos.
Este año ha demostrado estar más cerca del galardón que le entregó Sports Illustrated en 2006 que del que recibió de manos de David Stern hace casi un año. Mantuvo a TJ en la titularidad hasta que no pudo negar la evidencia, y esperó a que otros tomaran la decisión para cambiar sus planes. Las declaraciones de TJ Ford no dicen mucho sobre su control del vestuario, igual que la nulidad de opciones más allá del balones a Bosh o lo poco que se aprovecha la muñeca de Kapono.

Parte de culpa la achaco al General Manager, un Jerry Colangelo cuya gestión no termina de convencerme. En lo positivo tengo que destacar los aleros que se ha sacado de la manga. Mientras que en el primer año Jorge Garbajosa destacó más allá de lo esperado (en América claro está), en esta temporada tienen que destacarse las incorporaciones de Delfino y Moon, con uno recibiendo su primera oportunidad en la liga cuando no debía esperarla y el otro empezando la temporada sabiendo que no tendría otra.

Aún así, tengo que reprocharle muchos de sus movimientos. Villanueva y Bosh era una pareja de 3-4 más que 4-5, así que la salida de CV31 hacia Milwaukee es comprensible. TJ Ford no es Steve Nash, pero con su incorporación tienes una gran pareja de bases; acepto. Ahora bien, el movimiento deja de tener lógica cuando el que llega en el Draft, elección obligada por Mauricio Gherardini, es otro tres con cuerpo de cuatro o cinco: Andrea Bargnani. Este es su error más flagrante, como también lo es darle a Kapono los 24 millones que le negaste a alguien con el compromiso que había tenido hasta la pasada campaña como Mo Pete.

Imagen: Tradicionalmente una franquícia de expansión tiende a hacerse notar así que es lógico que, llegando a la liga en los años noventa, mucho más aún. No es extraño pues que se decantaran por el púrpura, uno de los dos colores de moda junto al verde azulado en aquella curiosa explosión de colorido y renuncia a identidades históricas que deberían haberse preservado como a espécies protegidas...

Tuvieron más suerte que sus compatriotas de British Columbia, pues en Damon Stoudamire y Vince Carter encontraron jugadores con gran tirón comercial. El traslado de los Grizzlies a Memphis acentuó la identificación nacional del equipo, dando pie a un bonito uniforme rojo que con el tiempo aparcó el púrpura y negro y obligó a cambiar la identidad visual que el equipo había adoptado hasta aquel momento.
Ahora los Raptors visten con los colores canadienses y reniegan de su logo principal. La huella del dinosaurio con el talón en forma de balón de baloncesto es la nueva imagen corporativa de la franquícia, que hace práctica a cambio de renunciar a una gama original. Y es que a día de hoy siguen la misma estela que Bulls, Rockets, Heat, 76ers (espero que no por mucho tiempo), Blazers... Demasiados equipos con rojo y negro como colores principales, agraviado además por el mismo dilema que Houston.

Y es que tanto la franquícia tejana como la ontariense se encuentran con un veto por parte de la NBA para incorporar un tercer uniforme negro. Hartos de esto los Magic irán a por nuevos uniformes el año que viene, siendo el principal negro o adoptando otros colores de cara a poder tener un alternativo en la temporada 2010-11. Por su parte los Rockets pueden recuperar en una próxima actualización el amarillo al que han renunciado los Hawks, adoptando una combinación única en la liga y muy parecido al de la selección china. Llegados a este punto mi pregunta es: ¿que harán los Raptors?

Un uniforme gris sería un suícidio, teniendo el de los Nets como única excepción en la historia. Es difícil que la NBA pase por alto su norma hacia el sacrílego negro, pues no pueden dar a los Raptors lo que han negado a Hawks, Celtics, Bobcats, Mavs, Rockets, Knicks, Magic, Kings o Wizards anteriormente. Teniendo esto en cuenta parece difícil que llegue en breves un uniforme negro, algo que lamento profundamente, pues el resultado podría ser muy bueno. Difícil no quiere decir imposible, puede que la maravilla que os presento termine llegando si la NBA se salta a la torera su estúpida prohibición.

Potencial futuro: Creo que tienen un gran porvenir por delante, pero sigue sin convencerme la pareja Bosh-Bargnani en un futuro. Está claro que nadie privará de ser el líder al de Dallas, que seguirá como buque insignia hasta que se retire o salga del equipo. A Bargnani le veo en el mejor de los casos como un sexto hombre de lujo, con lo cuál sigo sin entender el por qué de su número uno del Draft cuando se ha demostrado evidente su incompatibilidad con Bosh.

En ambos está el futuro de la franquícia, y si quienes la gestionan han visto lo mismo que yo a lo largo del año también debería estar en las de José Manuel Calderón. Sería un lujo además seguir contando con TJ Ford como revulsivo, pero vista la opinión del pequeño playmaker parece claro que ha llegado el momento de despedirse de él. Yo al menos lo tendría claro, posibles lesiones al margen veo mucho más seguro el futuro en manos del número ocho.

Lo que llegue a cambio de Ford sumado a Bosh, Bargnani y Calderón debe formar la estructura básica de este equipo, en el que para mi siguen teniendo cabida hombres como Humphries, Moon, Delfino y Kapono (más que nadie porqué es difícil encontrar a nadie que lo quiera a día de hoy).

A la hora de buscar agentes libres deberían centrarse en encontrar un hombre grande a lo Tyson Chandler y un escolta de garantías para plantear el relevo de Anthony Parker, al que aún le queda mucha leña por cortar pero creo que destacaría más en un rol secundario. Si consiguen esto (casi nada) creo que pueden aspirar a disputar la Atlantic a los viejos y laureados (eso espero) Boston Celtics en un futuro nada lejano.

Lo que yo haría: TJ Ford y Jorge Garbajosa son las dos piezas más prescindibles desde un punto de vista objetivo, aunque para no generalizar solo afirmaré que desde mi punto de vista así es. Del primero está todo dicho, pero nadie habla del segundo. Que conste en acta que no tengo nada en contra de él como persona, de hecho me cae mucho mejor que Pau Gasol, pero está claro que su decisión de irse al europeo no fue buena, y es algo que si por ejemplo le pasara a un futbolista con la selección de Brasil todos nos estaríamos echando las manos a la cabeza.

La NBA es una liga aparte de la FIBA, con lo cuál debes salvar las distancias en lo que a selecciones se refiere. Desde el punto de vista de la franquícia no debe ser nada agradable que te devuelvan el muñeco roto, más aún cuando sufriste ya su baja al final de la campaña pasada. En vistas a una posible presencia de Jorge en Pequín, ya tardan los Raptors en renunciar a Jorge visto lo bien cubierta que está su posición. Largaría también a Graham, pues no confían en él y algo que les guste puede llegar a cambio. Ford, Garbajosa y Graham, con las miradas puestas en un escolta, un pívot y un base suplente.

Lo que se comentó en su día: Recordaba el viejo uniforme de los Raptors, aquel atravesado por marcas de garras y que, para bien o para mal, todos recordamos. Me centraba posteriormente en el rumbo del equipo desde la llegada de Vince Carter, el jugador que les situó en la órbita de toda la liga y que les lideró hacia un séptimo partido de semifinales ante los 76ers de Allen Iverson, que terminarían ganando el anillo.
Pierce sería quién inauguraría el artículo comentando lo bien que le caían los Raptors, algo motivado en parte por la llegada de un Calderón que entonces solo había jugado una campaña en la liga. Aprovechó también para pronósticar sobre su presencia en los Play-Offs, quedando muy bien de no ser por haber apostado (y fracasado) haciéndolo también por sus Celtics.

El siguiente y último sería Rafita, que comentó en prácticamente todos aquellos artículos y al que aprovecho para mandar un cordial saludo. Destacaba aquella primera camiseta que lucieron, que con su colorido logró llamar su atención y la de muchos más recién llegados a la liga. La llegada de Garbajosa no podía hacer más que aumentar su afición al equipo, junto a la de un TJ Ford que quizás ya no le parezca un grandísimo jugador...

http://taylorwolves.blogspot.com/2006/07/oh-canada.html

Conclusión: Los Raptors cuentan con un proyecto con un buen presente y un futuro prometedor, aunque sin duda mucho menos que hace un año. Algunos de los fichajes siembran dudas, salen a luz los primeras problemas en el vestuario y quién debería lidiar con ellos no parece estar a la altura, premio a mejor entrenador del año 2007 aparte.

Hay cimientos lo bastante sólidos como para pensar que estamos ante un equipo que va a ser un fijo en los Play-Offs de los próximos años, pero es difícil atreverse a pronosticar algo más allá de eso. Las dificultades que Canadá ha tenido siempre para atraer agentes libres seguirán siendo un problema, acentuando aún más la impresión que estamos ante un dinosaurio carne de extinción en primera ronda...

Sunday, April 13, 2008

Los intocables de Emerald City

Cuando empecé a jugar a baloncesto y me aficioné a la liga ellos venían de perder en la final ante el mejor equipo de la historia. The Glove (Gary Payton) y The Reignman (Shawn Kemp) eran los peces gordos de un quinteto que, si no me falla mi memoria, completaban Perkins, Schrempf y Hawkins. Por aquel entonces era un equipo que me gustaba, posiblemente mis favoritos en el oeste solo por debajo de los Lakers y quizás los Suns (más tarde descubriría a Olajuwon, mi pívot favorito junto a Mourning).

Los colores captivaron al niño de ocho años que por aquel entonces asistía a sus primeras impresiones de la mejor liga del mundo. El verde, el oro y aquel rojo vino que odia Juanejo, unidos al talento de sus dos estrellas, eran una buena excusa para simpatizar con el equipo. Pocos meses más tarde Kemp (de quién tuve mis primeras zapatillas, unas reebok) sería traspasado a Cleveland, llegando a cambio un Vin Baker que jamás me gustó demasiado en comparación con el 40...

Plantilla actual: Sin los pilares Ray Allen y Rashard Lewis soportando la estructura principal del edificio, uno nuevo se alza en el solar que dejó el antiguo. Kevin Durant y Jeff Green son dos piezas ilusionantes para construir un futuro mejor, pero está claro que hace falta mucho más para construir un equipo campeón a su alrededor.

Les tocará vivir años difíciles en su división, una noroeste que con Blazers, Jazz, Nuggets y Wolves se presenta como la más fuerte de la liga en años venideros. En este sentido será clave acertar a la hora de elegir en los próximos Drafts, aspecto que trataremos más adelante para darnos cuenta de como se ha movido en este sentido la franquícia del estado de Washington.

¿Hay vida en la actual plantilla más allá del 35 y el 22? Algunos aún recordamos con esperanza el Ridnour de hace un par o tres de campañas, pero parece difícil a día de hoy que vuelva por sus fueros. Como máximo se salvará en un futuro alguien como Collison, hombre complementario y trabajador que puede aportar lo suyo, y quizás alguno de los pívots pufos elegidos en los últimos Drafts. Y puede, sin ser evidentemente un hombre clave, que el futuro de Damien Wilkins siga ligado al equipo.

Watson, Wilcox y Gelabale, por no hablar de la totalidad o casi de los pívots (Sene, Swift y Petro) y todos los jugadores que llegaron desde San Antonio o Cleveland deben ser prescindibles. El futuro no está hecho para ninguno de ellos, solo un proyecto con vistas a Bora Bora a finales de abril puede permitirse el lujo de salir con Earl Watson y Chris Wilcox en su quinteto.

No es de extrañar pues que la actual plantilla sea capaz de nada mejor que alcanzar las veinte victorias. Difícilmente irá a peor en los próximos años, algo que unido a la proyección de las dos estrellas del equipo convertirá a los Sonics en un equipo de Play-Offs y quizás incluso en un aspirante. Lo que debe estar claro es que aquí solo hay dos nombres intocables, y que de salvarse algún otro no deberían mirar más allá de estos tres apellidos: Collison, Ridnour y Wilkins.

Cuerpo técnico: El oscuro propietariado de los Sonics se reflejó en el laureado proyecto de los San Antonio Spurs para construir el suyo. Confiando en que a Durant no le de por estrangular a Carlesimo, PJ fue finalmente el elegido, dejando por el camino decisiones tan polémicas como jugar con Durant de dos, confiar en Earl Watson de base titular, no ceder peso en el vestuario a veteranos que ya no están como Szczerbiak y Thomas...

Poco en contra diré de PJ teniendo en cuenta lo poco que he visto a los Sonics, y que antes de esta campaña mi última referencia respecto a sus labores como primer técnico eran las manos de Sprewell alrededor de su cuello. Lo único que tengo claro es que no era del gusto de Latrell, que su idea de baloncesto es de corte conservadora, y que visto su currículum dejará el banquillo sónico tan pronto como sean aspirantes a algo y fracasen.
Es cuestión de impresiones en este caso, pero no le veo comandando una nave ganadora. Suerte tiene que hasta dentro de un par de años nadie le exigirá nada, ya llegará el momento en que esto ocurra y entonces saldrá por la puerta de atrás para dejar el mando en manos de alguien con cierto carisma en Seattle (porqué seguirán en Seattle, espero).

En cuanto a Sam Presti tengo un par de razones para dejar, por el momento, la balanza de su gestión en equilibrio. No le ha temblado el pulso a la hora de renovar por completo la plantilla tanto en verano (Lewis y Allen) como en febrero (Szczerbiak y Thomas). A cambio han llegado expirings y muchas rondas en el Draft, algo que será positivo si se invierten mejor que en un pasado no muy lejano.

Esto lo ves como positivo si lo miras desde uno de los dos puntos de vista. Y es que por otro lado pueden entenderse estos movimientos como el paso previo a mudar la franquícia. Poca presencia en la prensa, Key Arena sin llenar cada noche, equipo perdedor... Nada mejor que ser un equipo perdedor para trasladarse a una ciudad condenada a tener un equipo perdedor.

Retiro lo del equilibro, este último argumento acaba de decantar la balanza. Y es que si alguien no cree que es suficiente tengo muchos otros en la recámara, los dos más flagrantes el favor que Presti hizo a su buen amigo Popovich en febrero o la forma en que salió Lenny Wilkens de la franquícia tras su llegada, en uno de los capítulos más oscuros del verano junto al caso Doherty y Donovan.

Imagen: Tras traicionar su historia en los locos noventa con la inclusión del rojo como color secundario, volvieron a un logo y un uniforme tradicionales en la temporada 2002-03, y no lo han tocado desde entonces. En mi opinión esta revisión les honora, poniéndolos a una altura muy similar a la de los grandes históricos y un peldaño por encima de equipos como Hawks, Warriors o 76ers, equipos que no están a la altura de su dilatado recorrido en la liga.

La mezcla de verde y oro es una combinación única en la liga, cuyos únicos precedentes se remontan a los Minneapolis Lakers, los New Orleans Jazz y los San Diego Rockets. A día de hoy los Sonics y los Celtics en San Patricio son los únicos que los lucen, y salvo la remota posibilidad que existe de ver a los Hornets lucir los colores de Mardi Grass (verde, púrpura y amarillo) así seguirá siendo.
Mi única crítica a la actual gama va referida al uniforme alternativo. Soy partidario de que sea amarillo por jerarquía en los colores de la franquícia, pero lo que no me gusta es que el blanco tenga en este más protagonismo que el verde. De acuerdo que también pasaba en los uniformes originales que lucieron hasta mediados de los setenta, pero no me llega. Supongo que será una manía mía, que prefiero ver un color secundario en el uniforme visitante en vez del blanco teniendo tanto peso (como también ocurre en el azul claro de los Nuggets).

A pesar de esta pequeña opinión personal, pienso que el actual esquema de uniformes y logos de los supersónicos no debe cambiar, algo que seguro que ocurriría si finalmente se trasladan. Y es que no creo que alguien capaz de dejar atrás cuarenta años sin ningún pudor, y partidario además de rebautizar su equipo como Wranglers o Cyclons, tenga un especial cariño hacia el verde y el oro que, salvo la locura noventera, jamás han dejado de ser los únicos colores de la franquícia...

Potencial futuro: El fantasma del 84 estaba allí cuando los Blazers elegían a Greg Oden en el número uno del Draft, y no se había ido cuando el veinteañero con pinta de cuarentón de Ohio State se lesionó. Con su elección determinada por lo que rechazaran sus archienemigos los sónicos se hacían finalmente con Kevin Durant, sabiendo que posiblemente se hacían con el mejor de los dos, y además sin ninguna presión por haberse podido equivocar.

Desde aquel momento Kevin Durant era el líder de la franquícia, y Jeff Green su escudero, el Scottie Pippen particular del mesías. Los movimientos evidenciaban que nadie era intocable salvo ellos dos, que el futuro estaba en sus manos y que todo lo que llegara tendría como objetivo complementarles y acercarles a sus aspiraciones de anillo.

La temporada ha demostrado que alguien como Damien Wilkins también puede tener un rol de peso en un futuro, aunque no a la altura de los dos rookies. En este sentido el yerno se ha asentado en el equipo no sin cierta sorpresa, pues había mucha gente que tenía más confianza en una posible confirmación de pívots como Wilcox o Collison, o también en la resurrección de un Luke Ridnour que sigue en plena crísis.

Anteriormente ya he dejado clara mi opinión: como máximo me quedaría cinco de los seis citados, siendo Wilcox mi elegido por irse. Aún así, tengo claro que imprescindibles solo hay dos, y jugadores por los que pondría la mano en el fuego posiblemente uno solo. A los que sea que finalmente sigan en el proyecto se les unirán seis primeras rondas y algún robo en segunda, pues los Sonics cuentan hasta 2010 con todas sus primeras más dos de los Suns (2008 y 2010 -esta puede que sea algo alta) y la del 2009 de los Spurs.

Lo que yo haría: Collison, Wilkins y Ridnour seguirían en mi proyecto, en el que no hace falta decir que por supuesto Durant y Green también tendrían cabida. Dejaría un hueco incluso para Swift o Sene, pues a Petro le veo incluso menos recorrido que a estos dos. Es decir, solo seis hombres de la actual plantilla seguirían como máximo, el resto sería lo que hubiera llegado a cambio de Wilcox (expiring el año próximo, es fácil que salga en febrero) y Watson más las elecciones en el Draft.

Fijándome solo en el próximo los Sonics puede que tengan a tiro grandes opciones. De tener el número uno o dos del Draft yo iría a por Derrick Rose, siempre y cuando los que elijan arriba de ellos prefieran a Michael Beasley. Con la ronda de Phoenix puede llegar un pívot decente, de hecho según NBADraft.net Roy Hibbert estaría a tiro, y con la segunda puedes hacerte con un interior complementario como Joey Dorsey (de la universidad de Memphis). En el peor de los casos la ronda de Seattle caerá hasta la quinta-sexta posición, en la que yo iría a por Jerryd Bayless si por fortuna sigue disponible. No me fio del gemelo Brook López, por mi parte elegiría un base con la primera e iría a por el pívot con la de Phoenix.

Lo que se comentó en su día: Repasaba la historia de los Sonics a lo largo de sus casi cuarenta años de trayectoria, mostrando especial interés por capítulos tan destacables como el fracaso del 94, la final del 96, y la segunda ronda del 2005 que recuerdo con especial cariño. Además me hacía eco de lo rancia que había sido la última época con el propietario de Starbucks al frente, terminando con la venta a un grupo de accionistas que por aquel entonces, por lo que veo, ya habían declarado su intención de trasladarse con el equipo a su rancho de Oklahoma.
El primero en comentar sería Pierce, que declaraba su admiración hacia Ray Allen y no tenía muchas esperanzas en que los Sonics siguieran en Seattle. Nacho apuntaba la baja de Radmanovic como posible causa del bajón en la temporada 2005-06, y Rafita cerraba el capítulo de comentarios apuntando hacia la falta de poderío interior, además de no ver tampoco muchas esperanzas en el futuro del equipo en la ciudad de la lluvia.

Sorprendentemente no estaban por aquel entonces gente como Juanejo, McMillan, Atparrot, X-Man... Ningún fan de los Sonics debía conocer o pasarse por el blog aquel día, espero que en esta ocasión sean muchos los que se pasen y simpaticen con la causa sónica como Juanejo lleva haciendo de forma muy especial durante los últimos dos años en su garage sónico. Para él y todo el que sienta suyos estos colores, el entreñable pasado de la franquícia, el SOS... para todos vosotros este artículo.

http://taylorwolves.blogspot.com/2006/07/adios-la-ciudad-de-la-lluvia.html

Conclusión: Los Sonics son a día de hoy un equipo mediocre, pero su futuro deportivo es más que envidiable. Con Kevin Durant tienen uno de los líderes más estelares de la conferencia oeste de cara a un futuro, y con Jeff Green cuentan con el complemento perfecto que todo equipo aspirante necesita. Si a ello le sumas otra estrella (nadie mejor que Derrick Rose) y algún secundario de lujo, ojo que no la lien en años venideros.

La única sombra es la presencia de Bennett en el palco, la permisividad de Stern y algunos propietarios y la poca arena que queda en la parte superior del reloj. Las SOS siguen moviendo hilos, pero el poder está a favor del traslado y a cada día que pasa la esperanza de supervivencia de esta franquícia histórica es menor. Yo tengo fe y quiero pensar que la historia pesará, pero por otro lado me da miedo pensar lo poco que debe importarle a cierto comisionado capaz de imaginar una NBA en Europa que el año que viene haya un equipo llamado Oklahoma Cyclons...

PD: Save Our Sonics!

Thursday, April 10, 2008

Espuelas en modo anillo

En el año 1997 Tim Duncan llegaba como número uno del Draft a un equipo sin historia, el único que dio el salto desde la ABA sin haber ganado un campeonato y que tampoco lo había logrado aún en la NBA. Leyendas de la talla de George Gervin y David Robinson, con quién compartiría vestuario y dos anillos, no lo habían logrado; ¿lo haría Tim?

No tardarían ni mil noches en comprobarlo los aficionados del Álamo. Tras el premio a mejor rookie del año, una convocatoria para el All-Star y dos presencias en el quinteto ideal de la liga, el sophomore Tim Duncan añadía a este brillante currículum el primero de sus cuatro anillos, que con el paso del tiempo ha dejado de ser el del asterisco...

Plantilla actual: Tim Duncan sigue siendo el líder del equipo, lo ha sido desde el primer día y no dejará de serlo. Por mucho que Parker le ganara un MVP de las finales el año pasado o que Ginobili firme grandes números desde el banco, a la postre siempre es Tim Duncan el brazo ejecutor de un equipo que funciona con maquinaria perfecta.

Este año les cuesta, vigila que no tengan el factor campo en contra en primera ronda, ojo que Paker no es el de antaño... Siempre en silencio, ni siquiera se molestan en contestar las voces críticas. Todos los focos en New Orleans, Los Angeles, Phoenix y Boston, pero el vigente campeón está cerca de lo más alto a la chita callando, en el oeste más duro de la historia y cuando muchos de nosotros hemos cometido el error de darles por muertos.

Hasta que se demuestre lo contrario el Big Three que garantiza títulos en esta liga es el que forman Duncan, Parker y Ginobili, ganadores de tres de los últimos cinco anillos, y que cuando han caído lo han hecho por 4-2 ante los Lakers del Fab Four y en un agónico séptimo frente unos Mavs que olían a campeonato.

Por si no fuera suficiente con lo que había han sumado un anti-Shaq como Kurt Thomas, fichado con el objetivo de contrarrestar el poderío del juego interior de los Suns y responder a los fichajes hechos por estos mismos y los Lakers. Por el momento Oberto ha contado con más opciones desde el quinteto, pero ya veremos quién se viste de corto en el salto inicial cuando llegue la hora de la verdad...

Los cinco ya citados más Bowen, Finley, Barry, Stoudamire, Udoka, Bonner... Once nombres que se presumen como los que finalmente serán inscritos en Play-Offs, una lista que completará el temible Mr May. Robert Horry es la última pieza, un dragón aún dormido, pero que quiere sumar un octavo anillo para añadirlo a su preciado e histórico tesoro.

Cuerpo técnico: Lejos queda ya la fea jugarreta a Bob Hill, y hoy Gregg Popovich es de los técnicos más laureados y respetados de la liga. El militar tuvo la suerte de estar en el lugar adecuado en el mejor momento. Tomó las riendas de un proyecto que iba a menos tras el fracaso ante los Rockets dos años antes en la final de conferencia, y que veía en la lesión de David Robinson un punto de inflexión sobre el que replantearse el futuro.

La suerte se alió con los tejanos, regalándoles un número uno del Draft con el que podrían cambiar su historia. Con Tim Duncan llegaba un jugador serio, con grandes fundamentos, mucha ambición y preparado incluso para cuestionar el liderazgo del que había sido MVP el año 1995. Desde el primer día mostró una templanza y dominio dignos de un veterano, con lo que no tiene porqué extrañar el anillo que logró en su segundo año en la liga, algo que muy pocos han logrado como piezas clave en su equipo.
Pero volvamos a Popovich. Son muchas las ocasiones en que hemos oído acusaciones hacia el juego aburrido, conservador y defensivo de los Spurs. Posiblemente sea consecuencia directa de la ortodoxia en el juego de Tim Duncan, que por el dominio de sus recursos y la frialdad con la que los pone en práctica da la impresión de practicar un juego desangelado, sobrado, repetitivo...

Este factor, unido al juego de Bruce Bowen, el poco atráctivo de los uniformes y la opinión ya generalizada lleva a la siguiente atiquetación: los Spurs son un equipo aburrido. Y tal vez lo sean, no seré yo quién lo niegue, pero a lo que quiero llegar es que por riqueza táctica y capacidad de adaptación a cualquier equipo no tiene porqué ser así. Y ahora pregunto: ¿es todo esto mérito de Popovich? Puede que sí, o puede simplemente que estuviera en el lugar y momento adecuado y lo siga estando...

Imagen: A pesar de ser un equipo relativamente jóven (solo Mavs, Hornets, Heat, Magic, Wolves, Raptors, Grizzlies y Bobcats llegaron a la liga después de ellos), su uniforme es tan intocable como el de los clásicos, y sus cuatro anillos no hacen más que reforzar el atributo de equipo histórico que los Spurs se han ganado en los últimos tiempos.

En lo que a su imagen corporativa se refiere, los Spurs son posiblemente el equipo más conservador. La era del logo con colores fiesteros es la excepción, pero en aquel período el uniforme no se vio afectado. Antes hablábamos de estilo de juego, y yo tengo claro que la imagen seria y aburrida de sus colores (gris y negro) no hace más que reforzar el estigma de equipo aburrido, lo sean o no.
Estoy criticando su estilo al mismo tiempo que tengo la total convicción de que es intocable. Los colores nunca han cambiado, y el que siguen y seguirán vistiendo ha vivido suficientes momentos históricos como para no plantearse un cambio ni a medio ni largo plazo. Es más, creo que dentro de veinte años Celtics, Lakers, Bulls o Pistons habrán vivido más cambios en su uniforme que los Spurs.

Podría criticar la imagen por no ser de mi gusto, pero desde un punto de visto objetivo no puedo más que quitarme el sombrero por un estilo por el que no pasará el tiempo y que perdurará en la historia. Que aprendan otros que no respetan lo que tienen, pues estoy seguro que Hawks (era Nique), Warriors (The City), Sixers (era Julius) y Wizards (era Unseld) jamás encontrarán nada mejor que lo que tuvieron en un pasado. Solo tengo una queja, y es que no conviertan el clásico gris en un alternativo adecuado a estos tiempos y tengan así tres uniformes como casi todo el mundo.

Potencial futuro: A pesar de que Duncan y Ginobili no son jovenzuelos, ellos son junto a Tony Parker el futuro de los Spurs, y así está estipulado en todos los contratos de la plantilla. La plantilla se construirá con ellos como eje principal, y los veteranos que no tardarán en arrastrarse por las canchas darán paso a nuevos agentes libres que vean en este equipo un valor seguro para hacerse con un anillo.

Quizás Udoka y Oberto sigan en la plantilla unos años, pues como complementos cumplen. El primero es una buena opción tanto como titular como desde el banco, contando con veinte minutos en que rendirá sin mediar palabra sobre el rol que le sea asignado. Por su parte el segundo llegó de Portland para retirar a Bruce Bowen y ocupar el rol defensivo que la edad de Bruce Lee dejará vacante...

Y quién sabe que nos depara el futuro de Ian Mahinmi, Marcus Williams oTiago Splitter, por poner algunos de los muchos ases que Popovich se guarda en la manga. Los Spurs son de sobra conocidos por ser pioneros a la hora de sacar jugadores de cualquier rincón del globo, y sí han sido elegidos para sumarse a la nave más pronto o más tarde será por algo.

Lo que yo haría: El Big Three, Udoka y Oberto serían los únicos intocables, aunque lógicamente todo el mundo tiene su precio pero, en principio, para mi estos serían imprescindibles. De todas formas, no me cerraría a una posible salida de Ginobili, pues es un jugador que viene de hacer una gran campaña y que seguro que más de una franquícia que fracase en los presentes Play-Offs no vería con mal ojo.

Por los cuatro anillos que ha dado a Duncan le mantendría incluso si no caminara, y Parker tiene muchos años por delante. Udoka y Oberto son jugadores del montón, por supuesto, pero dentro del proyecto han cumplido y pueden seguir teniendo importancia. Los cuatro-cinco más agentes libres con ambición y Splitter deberían ser suficientes para seguir aspirando a anillos, aunque veo bastante complicado que sumen más que el quinto (y por supuesto me alegro).

Lo que se comentó en su día: Yo hablaba un poco de la historia de los Spurs desde la ABA y me extendía básicamente en los años posteriores a la llegada de Tim Duncan. Por aquel entonces sumaban tres anillos, el último muy especial por el quinto partido de Horry y la resistencia de los Pistons en todo momento. Por cierto, hay un error terrible, y es que no fueron los Wolves quienes les eliminaron en 2004 sinó los Lakers.
El primero en comentar sería Rafita, reconocido fan de los Spurs que justificó los dos MVP's de Duncan. Pienso que son justos y están a la altura de su leyenda, pero cabe recordar que hubo mucha polémica, puesto que en 2002 Kidd había hecho muchos méritos (los mismos que en 2005 hicieron MVP a Nash) o en 2003, con Garnett haciendo una temporada superior a la del 21 de los Spurs.

Después comentaría Wilt, con una exclusiva que por aquel entonces yo desconocía y que debo reconocer que se me había olvidado. Si queréis leerla clicad en el viejo post, no tiene desperdicio. Finalmente recibiría la visita de Pierce, felicitándome por los posts y lamentando que me hubiera adelantado en el de Reggie Miller que él quería escribir...

http://taylorwolves.blogspot.com/2006/08/algo-ms-que-un-astersco.html

Conclusión: Siento muchísimo que este sea el post más corto que he escrito, pero es difícil llenar párrafos con un equipo que apenas da que hablar, a pesar de ser el cuarto histórico en número de anillos y el que más suma en la última década. Duncan, Ginobili y Parker, tres jugadores de los que está todo dicho a excepción de la relación mediática del último.

En el plano deportivo tampoco aportaré, sintiéndolo mucho, nada nuevo. Los Spurs son un equipo que queramos o no deben ser tratados como el máximo favorito, al menos es mejor así en mi caso, menor será la decepción que me lleve si ganan. Como cada año son otros los equipos que nos ponen la miel en los labios, pero a la hora de la verdad este equipo es letal, y prueba de ello son el número de anillos y la autoridad con la que los han logrado.

Tuesday, April 08, 2008

Lemmeis VI

La historia llama a la puerta

Un tiro ganador en el último segundo de un séptimo partido de una final era mucho más de lo que Marcus Lemmeis esperaba haber logrado a la tierna edad de 24 años. Los Angeles celebraba el tercer anillo consecutivo mientras en New York se tiraban aún de los pelos por haberle dejado escapar seleccionando a Jamal Bullock, un pívot dominante que aún no había llegado a las cotas del número 1 de los Lakers.

Con Nike y Li Ning insistiendo Adidas pondría sobre la mesa un contrato de vértigo, que sumado al que percibía del equipo angelino le reportaba un total de 50 millones de dólares al año, superando incluso a Randy Wilton en este apartado. Dedicó el verano a actos promocionales y a levantar sus nuevas mansiones en su Pittsburgh natal y el exclusivo Paradise Residential cercano a Los Angeles.

Los aficionados al mundo de la canasta observaban con lupa cada movimiento del mesías, un fenómeno de masas que superaba todos los intentos de copia del más grande y que según los expertos estaba ya a la altura de Mikan, Russell, Chamberlain, Robertson, Abdul-Jabbar, Erving, Johnson, Bird, Jordan, O'neal, Duncan, Bryant, James, Barson o Wilton, el olimpo en el que muy pocos tenían cabida.

Mientras algunos de sus compañeros luchaban por un puesto en el futuro equipo olímpico de Dublín, Lemmeis era día tras día el protagonista fuera de las canchas. También ocupaba un lugar de privilegio en la prensa rosa, que se hacía eco de sus constantes infidelidades a su mujer Debbie, que harta de la vanidad de su marido reclamó su trozo del pastel y convirtio su imminente ruptura en el centro de atención.
El más acérrimo crítico de Marcus Lemmeis encontró en este capítulo una excusa más para seguir odiándole. Con el escolta angelino en plan Hugh Hefner y Randy Wilton también separado ahogando penas en Las Vegas la liga volvió a decantarse por el discreto Willie Barson como su imagen de marca. Algunos de los patrocinadores giraron la espalda a Marcus, que asistió a los primeros entrenamientos de los Lakers algo tocado por el drástico cambio de su situación.

La nota positiva es que ganando un cuarto campeonato consecutivo conseguiría algo que nadie lograba desde Bill Russell, y que para cumplir con su objetivo estaría mejor acompañado que nunca. Y es que los Lakers se habían hecho con los servicios de Terry Norman, que tras fracasar en sus intentos de ganar el anillo en Indiana, Dallas y Washington decidía probar fortuna junto al mejor del mundo antes de resignarse a una retirada sin premio.

Ambos se mostraron intratables en una Copa Mundial dominada de principio a fin por los amarillos. Los Tromso Polars apenas duraron cinco minutos al ritmo de los de Brian Shaw, que sumaban el supuesto tercer "título mundial" de forma consecutiva. Timothy Bass sería galardonado MVP en una final en la que las dos estrellas del equipo californiano sumaron un total de treinta minutos en cancha.

Rara era la ocasión en que un equipo europeo (ya que normalmente vencían a africanos y asiáticos) lograba imponerse al campeón de la NBA, pero tampoco era habitual ver un dominio semejante por parte de un equipo americano. Quedaba claro que los Lakers eran un equipo muy difícil de superar, con un quinteto demoledor formado por Bass, Norman, Donaldson, Lemmeis y Reid y con suplentes de la talla de Perkins, Hoobson, Deberick, Sweet y McCain. Joby Maxwell se había retirado, y aparte de Norman el rookie Dylan Caldwell era la única incorporación destacable para un equipo que jugaba de memoria.

Como venía siendo habitual en los últimos años los Lakers partían como favoritos, con los Knicks como principales aspirantes y equipos como Wizards, Celtics o Nuggets a los que nadie quería descartar. En el oeste empezaba a lucir un proyecto que hacía años que apuntaba maneras, el que unos resucitados Rockets construían alrededor de Arison con el fracaso del equipo liderado por Enbil Taylor una década atrás aún en mente.

Un partido entre Lakers y Suns inauguraría la campaña 2031-32. Lemmeis recibía su tercer anillo de campeón e iniciaba su sexta campaña en la liga logrando unos discretos trece puntos con muy malos porcentajes. Poco a poco se iría entonando y se acercaría a los primeros puestos en la tabla de anotadores, pero su gente más próxima notaba que algo no iba bien...
La noche angelina podía ser una tentación demasiado grande para alguien joven y con dinero, y por mucho que Brian Shaw tuviera una estricta norma al respecto era más que evidente que le temblaba el pulso a la hora de cuadrar a su principal estrella. Camuflada entre una infinidad de compromisos publicitarios, solo un porcentaje de victorias que permitía que su equipo mandara en la liga evitaba que la prensa y el entorno hablaran de su afición a la fiesta más de la cuenta.

Los Lakers mandaban en la liga, presionados en todo momento por el descaro de unos Knicks y Rockets también liderados por una joven estrella. Bullock lideraba una carrera hacia el MVP que Lemmeis no estaba dispuesto a perder. Quería lograr el tercero en seis años junto a su cuarto anillo, y si alguien no debía arrebatárselo este era su archirrival en la liga desde que un mes de junio del año 2026 los Knicks habían cometido el error de elegirlo en el Draft en vez de él.

Nadie en New York se atrevía a cuestionar la elección de Bullock, pues en poco tiempo se había confirmado como el mejor pívot de la liga, al mismo nivel que Randy Wilton. Aún así, por mucha que le quisieran, los hechos hablaban por sí solos: Marcus Lemmeis había dado a los Lakers tres anillos, más de los que los Knicks sumaban en toda su historia. Parecía como si desde aquel día Marcus hubiera tenido como único objetivo hacerles pagar por su decisión, humiliarles por haberle relegado al número dos.

Llegaba la navidad, que invitaba a ver un apasionante Lakers-Nuggets en noche buena. Lemmeis anotó 51 puntos, un logro impresionante que ya no lograba sorprender. Llamaría más la atención del público la enésima presencia consecutiva de la canadiense Annette Gasquet, recién galardonada como Miss Universo y que no se perdía ningún choque que los angelinos disputaran en su propio terreno.

Tan pronto como se confirmó la relación lo hizo también la ruptura. Y es que la modelo no estaba dispuesta a aguantar el plan de vida del egocéntrico "centro del mundo". El tiempo había convertido a Marcus en un retrato de sí mismo, un personaje en constante representación que no buscaba nada más allá de gustar a todo el mundo y humiliar los que le detestaban, demostrándoles una y otra vez el error que cometían al no admirar sus logros.
Lemmeis iba a su bola, y los Lakers perdían la comunión que les había catapultado hacia tres campeonatos consecutivos a pasos agigantados. Por primera vez desde la llegada de Marcus sufrirían cinco derrotas del tirón, situándose por debajo de Rockets, Wolves y Nuggets y a una distancia sideral de los Knicks, que gobernaban la liga por primera vez desde tiempos ya olvidados.

El All-Star tampoco serviría para aliviar los últimos fracasos, tanto en el plano personal como en el profesional. En un encuentro marcado por la baja por paternidad de Randy Wilton, Lemmeis formaría en el quinteto titular junto a Woods (Denver), Arison (Houston), Djeric (Phoenix) y Pirtsmouth (Vancouver). Su entrenador, Brian Shaw, tendría hombres de la talla de Moott (Seattle), Norman (Los Angeles), Gardner (Utah), Clifford (Minnesota), Washburn (Houston), Terry (Minnesota) y Rose (Portland) para salir desde el banquillo.

La conferencia este, formando con Bullock (New York), Bell (Atlanta), Haykes (Springfield), Fortson (Milwaukee) y Fox (Miami) en el cinco inicial, lograría imponerse. Jamal Bullock lograría el premio a mejor jugador del partido, premio menor a una gran temporada que quería culminar con el de mejor de la campaña y las finales también en sus manos.

Tras el parón del fin de semana disputado en Orlando, Marcus Lemmeis recargó pilas. Aparcó el ocio nocturno y los ligues puntuales que daban sentido a la prensa del corazón. Se centró en dormir bien, perfeccionar su depurada técnica y lograr victorias para su equipo. Su único objetivo era recuperar el terreno perdido, revalidar el campeonato de la NBA por cuarta vez consecutiva y saberse a un nivel al que solo Bill Russell había llegado (y superado con creces).

Dejó atrás el individualismo del que había hecho gala a lo largo del año para ser algo más que un líder en cancha. Él vestuario perdonó sus pecados y le siguió como el líder que les guiaría hacia el olimpo. Terry Norman variaba su tono de "profunda decepción" que había mantenido a lo largo de la campaña por un desmesurado optimismo respecto a la posibilidad de lograr por fin el anillo.

La veteranía del quinteto y la costumbre a las grandes citas eran garantía de éxito. Nuggets y Wolves no tardaron en verse superados, y con algunas dificultades también lo harían finalmente los Rockets. El sprint final acabó con todos excepto los Knicks por detrás de los Lakers. Los de Darrick Martin no habían levantado el pie del gas a lo largo de la campaña, y partían con el factor cancha a su favor lo que fuera que duraran los Play-Offs.
Los Jazz de Gardner no fueron obstáculo para unos Lakers que iban lanzados. Salt Lake City no pudo más que rendirse a un equipo que cerró con autoridad el cuarto partido sin oposición, con los de Utah cayendo a manos amarillas sin remedio a pesar de un gran esfuerzo en defensa; el equipo tricampeón fue demasiado para ellos...

En segunda ronda se encontraron más resistencia, de la mano de unos Wolves que no querían caer sin salvar el honor. La eliminatoria llegaría a Minnesota con un 2-0 favorable a los Lakers, que sumando el tercer triunfo contaban con cuatro oportunidades para meterse en su quinta final del oeste consecutiva. Un gran Terry salvó a su afición de asistir a un ruborizante barrido, llevando la serie a un quinto partido que los angelinos resolvieron a su favor de forma incontestable.

Unos descarados Houston Rockets intentarían convertirse en el justiciero que ponía fin a los sueños más húmedos de Marcus Lemmeis. Tommy Arison y los suyos no pudieron hacer más que dar que hablar al sorprender con un 0-1 inicial, que se quedaría en espejismo después de cuatro partidos consecutivos que los Lakers saldarían con ventajas superiores a diez puntos.

El escolta de Pittsburgh llegaba a su cuarta final consecutiva, su escenario preferido y en el que nunca había caído derrotado. Jamal Bullock era el rival a batir, el recién nombrado MVP de la temporada regular que venía de barrer a los Atlanta Hawks en la final de conferencia. Los Knicks habían dominado a placer las series finales en el este, acabando con quién fuera que se les pusiera enfrente de manera incontestable y demostrando porqué habían sido el mejor equipo de la liga a lo largo del año.

Los Knicks saldrían victoriosos del primer duelo, pero en el segundo sucumbieron ante el poder anotador de Terry Norman, que con más ambición que nadie en todo el Madison se convirtió en el artífice de la victoria angelina en el segundo choque. Los Lakers recuperaban el factor campo y ya en su estadio lograban ponerse a un partido de decidir la final gracias a la exhibición de Lemmeis en el tercero y el triple decisivo de Caldwell en el cuarto.

Bullock emergiría entonces como la llama de la esperanza Knickerbocker, alzándose como el gran héroe en un partido resuelto en el tercer cuarto gracias a los 55 puntos y 21 rebotes que había logrado ya entonces. El cuarto definitivo resultó ser un puro trámite, con los suplentes intercambiando canastas mientras el público angelino se resignaba a no poder celebrar el anillo en su propio feudo.

Con el séptimo partido del año anterior aún en la retina, media liga soñaba con que los Knicks empataran la serie en el Madison. Sabiendo que no podía perder aquella oportunidad Jamal Bullock y los suyos salieron a todas, animados por un público que no recordaba nada semejante en todo el siglo. Los Knicks eran todo ambición, pero nada comparado a la de Lemmeis...
Un cuarto anillo consecutivo le convertiría en un mito viviente, le elevaría a una categoría que tenía un solo precedente en la casi centenaria historia de la liga. El mítico Madison y el que le había precedido en un Draft tan histórico como el del 2026 no podían evitar su momento; no lo permitiría.

Marcus se entregó en defensa más que nunca, no descansó más de un minuto y por raro que pareciera sumaba más robos, asistencias y rebotes que puntos. Norman, Donaldson y Reid se encargaban de no dejar que los Knicks escaparan en el marcador, mientras Bass hacía un trabajo excelente sobre un Bullock que no se encontraba nada cómodo.

Llegó el último cuarto y Lemmeis asumió protagonismo, al mismo tiempo que los Knicks de desmoronaban viendo como su tren pasaba de largo. Shaw pudo incluso sentar a Marcus a falta de dos minutos, que en un gesto que le costó una multa histórica señaló su dorsal uno mientras miraba con chulería cada rincón del estadio. Bullock y quién lo eligió bajaban la cabeza en señal de derrota mientras el Madison reprobaba una de las peores actitudes que la NBA había soportado a lo largo de su historia.

Entre silbidos Lemmeis recogería el trofeo Larry O'brien y su cuarto MVP de las finales. Los Lakers habían hecho historia, la liga había saldado su deuda con Norman y los Knicks volvían a perder finales. En boca de muchos estaba ya el título de "mejor jugador de la historia" para un Lemmeis que seguía perdiendo adeptos al ritmo que ampliaba su sala de trofeos...