Friday, August 25, 2006

Algo más que un asterísco

Así se veía a los Spurs en 1999, un equipo con un anillo logrado en una fría temporada de lock-out. Un sophomore que luchó por el MVP, Tim Duncan, fue el responsable del primer campeonato de la franquícia tejana, otra que venía de jugar en la ABA.

En respuesta a todos sus críticos, entre los cuales destacaba Phil Jackson los Spurs solo podían hacer una cosa: volver a ganar el anillo, y entrar en la historia como una franquicia a respetar.

Leyendas como George Gervin ya no estaban, y la carrera de David Robinson tocaba a su fin. El gurú Jackson y sus Lakers les echaron a la cuneta en más de una ocasión, demostrando lo que ellos y la liga seguían pensando: que su anillo no era merecido, válido por dirlo de alguna forma.

El tercer three-peat en su carrera llegó con un Tim Duncan que en 2002 ya se había proclamado MVP, en una discutida votación en la que algunos optaron por Jason Kidd. Pero aún le faltaba algo, un anillo ganado tras 82 partidos más Play-Off. La luz de David se apagaba, y aquella parecía como una última oportunidad.

Una gran temporada regular de Tim, aunque otra vez su MVP decían que debía ir para Garnett, y los suyos valió para llegar un peldaño más arriba que lo que habían llegado en tiempos de los Lakers: la final de la NBA.

Allí se encontraron unos experimentados Nets que lucharon a brazo partido para llevarse su primer título de campeones. Pero, otra vez, la superioridad del oeste se puso de manifiesto y los de San Antonio lograron el primer anillo que ni Phil Jackson les podía discutir.

En su recerca de la dinastía cayeron en semifinales de conferencia ante los Timberwolves de Garnett, un equipo lanzadísimo hacia el anillo y en cuyo camino se topó Derek Fisher; y es que Horry ya calentaba muñeca en San Antonio, buscando lo que solo John Salley había logrado.

Hasta un año después no se le necesitó en todo su esplendor, ante los Detroit Pistons. Quinto partido; 2-2. Horry obra el milagro con canastas imposibles, un tremendo derroche de calidad y un triple convertido en la más sabrosa cereza del pastel...el que hornó en Auburn Hills.

Se llegó al séptimo y allí se vio uno de los mejores Duncans de la final. Aún hay quien dice que el MVP debería haber sido el argentino, pero para mí es el líder quien a la hora de la verdad cogió las riendas, y es quien más merece el premio.

4 comments:

rafita said...

me quito el sombrero ante tim duncan. el solito ha convertido a san antonio en un equipo ganador, que depsues sumo la ayuda de ginobili, parker o horry
mvp´s merecidos todos

en el otro post no me dejo comentar, no entiendo: tremendo jugador reggie miller, le falto el anillo, como a tantos otros

Wilt said...

¿Sabéis que George Gervin consumía cocaína? Un día voy a publicar un post sobre la NBA y las drogas.

Pierce said...

Hola amigos!! Ya estoy de vuelta unos dias antes de lo previsto pero bueno. Perfectas las vacaciones.
He leido todos los posts desde que me fui y siguen siendo geniales true wolf. Chapeau.

por cierto yo tenia pensado hacer uno sobre the killer pero te me has adelantao..jeje bueno hasta otra.

Go Spurs Go!!

True Wolf said...

Hazlo porqué el mío lo considero el peor artículo que he hecho. Lo siento por Reggie, me enganchó dormido.

Bienvenido de nuevo Pierce ;)!!