Thursday, November 23, 2006

Wilton III

La oportunidad largo tiempo deseada

Tras haber sido el anfitrión en la inauguración del Independence Coliseum, haberse probado en las ligas de verano con satisfactorio resultado y haber jugado un All-Star benéfico en casa, Randy Wilton estaba listo para pasar el agosto fuera de casa.

Formaba parte de la élite, los doce jugadores que formaban el Dream Team USA, nueve de los cuales habían participado en los All-Star más recientes. Junto a él, destacaban nombres como Taylor (Houston), Stackhouse (Phoenix), Barson (Boston), Dewirn (Chicago), Daniels (Vancouver), Rose (New York), Lewis (Dallas) y Francis (Denver). Los otros tres eran el escolta Darvin Layne (Portland), el ala-pívot Feick (Oklahoma City) y el mejor triplista de la liga, el base Naithan Broman (Brooklyn). El veterano Avery Johnson era el elegido para primer técnico, tras haber sido ayudante de Poppovich en 2010 y director técnico de la selección desde el año 2016.

En la primera fase tan solo Brasil y Angola plantearon problemas a los estadounidenses, que quedarían primeros de su grupo. En octavos de final Itália apenas planteó problemas, muy débil en comparación a la campeona del mundo en 2014. Se plantaron a cuartos donde la calidad individual se impuso a Suiza, gran sorpresa del torneo y equipo que veía como su legendario capitan, Shefolosha, jugaba su último partido como profesional.

Las semifinales tendrían lugar en Pequín, lugar de doloroso recuerdo para los americanos que perdieron la final de los juegos ante España catorce años atrás. Francia fue el primero que puso al equipo americano contra las cuerdas, pero Stackhouse y Barson salvaron la papeleta a favor de los suyos. Dos días después se disputaba la final y los Estados Unidos se proclamaban campeones del mundo ante la poderosa alemania de Ohlbrecht y Beck.


El MVP recayó en manos de Stackhouse, que puso así punto y final a un gran año para él, en que lo único que faltó fue ganar el campeonato de la NBA. El equipo americano volvía a casa con la medalla de oro colgada al cuello, no así Wilton, al que aún le esperaban unos días de promoción en el país asiático.

De vuelta a Philadelphia escuchó las primeras campanas de renovación, pero seguía en su determinación de no firmar nada aún. Se veía venir un próximo convenio colectivo, y la intuícion de su hermano le aconsejaba esperar al siguiente verano. Así pues, los 76ers se conformaron con ejecutar la opción de renovación para un año más, arriesgándose a perderlo en el verano del 2024, cuando era agente libre sin restricciones.

Además del fichaje de Darrick Doohan, tirador blanco procedente de los Seattle Sonics, en Philadelphia había mucho movimiento. Se trataba de organizar el All-Star, y no era un fin de semana cualquiera. Se trataba del que iba a conmemorar el 76 aniversario de la liga que, como homenaje a uno de sus equipos más ilustres, había decidido alargar un año más la celebración, y hacerla en el 76 en vez del 75.

En el mismo día que los Celtics vencían al Topo Helsinki en la final de la Copa Mundial, los Sixers traspasaban al alero Allen a los Heat, a cambio del veterano Michael Beasley, de la promoción del 2008 y que llegaba para hacer su último intento de lograr un anillo. Con él, Doohan y el pívot rookie Jarred Slay los 76ers cerraban una plantilla larga que tenía un único objetivo: devolver, cuarenta años después, el campeonato a la ciudad.


Wilton, como en el mundial, no mostró todo su potencial en pretemporada. Con los recién estrenados uniformes, el equipo de Kerr acabó su gira por Austrália y Brasil con buenos resultados, pero que no despertaban demasiado optimismo. Solo el estado de forma de Fortson justificaba el buen ánimo que vivía el cuerpo técnico Sixer, pues aparte del escolta nadie estaba en óptimas condiciones; o esto parecía.

Por segundo año consecutivo Celtics y Sixers se enfrentaban en el partido inaugural. Los Celtics lo hacían en casa y de blanco, mientras que los de Philadelphia aprovechaban la oportunidad para presentar en sociedad su controvertido tercer uniforme morado. Criticado por muchos por romper con el estilo clásico de la franquícia, fue por los más supersticiosos el motivo de la derrota ante los Celtics, con un Barson que empezaba la temporada marcándose un partido de 40 puntos.

Tras visitas recibir a Cincinnati, Las Vegas y San Diego el récord era de 1-3, y Kerr y los nuevos fichajes empezaban a ser discutidos. Algún rotativo de Philadelphia incluso apuntaba a que Maloney podría hacerse cargo del equipo, o adquirir al desprestigiado Kevin Ollie (tras fracasos deportivos en Milwaukee, Las Vegas y Cleveland) para suplir al cinco veces campeón de la NBA.

La gira por el oeste resultó el punto de inflexión a una temporada que se prometía dorada. Wilton sorprendió a los que le consideraban un jugador lastrado con nueve partidos consecutivos por encima de los 35 puntos y 17 rebotes, medias que tras más de treinta partidos de competición aún poseiría.

Mejor jugador en noviembre y diciembre, pocos eran los que podían discutir con alguién que estaba en 34'6 puntos, 16'9 rebotes, 3'4 asistencias y 3'1 tapones, además de ser el causante de que su equipo mantuviera un récord de 32 victorias por solo 7 derrotas.

La temporada se acercaba al ecuador y Wilton era sin duda el mejor jugador de la temporada. Llegó al 6 de febrero sin conocer la derrota en lo que iba de año, con los 76ers alargando hasta 19 partidos su racha de victorias. La NBA celebró sus 76 años de historia en el recién estrenado Independence Coliseum y Randy Wilton fue, tal como dijo Clancy, el jugador número 76 en entrar en la lista de los 76 mejores de la historia, junto a mitos de la franquícia como Erving, Barkley o Iverson, entre otros. Su temporada rookie, su gran temporada hasta la lesión en la segunda y lo que llevaba de tercera fueron méritos convincentes para su inclusión.


Fue el jugador más votado por el partido, el pívot titular de un este en el que le acompañaban Hurbett (Atlanta), Dewirn (Chicago), Barson (Boston) y Rose (New York) en el quinteto. Desde el banquillo saldrían Mills (Orlando), Norman (Indiana), Oc'nealy (New York), Benjamin (Cleveland), Duff (Cincinnati), su compañero y debutante en el partido, Fortson y Broman (Brooklyn). Steve Kerr sería el entrenador de los locales.

Por parte del oeste Francis (Denver), Stackhouse (Phoenix), Daniels (Vancouver), Layne (Portland) y Reid (San Diego) serían los que jugarían de inicio. Watson (Oklahoma City), Voshell (Seattle), Newble (Phoenix), Stone (Phoenix), Taylor (Houston), Holmes (Los Angeles) y Lewis (Dallas), los jugadores de los que dispondría el entrenador de los Suns, Steve Nash.

Fue una verdadera epopeya, resuelta tras tres prórrogas jugadas. Con 46 tantos anotados, Wilton establecía un nuevo récord en la historia del partido, logrando además un triple doble, con 20 rebotes y 11 asistencias, como solo lo había logrado el más grande de todos los tiempos.

El público se rindió a su ídolo, que iba camino de conseguir algo reservado a muy pocos; los tres MVP's de la temporada.

Los Philadelphia 76ers redondearon una temporada para enmarcar, acabando con 71 victorias y 19 derrotas. El destino les tenía reservados los Pistons como primer obstáculo en el camino hacia lo más alto.

El veterano base Honte era lo poco que quedaba de aquellos Pistons que pusieron en aprietos los Magic de Howard en su carrera hacia el título. Con 34 años a sus espaldas, el coraje y carácter que imprimía en pista había sido todo para meter a los Pistons en los Play-Offs, y alargar así una racha que se remontaba al año 2002.

Pese a todo, la eliminatoria fue un paseo para los de Pennsylvania, que llegaron a tener una ventaja de 30 puntos en el último partido de la série. Wilton apenas había aparecido, y sus medias en temporada regular de más de 30 puntos y 15 rebotes por partido no se habían hecho notar de ninguna manera.

De la eliminatoria Atlanta-New York saldría el rival de los de Kerr, que aprovechaba aquel paréntesis para recoger el trofeo a mejor entrenador del año. Pocos días después, en motivo del primer partido de segunda ronda ante los Knicks, Randy Wilton recibiría de la mano del comisionado Clancy el trofeo Maurice Podoloff al MVP de la temporada. Aquella noche los 76ers vencerían a los Knicks, al igual que las tres siguientes, avanzando a la final de conferencia aún invictos.

Esta vez eran ellos quienes jugaban con la ventaja de esperar el rival. En un contexto muy diferente al último año, los Celtics llegaban a la final de conferencia. Lo hacían como defendedores del título, pero tras haber dado lugar a muchas dudas en su semifinal frente a los Bulls, resuelta en un agónico séptimo partido.

En esta ocasión si que apareció el Wilton que todo el mundo deseaba ver. Tras meter 42 y 43 en los partidos jugados en Philadelphia, anotó 63 en el compromiso jugado en Boston para poner un demoledor 3-0 en la serie, y entrar en la historia de los Play-Offs. Los Celtics tiraron de orgullo para ganar el cuarto compromiso, pero tan solo era alargar la agonía a la que Wilton decidió poner fin en un partido muy disfrutado en el Independence Coliseum, en el que llegaron a mandar por más de 40 puntos de diferencia.

Los 76ers volvían a la final, tras 22 años de larga espera y jugarían contra los Rocket quién, tras sorprender a los Suns, lograron el título de campeones del oeste. Inéditos en unas finales desde el año 95, aquella era la gran oportunidad para Enbil Taylor; quizás la última.

No fue una sorpresa, tal y como habían ido las cosas en su conferencia, que los Rockets vencieran a los Sixers a domicilio en el primer partido. Dale Funs (mejor defensor de la temporada) se encargó de evitar que Wilton pasara de los 30, y Taylor fue quién consiguió secar a Fortson tanto dentro como fuera de la zona. A todo ello se le unió el acierto del tirador Nisat, que acabó el partido con una mejor marca personal de 37 puntos.

El segundo duelo también fue muy igualado, y se resolvió a favor de los tejanos tras una prórroga y un último lanzamiento fallado por Atkins. Con 2-0 en contra, y los tres siguientes compromisos en Houston, nadie era optimista respecto los Sixers.

Taylor se marcó el partido de su vida, pero Kerr decidió que aquello no les importaba. Bastaba con que Fortson y Wilton entraran en juego, creía, para poner fin a la pesadilla. Así pues, más que desgastarse en defensa, lo que buscaron los Sixers fue ir a por todas en ataque. Anotaron más de 40 puntos en el tercer cuarto y lograron 34 en el definitivo cuarto para ganar cómodamente 129-102 a domicilio. Habían encontrado la fórmula, olvidarse de parar a Taylor y Nisat (Funs se paraba solo) y machacar a los Rockets en ataque.

En el cuarto encuentro Taylor se fue hacia los 51 puntos, pero a Wilton le bastó con 33 para dar la victoria a su equipo. Ahora la serie se volvía a trasladar a Philadelphia, y los Sixers volvían a tener el factor campo a su favor.

El quinto encuentro fue un paseo para los de Kerr, y los Rockets de Marshall se encontraban a un paso del abismo. Vistiendo de morado, en el definitivo sexto encuentro, los 76ers lograron cuarenta años después su cuarto título de campeones de la NBA. Randy Wilton sería nombrado el MVP de las finales sería como capitán el primero en alzar el trofeo al aire. El Toyota Center se rindió en pie a aquel equipo, que sabían que era el único que podía pararles.


Así lograron Wilton, Rainey, Beasley, Fortson, Atkins, Slay, Person, Brewer, Doohan, Buscuzo y Willis su primer anillo de campeones. Así logró Hilton Armstrong su tercer campeonato y así logró también Steve Kerr el sexto de su carrera, el primero como entrenador. En el vestuario de la capital tejana todos ellos se conjuraron para lograr lo que ningún equipo en la historia de la franquícia había conseguido: el back-to-back.

Aquel mismo día un Greg Oden que afrontaría su última temporada en la liga se reunió con Wilton en el hotel para ofrecerle ser su sustituto en Minnesota. También Blazers, Lakers y Magic le presentaron proyectos interesantes, pero él no quería escucharles. No con el champán haciendo eco en su cerebro y las lágrimas de emoción contenidas ante la prensa cayéndole rostro abajo; aún no...

7 comments:

baskman said...

buenisimo oleguer

sigue asi compañero, esta muy pero que muy bien

Juanejo said...

que crack!!! sensacional, compañero, muy bueno. solo una pregunta...como quedo españa en dicho campeonato?

sixers29 said...

al final los Sixers campeones¡¡¡¡,y Wilton ganándolo todo.Por cierto grandes imágenes las que has puesto.
Espero que Wilton renueve,pero de todas formas el conseguir el anillo después de tantos años es sensacional.

avenida said...

jeje, vaya pedazo de currada tío. Lo de Ollie regresando a Philly, y encima como entrenador, menos mal que fue una broma,que si no, habría habido mas suicidios que en el crack del 29. Y hablando de cracks, que grande eres tío.

True Wolf said...

Lo de Ollie se me ocurrió así espontanéo, no estaba premeditado. España Juanejo entra en crísis tras la retirada de Rubio de la selección, porqué quiere centrarse en que la Penya gane otra Euroliga jeje

rafita said...

por fin me deja entrar a comentar tras muchos intentos

eres un fiera, como le das al coco, ahi inventando
jugoooon total

Pierce said...

Esa imaginacion no se de donde la sacas, ademas, todo tan bien narrado, CRACK.

Muy divertido Wolf, me ha gustado mucho.