Monday, September 17, 2007

La leyenda de KG (III)

El año en que Minnesota rozó el cielo

Tras siete caídas a las primeras de cambio uno podía pensar que el romance entre Garnett y los Wolves no daba más de sí. Los años pasaban y aquel Da Kid recién salido del instituto era ya un veterano con ocho temporadas de experiencia y aspirando desde hacía un tiempo al MVP.

Kevin tenía hambre de mucho más, y por fin refuerzos y estrella se sumaron a la misma causa. McHale traía algo nuevo para variar, y Sprewell, Cassell y Olowokandi se sumaban a la causa de Garnett para lograr el anillo; ya no había excusas.

Los Wolves 03-04 partían ahora con las mismas condiciones que los aún amados Kings, los reforzadísimos Mavericks y los últimos campeones (Spurs). Todos ellos un peldaño por debajo de los Lakers del Fab Four, que parecían destinados a acabar con todo aquella temporada.
Parecía que, por fin, había llegado el momento. Con siete bastaba, y un Garnett de 24 puntos y 14 rebotes por partido no permitiría que la temporada volviese a acabar a primeros de mayo. Más bien acompañado que nunca, y con Saunder supliendo como podía la baja de Szczerbiak, los Wolves iban viento en popa.

La liga premiaria la buena temporada de los de Minnesota con la presencia de Sam Cassell en el All-Star de Los Angeles. En una de las convocatorias menos glamurosas que se recuerdan, Shaquille salvaría la vergüenza de ver a Jamaal Magloire recoger el testigo de KG como MVP del partido; esta es otra historia.

El caso es que, con la excepción de los Pacers que dominaban el este, Garnett capitaneaba al mejor equipo del campeonato, y se perfilaba como el mejor jugador de la campaña.

Un premio que acabaría ganando, pero que competiría en valor emocional con otro trofeo que aquella campaña le brindaría. Y es que por fin superaba la primera ronda de los Play-Offs demostrando que, bien acompañado, era todo un ganador.

La primera víctima de los Wolves en postemporada serían los Denver Nuggets. Solo la escalofriante cifra de 70 puntos anotados entre Cassell y Garnett conjuntamente daba muestras del dominio y garra que tenían aquellos Wolves. O los siete triples que anotaría Sprewell en el segundo choque ante la atenta mirada de Carmelo Anthony, cuyo historial en primeras rondas le convierten en el actual alumno aventajado de Kevin.

Los Nuggets salvarían el honor en el tercero y estarían cerca de la victoria en el cuarto, para júbilo de un público que hacía casi una década que no veía un partido de Play-Off de los suyos. Pero con un 3-1 en contra imperaría la lógica en el quinto, y Garnett llevaba a los suyos a volandas a una segunda ronda en que esperarían unos Kings ante su última oportunidad de lograr el anillo.

Todos los fantasmas reaparecían con la primera victoria de los Kings en el Target. La infinidad de derrotas volvía a la mente del sufrido aficionado de los Wolves que, por cierto, se tranquilizaría con el empate a uno tras el segundo choque.

Recuperarían el factor campo en una agónica prórroga en el Arco, y este decidió siempre a favor del equipo local en lo que quedaba de serie. Garnett finalizaba el último y definitivo partido con 32 puntos y 21 rebotes, nada mal como regalo de aniversario a sí mismo; los Wolves estaban en las finales.

El campeón había caído y los temidos Lakers de los cuatro fantásticos merodeaban aún por el cuadro. Los Wolves volvían a desaprovechar el factor cancha y caían con los angelinos, con las piernas descansadas y a punto para la batalla. Salvarían los muebles empatando en el segundo, pero dos derrotas consecutivas fuera de casa les hundirían en la miseria.
Pero se sobrepondrían a la baja de Cassell y lograrían forzar la vuelta a Los Angeles. De nada serviría la visita a California: Kareem Rush ejerció de Daniel Gibson y se erigía en protagonista del encuentro. Seis triples suyos valieron la victoria de los Lakers, que tras derrotar a Spurs y Wolves parecían destinados a lograr el título número diez para Phil Jackson.

Por su parte los Wolves se hundían cuando más cerca de la gloria habían llegado. Bastaba con que las piezas principales estuvieran a tope para volver a intentarlo la siguiente campaña. Había sido una mezcla de mala suerte con las lesiones, fatiga, falta de resolución...

Parecía que todo estaba en su sitio y que en la temporada siguiente se volvería a aspirar a todo. Garnett y sus Wolves seguirían siendo candidatos y, la derrota ante los Lakers, tan solo una lección de madurez para un equipo al que solo le faltaba subir un escalón para lograr el ansiado campeonato.

8 comments:

Wilt said...

Los Lakers se veían superiores a estos Wolves. A mí no me gusta Flip Saunders, aquellos Timberwolves daban para más.. demasiado blandos diría yo.

Pierce said...

A mi saunders si me gusta, es un entrenador que cuida el ataque pero sin descuidar la defensa y ha echo un buen trabajo.

Juanejo said...

yo no me alcanzo a explicar como en un año pasaron de las finales de conferencia a volver a caer en primera ronda y luego ya ni playoffs...aquel vestuario tenia que ser una jauria.

ATPARROT said...

juanejo, creo recordar que ya al año siguiente no se metieron en playoffs, y que de hecho fue la primera vez en la historia que los dos finalistas de conferencia de una temporada no se meten en playoffs en la siguiente.

Juanejo said...

buen dato atparrot, buen dato.

Wilt said...

Sí la verdad qes que hablando de jaur´ñias la jauría de los Lakers 2004 era peor todavía que la de los Wolves de Spreewell, que el pobre no tenía para dar de comer a sus hijos. Por lo menos los Lakers llegaron a la final por el gorro.

Sobre saunder insisto e que a mí no me gusta. Mira a los pistons ,ganan 64 partidos (aunqe podían haber ganado 70) y después no se comen un mojón. Pero eso no quiere decir que me caiga mal.

sixers29 said...

a mí saunders tampoco me gusta,es muy bueno en temporada regular pero en playoffs es otra cosa,algo parecido pienso de George Karl.

Precisamente el otro día televisaron un kings-wolves en el que webber se salió,jeje.
Aquella temporada fue sin duda la mejor para Garnett y para los wolves.

King Zulu said...

Hola Wolf, y demás miembros...Cortefiel Saunders siempre se ha quedado a las puertas, es cierto..aunque tampoco creo que sea un mal coach..gafado quizas?? Garnett debía haber salido antes, o McHale deberia haber buscado complementos mejores.
sobrelacancha.blogspot.com