El fracaso de la temporada anterior hizo levantar muchas dudas entorno a un proyecto basado en jugadores veteranos, que poco podían hacer ante la frescura mostrada por los Lakers el año anterior.
La prensa especializada coíncidia en apuntar que ambos proyectos era de lo mejor que había visto la liga en su historia, dos plantillas muy equilibradas y que desplegaban un juego sin precedentes en los más de ochenta años de vida de la NBA. Boston, New York y Seattle quedaban un paso por atrás de estos dos gigantes, siendo plantillas de un gran nivel pero sin contar con el poder suficiente para hacerles la competencia.
Se avecinaban cambios en Washington, que sin embargo no tuvieron lugar en vísperas del Draft. Así, Skiles aprovecharía sus rondas para elegir a Takeshi Nakano, el tres veces MVP de la liga japonesa y por el cuál, aún su calidad, nadie se había arriesgado más arriba del número 31. También llegaría Melvin Sharp, procedente de la universidad de George Washington.
Aaron Brown abandonaría el equipo para ser el líder de los deprimentes Clippers. Esto permitiría a los Wizards pujar por Norman, legendario jugador de Dallas al que solo le faltaba el título para culminar un gran currículum. Llegaba a Washington para conseguir lo que ni Pacers ni Mavericks le habían podido dar, por culpa de Wilton precisamente en alguna ocasión...
Cerraría así una plantilla de lujo a la que debía exigirsele el máximo en temporada regular y Play-Offs. Hinrich tenía a su disposición un quinteto de nivel All-Star y suplentes de lujo para dar frescura al juego de Washington, cuya forma de ver el baloncesto empezaba a cuajar en la liga y, por lo tanto, debían elevar la fórmula a otro nivel para seguir siendo competitivos.
Wilton dedicó el verano a sus hijos, como el último. Se aíslo completamente del entorno de la liga, otra vez, y se pasó las vacaciones en casa, a excepción de una escapada caribeña de una semana.
Mientras tanto, sus rivales preparaban a consciencia la nueva temporada. Barson, Jerretts, Stamp y, en definitiva, la plantilla de los Celtics al completo, pasaron el verano entrenando para volver a ganar el anillo dos años después. Willie, como Wilton, era consciente de que sus tiempos como líder de un equipo campeón tocaban a su fin, y quería aprovechar las últimas oportunidades que se le brindaban.
Lemmeis se concentró en los Juegos Panaméricanos con el Team USA, arrasando a todo rival que se le ponía enfrente. Además, los Lakers que lideraba junto a Bass y Reid vencieron al CSKA de Moscow ruso en la primera copa mundial que disputaba la franquícia, campeona el año anterior por primera vez desde que se jugaba la competición intercontinental.
Bullock reforzaba sus jovenes músculos de 22 años en vistas a posteriores duelos de Play-Offs ante su ídolo y máximo rival, Randy Wilton. Toda la prensa hablaba del jugador de cuarto año como el sucesor natural en lo que al mejor pívot de la liga se refiere. Bullock era plenamente consciente de ello, y más que asustarse por la presión que conllevaba, aquello le motivaba aún más a querer vencerle.
Así pues, los Wizards no lo tendrían ni mucho menos fácil en su búsqueda del tercer anillo de la historia de la franquícia. Estos y muchos otros grandes equipos se perfilaban como los máximos rivales en esta carrera hacia un anillo que estaba más caro que nunca.
Empezó la temporada sin muchas sorpresas. Los grandes estaban arriba, los aspirantes al premio hacían números de MVP, UltimateNBA recibía más visitas que ESPN y la Euroliga seguía un paso por atrás. Sí, todo normal por el momento.
Los Wizards de Hinrich exhibían un juego más solidario, con responsabilidades más repartidas y Wilton librado de anotar más de treinta puntos por noche aunque, en la mayoría de los casos, lo seguía haciendo. Los cinco titulares de Washington se perfilaban como candidatos a ser All-Star aquel año, hecho que, de darse, no hubiera tenido ningún precedente en la historia de la liga.
Con treinta años a sus espaldas, Randy empezaba a ser consciente que su juego debía de cambiar. Aún seguir siendo dominador bajo los tableros (era por el momento el máximo reboteador y taponador), cada vez más le costaba correr la pista como antaño, armar el brazo para tirar de lejos o llegar a las ayudas del lado contrario del poste. En definitiva, aún de forma muy sútil e invisible a ojos del público en general, por primera vez sentía que iba a menos.
Aquello era algo que no recogían sus números, ni el récord del equipo, que era el mejor de la liga y a mucha distancia de ventaja respecto a Celtics y Knicks, sus máximos rivales en la conferencia.
Nada cambiaba a medida que la temporada se acercaba a su ecuador, y aquellos Wizards que parecían tapados por el poder mediático de los Lakers seguían siendo el equipo a batir para todos.
El único signo de movimiento lo dieron los Springfield Legends, que se hacían en traspaso con uno de los mejores aleros de la liga, David Haykes, de los Golden State Warriors. Aparte de esto, no hubo ninguna destitución ni otro movimiento destacable fuera de lo normal ya bien entrado el año 2030.
Llegaba el All-Star de Indiana y los Wizards a punto estuvieron de colar a sus cinco All-Stars. Harrell quedaba fuera de una histórica convocatoria para la franquícia de Washington, que además aportaría su entrenador Hinrich a la causa. Así pues, se repetiría el duelo vivido dos años atrás en Chicago, con Hinrich y Shaw sentándose en los banquillos de las conferencias este y oeste respectivamente.
Wilton saldría de titular junto a su compañero Norman, Haykes (Springfield), Barson (Boston) y Fox (Miami). Bullock (New York), Stewart (Philadelphia), Callaghan (Orlando), Merton (Charlotte), Fortson (Milwaukee) y sus compañeros Layne y Lyndon serían los elegidos para salir desde el banco.
Por su parte, el oeste presentaría una alineación formada por Bass (Los Angeles), Arison (Houston), Sanders (San Antonio), Lemmeis (Los Angeles) y Acklie (Seattle). Shaw dispondría de Santos (Las Vegas), Gardner (Utah), Parker (Denver), Djeric (Phoenix), Van Fyde (Oklahoma City), Pirtsmouth (Vancouver) y Gullitt (San Antonio) como reservas a repartir minutos junto a los titulares.
El partido dejaría mucho que desear, con el este dominándolo de principio a fin. Haykes sería el mejor de los suyos con 36 puntos, y se llevaría un merecido MVP que solo luchó Lemmeis por el oeste (38 puntos, insuficientes visto el marcador: 157-125).
Disputado el partido de las estrellas el ambiente de Play-Offs, más presente que nunca en los sesenta partidos anteriores, se respiraba con muchísima fuerza. A la hora de la verdad se demostraba quienes valían para luchar por el campeonato y a quienes la historia dejaría atrás.
Washington fue el primero destacado en su conferencia y le tocaría emparejarse con los Cleveland Cavaliers, clasificados para los Play-Offs en el último momento en detrimento de los Chicago Bulls.
El primer partido lo dominó Washington de principio a fin, y lo mismo ocurría con el segundo pero...ocurrió lo peor que podía ocurrir.
Wilton se lesionó de gravedad en la espalda tras una espectacular caída luchando con un rebote con el pívot de Cleveland, Eddie Banner. El diagnóstico era grave, y Randy tendría que pasar por quirofano de inmediato. Así pues, los Wizards perdían a su estrella cuando con más fuerza estaban luchando por el anillo.
Aún su baja, la plantilla se conjuró para ir a por el campeonato. Resolverían por 4-2 la eliminatoria ante los Cavs y se encontrarían con la papeleta de enfrentarse a los Knicks en segunda ronda, al haber sido el equipo neoyorquino superado por los Legends en la clasificación final de la conferencia este.
Norman, Harrell, Layne y Lyndon sacaban lo mejor de sí mismos, pero la edad de algunos (Layne y Norman) y la inexperiencia de otros (Harrell y Lyndon), chocaron ante el hambre de hacer algo grande del gigante de los Knicks, Jamal Bullock, que caminaba a pasos de coloso hacia el olimpo de la histórica franquícia, que ya cuestionaba a Reed y Ewing como los mejores jugadores de su historia.
En un drámatico séptimo partido, Gray fallaba el triple que hubiera llevado el partido a la prórroga y los Wizards se despedían amargamente del año 2030 con el sabor de boca que, de habre estado Randy, hubieran podido ganar el campeonato.
Los periodistas tuvieron en cuenta su condición de tercer máximo anotador, máximo reboteador, máximo taponador y líder de la mejor franquícia del año para entregarle el que significaba su cuarto MVP de la temporada regular. Era el que le sabía a menos de todos los que había ganado, pues todos los demás habían ido acompañados de un campeonato de la NBA.
Aún poner Bullock todas sus energías, la mística céltica acababa con ellos en las finales del este, y se plantaban en la gran final ante unos Lakers que se habían deshecho con suma facilidad de los San Antonio Spurs.
Una final entre Lakers y Celtics, sin duda la guinda para una temporada que algunos expertos tildaban como una de las mejores de la historia de la liga, gracias al juego exhibido por Lakers, Rockets, Spurs, Celtics, Knicks y Wizards, sobretodo, entre otros.
Recién operado, acompañado de su mujer y sus hijos de dos años, y en la cama de un hospital, Wilton asistió al segundo campeonato logrado por Marcus Lemmeis. En la que posiblemente fuera la última oportunidad de Barson, con una conferencia este dominada por pívots, el joven escolta lograba su segundo anillo y con la perspectiva en mente de todos de que iba a ganar muchos más.
Triste final para otra temporada que se prevenía gloriosa para Wilton y sus Wizards. Le esperaba otro verano descansado, esta vez por obligación, y el contar con un año más cuando su salud le permitiera volver a luchar por su cuarto campeonato.
5 comments:
Se me ha colgado a medias por error...a ver si nadie lo ve y lo termino ;)
hola True,lo acabo de leer,supongo que ya está arreglado pq para mí está todo en en su sitio.Pobre Wilton,por lo menos se llevó el MVP,es el único consuelo para él.Ahora le tocará un verano duro para recuperarse,esperemos que la próxima temporada haya un lakers-washington y sin lesiones.
Como lakers-washington!!! Wolf debe de haber un lakers-boston reviviendo los viejos tiempos, aunue randy este en washington :S
ya van diez entregas tio, ¿cuantas mas nos esperan?
Primeros signos de decadencia aún el MVP Pierce...diez más, te aseguro yo que no ;)
Gracias por el soplo en mi blog de la nueva entrega, ya lo habia visto pero no habia tenido tiempo pa leerlo por eso no habia dejao nada escrito.
MVP pese a la lesión, pero la espalda con 30 años y ese tamaño veo a Randy pasandolo mal eh!
Otras 10 temporadas no pero... habrá que continuar esto de alguna otra forma no? No nos dejes asi jajajaja.
Saludos.
P.D: El Lemmeis este me esta empezando a caer gordo ya eh!
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